El fenómeno Tom Cruise: así nació la leyenda del actor que corre en cada película

En el mundo del cine, Tom Cruise se ha destacado por una característica inconfundible: correr. Este icono de Hollywood ha hecho de la carrera un elemento esencial de su filmografía, tanto que resulta impensable enviarle un guion que no contenga una escena de velocidad.

Como menciona Far Out, a lo largo de las últimas tres décadas, Cruise ha demostrado que su capacidad para correr a gran velocidad es una constante que desafía el tiempo, incluso al llegar a los 60 años.

Este irrefrenable amor por la carrera lo ha convertido en un fenómeno de la cultura pop, con cada una de sus escenas convertida en una celebración de su destreza física y energía inagotable. No es solo un medio de desplazamiento, sino un sello distintivo de sus películas, complementado frecuentemente por acrobacias impresionantes y secuencias de acción trepidante.

En consecuencia, la marca “Tom Cruise corriendo” es prácticamente un sinónimo de su incansable espíritu y fervor por llevar el cine de acción a nuevas cumbres.

Con el paso de los años, Cruise ha perfeccionado una fórmula cinematográfica que se ha convertido en su sello distintivo. En el pasado, colaboró con algunos de los directores más aclamados de la industria durante las décadas de 1980 y 1990. Sin embargo, la esencia de una “película de Tom Cruise” se ha simplificado en las últimas épocas a tres elementos centrales: una acrobacia temeraria, una escena de carrera y la colaboración constante del cineasta Christopher McQuarrie.

Este enfoque ha solidificado su estatus en el exclusivo panteón de las superestrellas de Hollywood. McQuarrie, conocido por su habilidad para escribir y dirigir intensas escenas de acción, se ha convertido en un colaborador recurrente de Cruise, por su destreza narrativa y su capacidad para orquestar secuencias dinámicas en las que el actor puede desplegar todo su talento físico. Es en estas colaboraciones que florece el estilo icónico de Cruise, permitiendo que la adrenalina pura sea el motor que impulsa la trama de sus películas.

Desde el espectacular salto de un avión en Misión Imposible: Repercusión (2018) hasta las vertiginosas persecuciones en moto, cada película en la que participa Cruise parece elevar el listón de lo que es posible hacer en el cine de acción. Esta combinación de elementos no solo ha definido gran parte de la carrera más reciente de Cruise, sino que también ha servido para mantenerlo en la cima de la industria, donde su capacidad para desafiar las expectativas se mantiene tan fuerte como siempre.

En el mundo del cine, correr junto a Cruise es un privilegio reservado a pocos. Tradicionalmente, el actor ha mantenido una regla firme: “Nadie corre en pantalla conmigo”. No obstante, ha tenido destellos de generosidad.

Annabelle Wallis rompió esta norma en La momia (2017), inicialmente enfrentándose a una negativa, para luego recibir el honor de compartir la pantalla en una carrera, lo cual la dejó “muy feliz”. Más tarde, Hayley Atwell también se unió al selecto grupo en Misión Imposible: Sentencia mortal (2023). La actriz tuvo la inusual experiencia de correr esposada a Cruise en la vibrante Roma.

La posibilidad de correr junto a Tom Cruise en la gran pantalla sigue siendo uno de los honores más codiciados de Hollywood. Esta oportunidad única parece depender de decisiones que Cruise sopesa cuidadosamente y que quizás se discuten en privado cuando se plantea la posibilidad de compartir escenas con él.

La duda permanece: ¿quién será el próximo actor en unirse a Annabelle Wallis y Hayley Atwell en el prestigioso grupo de aquellos que han corrido junto al actor? Este privilegio indudablemente dependerá del estado de ánimo de Cruise y de las dinámicas privadas de cada producción.