Abby: el personaje que divide opiniones en la segunda parte de “The Last of Us”

Desde su aparición en el videojuego de 2020 hasta la adaptación televisiva de HBO -asegura Time-, Abby ha generado intensos debates sobre su diseño y su rol en la trama, desafiando estereotipos y planteando preguntas sobre moralidad y venganza

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The Last Of Us - Temporada 2 | Tráiler Oficial Doblado

El personaje de Abby en The Last of Us Part II ha sido uno de los más polarizantes de la historia reciente de los videojuegos. Desde su aparición en 2020, la figura de Abby ha desatado una ola de debates que siguen vigente, especialmente con la llegada de la segunda temporada de la serie de HBO.

Según Time, si bien el personaje fue diseñado como un antagonista que desafía las convenciones del medio, el rechazo hacia ella revela una serie de temas más profundos sobre la percepción de los videojuegos, el género y la violencia.

Un personaje desafiante y radical

La representación de Abby genera
La representación de Abby genera controversia por romper con los estereotipos de género en los videojuegos AAA (HBO/Max)

Uno de los primeros aspectos que generó controversia en torno a Abby fue su diseño físico. En una industria donde las heroínas suelen ser representadas como figuras delgadas y sensuales, Abby se presenta como una mujer musculosa, con un cuerpo robusto y una apariencia poco convencional para los estándares de los videojuegos AAA.

Esta representación chocó con las expectativas de muchos jugadores, pero lo que realmente exacerbó la controversia fue la inclusión de temas como la bisexualidad de Ellie, la presencia de personajes transgénero y la manera en que estos elementos se integraban dentro de la trama.

El juego, al desafiar las normas tradicionales, abrió un espacio para el debate sobre la diversidad en los videojuegos, pero también desató reacciones de odio y rechazo.

Para algunos, Abby no solo rompía con los estereotipos de género, sino que representaba una amenaza a la idea de masculinidad tradicional que dominaba el medio.

El giro narrativo: cambios en la jugabilidad y la relación con los personajes

Uno de los cambios más significativos en The Last of Us Part II fue la posibilidad de jugar no solo como Ellie, sino también como Abby. Esto representó un desafío emocional para muchos jugadores, ya que Joel, el querido protagonista del primer juego, es asesinado por Abby al principio de la historia.

Esta brutal muerte, presenciada por Ellie, actúa como el catalizador para toda la narrativa y, al mismo tiempo, plantea una cuestión incómoda para los jugadores: ¿cómo se puede empatizar con la persona que ha matado a uno de los personajes más queridos de la saga?

El juego obliga a los jugadores a ver la historia desde los ojos de la mujer que perpetró este acto de violencia. Esto plantea una reflexión moral profunda, donde el concepto de “héroe” y “villano” se difumina, y la venganza comienza a circular en un ciclo que parece no tener fin.

La dinámica de jugar como ambos personajes crea una experiencia que desafía las ideas preconcebidas de quién es el verdadero protagonista de la historia.

La experiencia de jugar como
La experiencia de jugar como Abby cuestiona las percepciones preconcebidas del jugador

Abby y la venganza: la violencia que genera más violencia

A lo largo del juego, se pone de manifiesto una lección dolorosa: la violencia engendra más violencia. Después de que Abby mata a Joel, Ellie, de manera predecible, busca venganza, iniciando una serie de eventos que la llevan a cometer actos igualmente atroces.

Lo que en principio parecía un acto de justicia, pronto se revela como una espiral interminable de destrucción, donde el odio y el sufrimiento se multiplican sin piedad. Esta dinámica juega con la idea de que, en un mundo post-apocalíptico como el de The Last of Us, no existen héroes claros y las acciones de los personajes no están exentas de consecuencias devastadoras.

El desafío del juego es que, a pesar de que los jugadores puedan odiar a Abby por sus actos, también se ven obligados a comprender sus razones.

La historia no la presenta simplemente como una villana, sino como un producto de las circunstancias, una persona que busca venganza por la pérdida de su padre, quien fue asesinado por Joel en el primer juego. Las motivaciones de Abby son tan humanas como las de Ellie, aunque sus métodos sean cuestionables. Este tratamiento de los personajes obliga a los jugadores a confrontar su propia percepción de la moralidad y la justicia.

La reacción a Abby: misoginia o historia compleja

Es difícil no ver cómo gran parte del rechazo hacia Abby puede estar teñido por el machismo y los prejuicios. A medida que el juego se desarrolla, muchos jugadores parecen enfocar su ira en el cuerpo de Abby, en lugar de en sus acciones o motivaciones.

Este fenómeno puede entenderse como una resistencia a la representación de una mujer fuerte y física en un medio donde la figura femenina tradicionalmente se ha asociado con la fragilidad o la sensualidad.

Sin embargo, el verdadero punto que The Last of Us Part II busca transmitir es que la violencia y la venganza son un ciclo que afecta tanto a hombres como a mujeres, y que la línea entre héroes y villanos es mucho más borrosa de lo que se suele pensar.

La animosidad hacia Abby, por lo tanto, también es un reflejo de las expectativas y los prejuicios de los jugadores sobre lo que deberían ser los protagonistas de los videojuegos.

El desafío de la adaptación: Abby en la serie de HBO

Kaitlyn Dever será Abby en
Kaitlyn Dever será Abby en la nueva temporada de "The Last of Us" de HBO (REUTERS/HBO)

Con la adaptación televisiva de The Last of Us a cargo de HBO, la interpretación de Abby ha sido un tema candente. La actriz Kaitlyn Dever fue elegida para interpretar a Abby en la segunda temporada, lo que generó un nuevo debate.

Algunos fanáticos del videojuego expresaron su desconcierto por la elección, ya que la actriz seleccionada no posee un cuerpo tan musculoso como el de Abby en el juego, lo que llevó a la pregunta de si la serie podría capturar la esencia del personaje de la misma manera que el videojuego lo hizo.

Neil Druckmann, el creador de la saga y productor de la serie, defendió la decisión, explicando que lo importante es la esencia del personaje y no necesariamente su apariencia física. Según Druckmann, lo que importa es que la actriz pueda transmitir la complejidad emocional de Abby y sus motivaciones, más allá de una réplica exacta de su físico.

Abby, un personaje complejo que sigue dividiendo opiniones

A medida que la serie de The Last of Us avanza, la controversia en torno a Abby continuará siendo un tema central de discusión. Algunos verán en ella un símbolo de la fuerza femenina y una lección sobre los peligros de la venganza, mientras que otros seguirán viéndola como la villana de la historia.

Lo que está claro es que Abby, al igual que el juego, ha desafiado las convenciones del medio y ha puesto en tela de juicio la moralidad de los personajes en un mundo tan devastado como el de The Last of Us.

A través de su historia, el juego y la serie invitan a los jugadores y espectadores a reflexionar sobre el ciclo de violencia, la empatía y el juicio moral, temas que continúan resonando mucho más allá de la pantalla.