
Diego Luna compartió su visión sobre la representación latina en Hollywood, su trayectoria artística y el impacto de su papel en la serie Andor durante una entrevista en el pódcast Conan O’Brien Needs a Friend. En una conversación con Conan O’Brien, difundida por Team Coco en YouTube, el actor abordó temas como la identidad, la evolución de la industria audiovisual y la diversidad en la pantalla internacional. Su participación en una de las franquicias más emblemáticas del cine simboliza, según él, un cambio hacia una mayor inclusión.
De México al escenario global
El actor repasó su historia personal, marcada por una familia dedicada al arte. Su padre fue escenógrafo de teatro, ópera y cine; su madre, diseñadora de vestuario y pintora. “Veía cómo de un dibujo rápido pasaba a una maqueta y luego a un escenario gigantesco”, relató. La muerte temprana de su madre dejó una huella profunda: “Todos los que trabajaban con ella se convirtieron en mis madres postizas”.

Sus inicios como actor fueron en el teatro, aunque las telenovelas se volvieron indispensables para sostenerse económicamente. “Empecé en telenovelas a los doce años y estuve siete años en eso. Era la única forma de pagar la renta”, explicó. Aunque su pasión era el teatro, la televisión lo convirtió en parte de la vida cotidiana de miles de hogares en México durante los años noventa.
De Y tu mamá también a Star Wars
El reconocimiento internacional de Luna comenzó con la película Y tu mamá también, pero fue su papel como Cassian Andor en Rogue One: A Star Wars Story el que lo proyectó a nivel global. Confesó que nunca se imaginó dentro de esa franquicia: “Nunca pensé que era posible ver a alguien como yo en Star Wars”.
El director Gareth Edwards lo convocó para un proyecto con un enfoque realista, cercano al cine independiente. “Me preguntaba si quería que le ayudara con el teléfono de otro actor, porque ni siquiera hablaba bien inglés”, recordó. La diversidad del elenco y el enfoque autoral del proyecto fueron determinantes para que Luna sintiera libertad creativa. “Sentí la misma libertad que en los sets de cine en los que había trabajado toda mi vida”, afirmó.
Producción y visión en <i>Andor</i>

Tony Gilroy, creador de Andor, desarrolló un enfoque colaborativo que marcó la producción. A diferencia de otras series, los escenarios se construyeron antes de que se escribieran los guiones. “Todo está diseñado cuando se escribe, y eso hace que tenga sentido cuando llegas al set”, explicó Luna. Durante la pandemia, se crearon escenarios completos en estudio, como la ciudad de Ferrix.
La serie se limitó a dos temporadas, decisión que Luna valoró: “Es bueno empezar algo sabiendo dónde termina, así puedes poner todo ahí”. Esto permitió una narrativa más controlada y coherente, según su visión.
Diversidad y representación
Uno de los temas centrales de la entrevista fue la representación latina en Hollywood. Luna subrayó que su personaje en Star Wars no está definido por su origen, sino por su calidad como actor. “Es fascinante que no me hayan elegido para ser el mexicano, sino simplemente por ser un buen actor”, afirmó. Este tipo de representación, señaló, ofrece modelos más diversos a las nuevas generaciones: “Si pienso en los referentes con los que crecí y los comparo con los que tienen mis hijos, hoy el panorama es mucho más interesante”.

El actor atribuyó estos avances a las audiencias, que ahora influyen en las decisiones de los estudios. “Las audiencias tienen voz y están cambiando lo que la industria produce”, señaló. Para él, el acceso a plataformas permite a los espectadores exigir contenidos más diversos y auténticos.
Momentos personales y cercanos
El tono distendido de la entrevista permitió incluir anécdotas personales. Luna recordó su infancia entre utilería cinematográfica y su vínculo con figuras femeninas tras la muerte de su madre. También rememoró el regalo de unas botas con la inscripción “no fucking wall” que un expresidente mexicano le dio a O’Brien, y bromearon sobre la posibilidad de hacer juntos un programa de viajes en Escocia.

Estas historias aportaron una dimensión humana a la conversación, mostrando al actor más allá de sus logros profesionales.
Hacia una industria más inclusiva
En el cierre, Diego Luna reflexionó sobre el papel actual de la diversidad en la industria audiovisual. Consideró que el cambio ocurre desde dentro, y desde la demanda del público. “Si actuamos con responsabilidad como audiencia, tenemos algo que decir en esta industria que durante mucho tiempo no nos habló”, afirmó.
El actor celebró que cada vez más personas de distintos orígenes tengan oportunidades y defendió la autenticidad como valor. “Crecí con gente diciéndome que debía trabajar en mi acento, pero hoy estoy aquí porque traigo lo que soy”. Su papel en Andor representa, en su opinión, tanto un logro personal como un avance hacia una representación más amplia e inclusiva en el cine y la televisión.
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