Ed Sheeran y Barry Keoghan sorprendieron con confesiones y bromas en una charla llena de cultura pop

El encuentro entre dos referentes de la cultura pop británica e irlandesa, Ed Sheeran y Barry Keoghan, se transformó en una conversación llena de humor, anécdotas y confesiones inesperadas durante su participación en el podcast GOAT Talk —del canal Complex—. Ambos debatieron sobre sus principales gustos en música, cine, deporte y expresiones culturales, mostrando tanto sus preferencias como la complicidad entre ellos.

De esta manera, el espacio GOAT Talk, conocido por invitar a celebridades a compartir sus “mejores de todos los tiempos” de diversas categorías, sirvió de escenario para que el cantante inglés y el actor irlandés intercambien opiniones y vivencias.

La música ocupó un lugar central en la charla. Al abordar el tema de los álbumes de rap más influyentes, Keoghan mencionó “Get Rich or Die Tryin’” de 50 Cent como obra cumbre y su favorito, mientras Sheeran relató cómo compartió ese disco con su padre durante un viaje a Italia, destacando la genialidad de temas como “If I Can’t”.

Ambos coincidieron en la importancia de la escena británica del rap, con Sheeran elogiando a artistas como Wretch 32, Devlin, Skepta y Jme, mientras que Keoghan se sumó a la admiración por Stormzy y Dave. El intercambio derivó en una reflexión sobre cómo la cultura local influye en la percepción de los géneros musicales, con el cantautor señalando que “en cada país, la gente tiende a considerar a sus propios artistas como los mejores”.

Entre risas, el cantante señaló que su selección personal también abarca discos como “The Documentary” de The Game o “Marshall Mathers LP” de Eminem. “Puedo poner cualquiera de esos tres en cualquier situación y simplemente funcionan”, comentó Ed Sheeran. Mientras que Keoghan, agregó: “Es ese tipo de álbum que puedes elegir para cualquier momento, sobre todo cuando tienes la presión de elegir una buena canción para los demás”.

Al hablar de grandes artistas, la admiración del músico por Beyoncé quedó evidente. “De todas las personas con las que he trabajado, creo que Beyoncé fue la más impresionante”, confesó. Recordó su experiencia cantando junto a ella y Gary Clark Jr. durante el homenaje a Stevie Wonder: “Estaba completamente desbordado, fue un día surrealista”.

Las anécdotas personales surgieron especialmente al hablar de compras extravagantes y objetos de colección. Sheeran sorprendió al revelar que tiene una cuenta con un almacén que fabrica dinosaurios gigantes de vinilo, similares a los que se ven en parques temáticos, y que suele enviarlos como regalos inesperados a amigos como Lewis Capaldi y Post Malone.

Keoghan, por su parte, confesó su afición por los relojes y mencionó su relación con la marca Omega, destacando un modelo con fragmentos de piedra lunar. La conversación sobre objetos de colección se extendió a los recuerdos de cine, con el cantautor relatando que cada año adquiere un objeto de película por su cumpleaños, entre los que destaca el disfraz de Robin Williams en “Hook” y una de las espadas de Rufio. Además, mencionó haber comprado una figura de C-3PO de “Star Wars”, aunque prefirió no revelar el precio.

Entre otros aspectos, el fútbol y el cine también formaron parte del debate. Sheeran eligió a sus referentes futbolísticos, evocando los recordados mundiales de los años 90: “Para mí, Ronaldo —el brasileño— siempre fue mi favorito. Y Zidane también. Hay algo en Ronaldo, era como una estrella del rock”.

Mientras Keoghan se inclinó por figuras emblemáticas del Manchester United: “Voy a los clásicos, como Roy Keane, porque soy del United, y también Paul Scholes. Me gusta ese tipo de jugadores defensivos, como (Marco) Verratti o Thiago (Alcántara)“.

En cuanto a actores, el actor expresó su admiración por Daniel Day-Lewis, especialmente por su papel en “There Will Be Blood”, y Sheeran elogió la carrera de su interlocutor (Keoghan), asegurando que vio todas sus películas y destacando su versatilidad.

Ambos reflexionaron sobre sus trayectorias profesionales y la importancia de la espontaneidad. Keoghan explicó que, aunque a veces considera alternar entre proyectos comerciales e independientes, prefiere elegir directores que le permitan mostrar su rango actoral.

El cantante relató cómo la honestidad y la apertura son pilares en su matrimonio, mientras Keoghan, con humor, admitió que no se considera un experto en relaciones, pero coincidió en que la sinceridad es fundamental.

La conversación incluyó consejos y experiencias personales, desde el peor consejo recibido —como la sugerencia de un profesor de música de hacer sus conciertos más visuales y menos musicales— hasta la gestión de la vida cotidiana sin teléfono móvil, una costumbre que Sheeran adoptó para mantener su privacidad y concentración. Sobre esto, el actor bromeó sobre la influencia de los consejos de taxistas y la dificultad de seguir recomendaciones poco realistas.

El tono humorístico y la complicidad entre ambos se mantuvieron hasta el final, con bromas sobre objetos perdidos, anécdotas de rodaje y referencias a la cultura pop. La charla, publicada en Complex, dejó una impresión de cercanía y autenticidad, mostrando a dos figuras internacionales en un registro poco habitual, lejos de focos y formalidades.

Al despedirse, Ed Sheeran y Barry Keoghan optaron por un mensaje sencillo y desenfadado, fiel al espíritu de la conversación: una invitación a mantener la honestidad y a disfrutar del momento, sin tomarse demasiado en serio el título de “mejor de todos los tiempos”.