“Es mucho más que nostalgia. Es risas, corazón y el reencuentro de una familia que rompe límites”, aseguró Adam Sandler ante el estreno de “Happy Gilmore 2″. La secuela que reúne a figuras del deporte y la música como Travis Kelce y Bad Bunny desembarcó en Netflix el pasado 25 de julio, reviviendo el espíritu festivo y desenfadado de la comedia original, pero con una apuesta clara por la genuinidad y la emoción.
La atmósfera durante la filmación fue la de un verdadero “clubhouse”, según describieron Sandler y los hermanos Jason y Travis Kelce en el pódcast New Heights. “Era como un club de campeones. Cada día llegaba un grupo nuevo y todos compartíamos y nos reíamos juntos”, relató Sandler.
Además, la producción que aprovechó la popularidad de la película en los años 90, contó con la aparición de leyendas, atletas y músicos, muchos de ellos en cameos que elevaron la expectativa entre los seguidores de distintas generaciones.
El propio Sandler remarcó la importancia del ambiente: “Para nosotros era fundamental que todos se sintieran bienvenidos y parte de la familia. Necesitábamos esa energía para que la película funcione”. Los hermanos Kelce, especialmente Travis, valoraron el clima relajado y la cercanía con íconos deportivos.
Uno de los momentos más personales y emocionantes fue la participación de su padre, Ed Kelce, quien no solo hizo acto de presencia, sino que figuró en varias escenas como un auténtico miembro del club dorado.
Travis Kelce y Bad Bunny: aparición con humor y rivalidad
La participación de Travis Kelce y Bad Bunny (Benito Antonio Martínez Ocasio) se convirtió en uno de los grandes atractivos de la película. El protagonista y productor, Adam Sandler, comentó sobre ellos: “Ambos fueron increíbles juntos. Travis sorprendió con su capacidad para actuar y Bad Bunny demuestra un carisma y una naturalidad que traspasan la pantalla”.
Travis Kelce, estrella del fútbol americano con los Kansas City Chiefs, se refirió a lo difícil que le resultó enfrentarse actoralmente a Bad Bunny en escenas de rivalidad: “Bad Bunny es naturalmente gracioso… la gente va a descubrir en ‘Happy Gilmore 2’ lo divertido que es realmente este tipo”.
La interacción entre ambos actores no solo aportó momentos memorables, sino que potenció el carácter familiar del rodaje, con risas y complicidad dentro y fuera de cámara. El entrevistado resaltó: “Kelce estuvo completamente concentrado, logró darle humanidad y energía al personaje aunque tuviera que mostrar una actitud menos simpática”.
Leyendas del golf y cameos del deporte
El rodaje reunió a auténticas leyendas del golf como Lee Treviño y Jack Nicklaus, así como grandes estrellas del circuito actual. Para Travis Kelce, compartir set con referencias de la historia del golf y ver a su padre emocionado fue “inolvidable”.
Por su parte, Sandler recordó que, a diferencia de la película original, donde solo Treviño aceptó ser parte del reparto, esta vez la convocatoria fue un éxito absoluto. “Treinta años después, todos sus amigos también se sumaron”, señaló.
En los días de mayor actividad, el set se llenó de figuras como Scottie Scheffler, Xander Schauffele y golfistas destacadas del circuito femenino, ampliando el universo de celebridades y haciendo de cada jornada una fiesta de deporte y humor. “La convivencia era total; todos compartíamos historias, anécdotas y mesas durante los almuerzos”, celebró el comediante estadounidense.
Relato con regreso al golf profesional y esencia original
La secuela retoma la vida de Happy Gilmore, quien tras una pausa de diez años fuera de las canchas, decide volver al circuito profesional en busca de redención y aventura.
Adam Sandler destacó que la originalidad era fundamental, por eso quisieron que tantos golfistas reales participaran y aportaran realismo a la puesta en escena. Con respecto a ello, relató: “Sabíamos que, para hacerlo real, Happy tenía que estar en un tour profesional, así que llamé a muchos golfistas para que participaran y se viera auténtico”.
El nuevo concepto creativo no solo enriquece la trama, sino que diferencia claramente a la secuela de su predecesora. Aunque el humor y el desenfado siguen siendo marca registrada, la película busca conectar con fanáticos del golf y nuevas audiencias, gracias a una mezcla de nostalgia y evolución.
Por otra parte, compartió con humor que aún hoy intenta replicar el famoso “swing” de Happy durante la preparación del rodaje: “Lo sigo practicando, pero ya no tengo el mismo resultado”.
Expectativa con la película y agradecimiento a los fans
Desde su rol de liderazgo, Adam Sandler agradeció de manera enfática a todos los que hicieron posible esta secuela y manifestó: “Hubo muchísimos cameos, todos se sumaron y sé que lo hicieron por mí, como un favor. Es mucho trabajo hacer una película, pero nadie se quejó ni un minuto, todos lo disfrutaron”.
La declaraciones compartidas en el pódcast New Heights destacó el carácter único de una producción que apuesta por la risa, el reencuentro y el homenaje al deporte. Rodeado de amigos, ídolos y nuevos talentos, el regreso de Happy Gilmore se ubica como uno de los eventos cinematográficos más esperados del año.
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