Expertos desmienten mitos sobre la salud mental: “Pedir ayuda es de locos”

La persistencia de estereotipos dificulta la búsqueda de ayuda, obstaculiza la prevención y contribuye a la desinformación

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La presencia de prejuicios sobre
La presencia de prejuicios sobre la salud mental repercute en la vida de millones, que enfrentan barreras para acceder a atención oportuna y vivir con dignidad - crédito Imagen Ilustrativa Infobae

La persistencia de creencias erróneas en torno a la salud mental continúa alimentando el estigma y limita el acceso a una atención adecuada para millones de personas, lo que tiene en alerta a los profesionales de esta área, teniendo en cuenta que las personas cada vez creen en más mitos en lugar de asistir a un especialista para ser tratado.

Según la Organización Mundial de la Salud, una parte considerable de aquellos que enfrentan problemas de salud mental carecen de servicios de calidad, no reciben atención oportuna y, en muchos casos, sufren vulneraciones de derechos y tratos inhumanos.

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Ante el lamentable panorama, Andrea Bibiana Criollo, directora de los Posgrados en Psicología Clínica de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz, se refirió a los siete mitos que, al difundirse en la sociedad, refuerzan la discriminación y la desinformación sobre la salud mental.

Sentirse abrumado en un mundo
Sentirse abrumado en un mundo tan complejo es normal, aunque no debería afectar las labores diarias - crédito Imagen Ilustrativa Infobae

Mitos sobre el cuidado de la salud mental

  • El primer mito sostiene que “pedir ayuda es de locos”. Por esta razón, la experta aclaró que esta afirmación carece de fundamento, ya que la salud mental constituye un derecho universal. Todas las personas, sin distinción de edad, sexo, condición económica, física o mental, pueden solicitar información, asesoría, apoyo o tratamiento cuando lo necesiten.
  • Un segundo prejuicio afirma que “las personas con problemas de salud mental son débiles”. Según Criollo, los trastornos mentales pueden originarse por la interacción de factores físicos, sociales y personales, lo que demuestra que no representan una señal de debilidad. La complejidad de estos se convierte en un ejemplo de que cualquier individuo puede verse afectado, independientemente de su fortaleza emocional o carácter.
  • El tercer mito considera que “tener una buena salud mental consiste en sentirse siempre pleno y feliz”. Ante esto, la especialista argumentó que esta idea es inexacta, ya que los seres humanos sienten una amplia gama de emociones, tanto placenteras como incómodas. Todas cumplen funciones adaptativas y sociales, por lo que es fundamental permitirnos experimentar la totalidad de nuestras emociones.
  • Respecto al consumo de sustancias, el cuarto mito asegura que “el alcohol y las sustancias psicoactivas quitan las penas”. Criollo destacó que esta creencia es infundada, ya que se ha demostrado científicamente que el consumo de alcohol y otras sustancias psicoactivas constituye un factor de riesgo para desarrollar problemas mentales, físicos y sociales.
Sumergirse en las drogas y
Sumergirse en las drogas y el alcohol no es una solución, buscar ayuda profesional, sí - crédito Imagen Ilustrativa Infobae
  • El quinto mito compara la consulta con un profesional con una conversación entre amigos: “hablar con un psicólogo o psiquiatra es como hablar con un amigo”. La experta lo desestimó, pues los profesionales de la salud mental poseen formación científica y sus intervenciones se basan en la evidencia, no en experiencias personales.
  • El sexto mito se refiere a la falsa idea de que “solo se debe consultar a un profesional en salud mental cuando se tiene una enfermedad mental”. La especialista indicó que la salud mental va más allá de la ausencia de enfermedad. Los profesionales pueden proporcionar herramientas para el crecimiento personal, mejorar la expresión emocional y facilitar el manejo eficaz de situaciones adversas, incluso en personas sin diagnóstico clínico.
  • Por último, el séptimo mito implica que “con una sesión psicológica se debe lograr mejoría total” o, en el extremo contrario, que “la terapia dura toda la vida”. Criollo explicó que ambos enfoques son erróneos. Un proceso psicológico de calidad inicia con una evaluación para seleccionar las estrategias terapéuticas con mayor respaldo científico, seguida de una intervención que puede durar semanas o meses, según el caso.
Combatir la desinformación y el
Combatir la desinformación y el estigma social resulta clave para facilitar que la población consulte a profesionales y reciba apoyo adecuado - crédito Imagen Ilustrativa Infobae

La especialista se refirió a la importancia de combatir el estigma asociado a la salud mental y destacó que todas las personas pueden convertirse en agentes de cambio al compartir información basada en evidencia, detener comentarios despectivos y acompañar a aquellos que buscan apoyo, teniendo en cuenta que acabar con los prejuicios es clave para garantizar el acceso a una atención digna y respetuosa.