Sydney Sweeney, entre el glamour y la oscuridad: “Me gustan los proyectos en los que tengo que demostrar que la gente está equivocada”

En una entrevista con Empire, la actriz reveló su preferencia por los papeles emocionalmente extremos, su rechazo a la vanidad en pantalla y su decisión de producir las historias que le permiten transitar narrativas incómodas

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Sydney Sweeney y Julianne Moore protagonizan Echo Valley, un drama intenso que llegará a Apple TV y cines seleccionados el 13 de junio (Crédito: YouTube - Apple TV)

La figura de Sydney Sweeney se proyecta en una doble dimensión que la industria del entretenimiento rara vez tolera: es, por un lado, una estrella de estilo clásico con estética de pin-up que deslumbra en campañas de belleza y alfombras rojas; y por el otro, una intérprete que busca sumergirse en personajes perturbados, atormentados o emocionalmente devastados.

En una entrevista reciente con Empire, durante una pausa en la filmación de la tercera temporada de Euphoria, Sweeney expuso con claridad la tensión entre esas dos vertientes que marcan su trayectoria profesional.

Con 27 años, continúa consolidando su carrera a través de elecciones que priorizan el riesgo artístico. “Me encantan las cosas que están extremadamente lejos de lo que soy”, declaró a Empire.

En efecto, mientras protagoniza campañas de belleza en Europa, se entrega a interpretar a Claire, una joven drogadicta emocionalmente inestable en Echo Valley, donde comparte pantalla con Julianne Moore.

A diferencia de su vida personal, en sus personajes puede enloquecer, sin comprometer su salud mental, gracias a una técnica que aprendió de su coach actoral Andy McPhee: nunca trasladar recuerdos o sentimientos personales al personaje.

Con 27 años, la actriz
Con 27 años, la actriz se posiciona como una de las figuras más versátiles de su generación, oscilando entre el glamour y el drama visceral (REUTERS/Mario Anzuoni)

De Cassie a Reality: una evolución programada

Su salto a la fama ocurrió con Euphoria, al encarnar a Cassie Howard, una adolescente frágil que atraviesa relaciones tóxicas, presión social y un colapso emocional icónico.

Ella está loca. Comete tantos errores... pero lo hace todo desde un lugar de amor”, explicó Sweeney. La actriz conserva un afecto especial por ese papel, a pesar de las consecuencias en su imagen pública: “Creo que a la gente le cuesta separar a los actores de sus personajes”.

Su papel como Cassie en
Su papel como Cassie en "Euphoria" marcó su salto a la fama, enfrentando a la vez desafíos a nivel personal (HBO)

Después de Euphoria, decidió cambiar radicalmente de registro con Reality, un drama basado en la transcripción real del interrogatorio a la denunciante Reality Winner.

El proyecto implicó un desafío técnico y emocional notable. “Estaba absolutamente aterrorizada, porque sabía que iba a ser un gran desafío”, reconoció.

La elección del papel respondió a una necesidad profesional: evitar quedar encasillada como Cassie. “Me gustan los proyectos en los que tengo que demostrar que la gente está equivocada. Terminé por conseguirlo y lo filmamos en 16 días. Fue un proceso muy agotador, pero estoy increíblemente orgullosa de esa película”, explicó la actriz estadounidense a Empire.

Entre Tarantino, el terror religioso y el blockbuster

Sweeney participó en Érase una vez en Hollywood bajo la dirección de Quentin Tarantino, interpretando a una joven vinculada al círculo de Charles Manson.

La experiencia marcó un hito en su carrera: pasó su cumpleaños número 21 en ese set, sin teléfonos móviles y rodeada de narraciones cinematográficas en vivo, una de las señas distintivas del estilo de Tarantino.

En paralelo, desarrolló una faceta como productora con proyectos propios como Immaculate, un thriller religioso donde interpreta a una novicia embarazada por fuerzas oscuras. “Me encantan los personajes que cuestionas”, explicó en referencia a ese tipo de roles.

La película representó una apuesta personal: audicionó para el papel a los 16 años y luego trabajó durante una década para lograr su realización, eligiendo cuidadosamente al director Michael Mohan, con quien ya había colaborado.

En películas como Immaculate, Echo
En películas como Immaculate, Echo Valley y Reality, Sydney Sweeney optó por actuar sin maquillaje, en línea con su búsqueda de personajes crudos y vulnerables (AP)

Sobre ese tipo de trabajos que exigen una entrega física y emocional, Sweeney puntualizó que Me encanta interpretar personajes que son súper crudos y vulnerables. Prefiero no usar maquillaje en la pantalla. En Immaculate, Eden, Echo Valley, Reality, todas esas películas, no usé maquillaje”.

“No me gusta ponerme corrector o base de maquillaje ni nada de eso cuando no tengo que hacerlo”, agregó la actriz, reforzando su inclinación por papeles alejados de la vanidad estética.

Sweeney también incursionó en el universo de los superhéroes con Madame Web. Aunque la película no alcanzó buenos resultados comerciales, ella defendió la experiencia: “Me divertí mucho, así que eso es todo lo que me importa”, afirmó.

Su objetivo era reforzar su presencia en el ámbito de los grandes estudios para apoyar su productora Fifty-fifty Films y acercarse a públicos más amplios, como sus primos adolescentes, que según comentó no comprendían su trabajo anterior.

Producción, ambición y próximos pasos

Bajo su productora, Sweeney impulsó proyectos con talentos reconocidos como Amanda Seyfried y Colman Domingo. Actualmente está involucrada en una biopic sobre la boxeadora Christy Martin y en el film Scandalous! centrado en la relación de Sammy Davis Jr. y Kim Novak. Además, participa en la producción de The Housemaid, basada en un bestseller de suspenso.

La actriz también se refirió al remake en desarrollo de Barbarella, proyecto que considera parte de su “lista de deseos”. Aunque no reveló detalles específicos, indicó a Empire que “realmente se unirá de una manera muy divertida y grande”.

En todos sus emprendimientos, la intensidad laboral es constante: “Prospero en el caos. Me encanta trabajar. Realmente no duermo mucho”, admitió. Así, entre el brillo de las comedias románticas y los papeles oscuros y desafiantes, Sydney Sweeney traza un camino donde los extremos conviven sin contradicción, sino como ejes complementarios de una carrera en expansión.