Los restaurantes de Rebeca Toribio, pareja de Miguel Ángel Silvestre: superó la bulimia tras montar el primero especializado en cocina vegetariana y vegana

Rebeca Toribio es una joven valenciana de 30 años que fue coronada en la lista de Forbes de las 30 personas españolas más exitosas de menos de 30 años. Y no sin motivo: es la Directora Ejecutiva de Superchulo, una incipiente cadena de restaurantes veganos y de comida sana (y de colores) que está triunfando en Madrid.

Rebeca iba para bailarina, pero a los 22 años su vida dio un giro absoluto. Nacida en L’Eliana (Valencia) en 1994, la ahora empresaria atravesó una lucha contra la ansiedad y la bulimia hasta que encontró fuerzas en la creación de su restaurante, que, según contó en una entrevista con El Mundo, “fue casi anecdótico, surgió del impulso de compartir algo que a mí me hacía mucho bien: comer sano”.

Y es que, después de mudarse a Madrid a los 16 años “sola, para hacer la carrera de danza” (un mundo notorio por su relación con el desarrollo de trastornos dismórficos y alimenticios), todo ello empezó a suponer un problema, provocando que comenzase a “tener problemas de salud y trastornos de alimentación”.

Aunque su intención, según compartió, era ayudar a la gente a “comer bien”, acabó salvando su propia vida: “Entonces estaba un poco que no quería vivir, tenía depresión y psicológicamente estaba bastante destruida, no encontraba el sentido de la vida. Hasta que pude encontrar el sentido de Superchulo”.

Así, desarrolló la “rainbow food” (comida arcoíris), aunque no fue adrede, sino que “llegó solo, lo dieron los platos”, un concepto que acabó por ganarle el éxito y la fama que ostenta hoy por hoy, sin tener experiencia previa en el mundillo y habiendo aprendido a cocinar por su cuenta antes de estudiar Gastronomía y Nutrición.

Con una inversión inicial muy reducida (según asegura), y con “préstamos mil”, se embarcó en el proyecto que a día de hoy le ha llevado a dirigir un equipo de 40 personas que dan de comer a más de 2.000 clientes a la semana. Una vez abrió el restaurante, además, asegura que “no volví a vomitar”: “Es un lugar donde he podido sanarme como persona. Es más que un restaurante o que un libro de recetas. Estoy superagradecida y espero que pueda inspirar a otros con esta alimentación”.

Su creación, Superchulo, se puede encontrar ya en dos localizaciones de la capital: el original, en el número 74 de la calle Fuencarral, en el barrio de Malasaña del distrito Centro de Madrid, que sigue en pie y con mucho éxito a pesar de haber sufrido un incendio en julio de 2023; y el segundo, La casita del árbol de Superchulo, en el número 55 de la Gran Vía. Tal y como lo valoró Forbes, se trata de “Rainbow Food, cocina basada en la sostenibilidad, la conciencia con el medio ambiente, el color y las sensaciones”, concepto que inspiró además a la empresaria para su primer libro, Rainbow Food de Superchulo, un libro de recetas vegetarianas que se puede comprar en el mismo restaurante.