Hailey Bieber contó por primera vez las graves complicaciones médicas que vivió durante el parto de su hijo: “No paraba de sangrar”

Hailey Bieber reveló por primera vez las graves complicaciones médicas que experimentó durante el parto de su hijo Jack Blues en agosto pasado, incluyendo una hemorragia postparto que puso en riesgo su vida durante horas. La modelo y empresaria de 28 años compartió estos detalles íntimos en una entrevista exclusiva con Vogue Italia, donde describió el parto como “la cosa más difícil” que hizo en su vida.

La esposa de Justin Bieber contó que pasó nueve meses preparándose para el parto: ejercicios de respiración, acupuntura, yoga, terapia del pavimento pélvico, caminatas y entrenamiento con pesas.

“Estaba en todo. Hacía de todo. Físicamente, me sentía más fuerte de lo que había estado jamás”, relató a la publicación italiana. Sin embargo, el trabajo de parto espontáneo que esperaba no llegó.

A las 39 semanas de gestación, Hailey comenzó a perder líquido amniótico, lo que llevó a los médicos a decidir inducir el parto. Los profesionales utilizaron oxitocina, un medicamento que provoca contracciones, y un globo de Foley, un dispositivo similar a un catéter que se inserta en el útero y se infla con solución salina para dilatar el cuello uterino.

“No fue nada divertido”, recordó la fundadora de Rhode: “Provocaron la ruptura de las membranas. Entré en trabajo de parto y sufrí durante algunas horas. Sin epidural, nada”. El proceso completo duró 18 horas, menos que las 24 estimadas inicialmente, hasta que finalmente nació Jack Blues Bieber, con poco más de tres kilos y medio.

El alivio del nacimiento se transformó rápidamente en terror cuando Hailey continuó sangrando abundantemente. La hemorragia postparto, que ocurre en el 1 al 5 por ciento de los partos, puede llevar a shock hipovolémico —una condición donde el volumen sanguíneo disminuye tanto que el cuerpo no puede recibir suficiente oxígeno—, colapso de órganos y muerte si no se trata de inmediato.

“Fue aterrador”, reveló a Vogue Italia. Y agregó: “Tenía plena confianza en mi médico. Así que estaba tranquila, sabiendo que nunca permitiría que me pasara algo malo. Pero estaba sangrando mucho, y la gente muere, y ese pensamiento te cruza por la mente”.

Los médicos probaron diferentes medicamentos para hacer coagular la sangre, pero nada funcionaba. Su recién nacido fue llevado rápidamente a otro lugar. “En ese momento empecé a asustarme un poco”, admitió.

Para detener la hemorragia, los médicos insertaron un dispositivo Jada, un aparato de succión que provoca contracciones uterinas. El procedimiento era doloroso y no había garantía de que lograra detener el sangrado. “Quería tener en brazos a mi bebé, quería estar con él”, recordó sobre ese período de espera angustiosa hasta que finalmente estuvo fuera de peligro.

“El parto a menudo se minimiza como algo natural, fácil, intuitivo, un asunto privado del que no está bien hablar entre personas educadas, pero la verdad es que las cosas pueden salir mal, incluso con todo el dinero del mundo y la oportunidad de acceder a la mejor atención médica”, reflexionó la modelo.

Tras superar las complicaciones físicas, Hailey enfrentó los desafíos emocionales de la maternidad. Trabajó intensivamente en su salud mental, consultó a una nueva terapeuta, exploró sus sentimientos y tomó píldoras de placenta para prevenir la depresión postparto, sin dejar de tomar las vitaminas prenatales.

Experimentó “altibajos extremos” y navegó la montaña rusa hormonal del período postparto. No siempre reconocía su cuerpo y luchó contra el dismorfismo corporal postparto, describió un nivel de “odio hacia sí misma” que nunca había experimentado antes. En sus momentos más bajos, buscaba comentarios crueles en línea para validar que se veía tan mal como se sentía, luego se deprimía por lo que encontraba y se enojaba consigo misma por haberlos leído.

“Cada día tengo que hablar conmigo misma y decirme: ‘Hailey, tuviste un bebé, hiciste crecer dentro de ti a un ser humano. Sé clemente contigo misma. Date tiempo’”, compartió con Vogue Italia.

A pesar de las dificultades, Hailey se siente orgullosa de la persona en la que se ha convertido. “Me gusto más de lo que me he gustado en cualquier otro momento de mi vida”, confesó. La palabra que más repite al referirse a sí misma es “fuerte”, un tipo de fortaleza que comenzó a sentir desde que es madre.

La maternidad la ha ayudado a mantenerse con los pies en la tierra: “Ha sido la mejor maestra que he tenido hasta ahora”, confirmó. “La mejor también en cuanto a mi matrimonio. Te hace ver a tu pareja de manera tan diferente”. Destacó que Justin Bieber es un padre extraordinario, con talento natural para la paternidad.

Hailey no se arrepiente de nada y definitivamente quiere al menos otro hijo, tal vez más. Planea abordar la situación “un niño a la vez”. “Porque entonces las otras cosas también salen bien”, explicó. “De repente, tu pareja te ve como una diosa, una superheroína… O al menos”, agregó sonriendo, “para mí fue así”.

“La fase postparto es el período más delicado que he atravesado en mi vida”, admitió. “Aprender a convivir con una nueva versión de mí misma es muy difícil. Y tener que hacer todo esto mientras en Internet lees continuamente falsedades como ‘Se están divorciando’ o ‘Ya no son felices juntos’ es algo que realmente te vuelve loca”.

La entrevista completa con Hailey Bieber aparece en la edición de agosto 2025 de Vogue Italia, donde la modelo y empresaria posa para la portada de la prestigiosa publicación de moda.