El ambicioso proyecto que busca descifrar el futuro del deshielo en la Antártida podría cambiar la forma en que el mundo se prepara ante la subida del mar

Un equipo internacional de especialistas explora uno de los rincones más inhóspitos del planeta en busca de registros geológicos originales, con el fin de anticipar el momento crítico y el posible impacto sobre extensas comunidades que habitan en áreas bajas del litoral

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Un equipo internacional explora la
Un equipo internacional explora la Antártida Occidental para obtener claves sobre la evolución del hielo y el futuro del nivel del mar (Anthony Powell/Antarctica New Zealand)

Un equipo internacional de científicos inició una expedición en la Antártida Occidental con el objetivo de perforar el hielo y extraer un núcleo de sedimentos de 200 metros de profundidad.

La misión, liderada por el proyecto SWAIS2C (Sensibilidad de la Capa de Hielo de la Antártida Occidental a 2°C), busca descifrar cómo respondió el hielo antártico a periodos cálidos en el pasado y anticipar los riesgos de deshielo que podrían provocar un aumento significativo del nivel del mar.

Según Columbia University, el deshielo completo de la región podría elevar el nivel del mar entre cuatro y cinco metros, lo que representa una amenaza directa para millones de personas en zonas costeras bajas.

Científicos buscan reconstruir las respuestas
Científicos buscan reconstruir las respuestas del hielo antártico en episodios de calentamiento ocurridos durante millones de años (SWAIS2C/Captura de pantalla)

Un proyecto multinacional frente al calentamiento global

SWAIS2C reúne a más de 120 científicos de 10 países, entre ellos expertos de la Columbia Climate School y el Lamont-Doherty Earth Observatory.

El equipo de campo, integrado por 29 personas, se encuentra en la tercera temporada de perforación durante la campaña austral 2023-2024.

La expedición llegó al Crary Ice Rise en noviembre de 2023, un punto estratégico en la plataforma de hielo de Ross, donde permanecieron cerca de ocho semanas. Este lugar es considerado un “punto de anclaje” esencial para la estabilidad de la plataforma, ya que el lecho marino elevado sostiene el hielo y frena su desplazamiento hacia el océano.

Más de cien especialistas de
Más de cien especialistas de distintos continentes colaboran para comprender los efectos del calentamiento global en las grandes plataformas de hielo (Anthony Powell/Antarctica New Zealand)

La importancia geológica del Crary Ice Rise radica en su papel como barrera natural. La plataforma de hielo de Ross, la mayor masa flotante de hielo del mundo, actúa como freno para el flujo de glaciares y corrientes de hielo hacia el mar.

Científicos de Columbia University advierten que la vulnerabilidad de esta plataforma aumentó con el calentamiento global, aunque aún existe incertidumbre sobre el umbral exacto de temperatura que provocaría un deshielo irreversible.

El núcleo de sedimentos podría contener registros de hasta 23 millones de años, incluidos periodos en los que la Tierra experimentó temperaturas superiores a las actuales.

Los núcleos de sedimentos extraídos
Los núcleos de sedimentos extraídos revelan huellas milenarias de cambios climáticos y del avance y retroceso de las capas de hielo (SWAIS2C/Captura de pantalla)

Tecnología y desafíos en una expedición sin precedentes

La expedición emplea técnicas avanzadas de perforación y análisis geofísico. El equipo utiliza sistemas de radar y sísmica para obtener imágenes de la estructura interna del hielo y los sedimentos subyacentes, lo que brinda contexto crítico para interpretar los registros climáticos.

“Analizaremos las muestras para recolectar datos ambientales sobre cómo respondió la plataforma de hielo de Ross en estos periodos cálidos del pasado”, explicó Molly Patterson, co-jefa científica del proyecto, en declaraciones recogidas por Columbia University.

Los investigadores buscan microfósiles de algas marinas en los sedimentos, cuya presencia indicaría condiciones de océano abierto y el retroceso de la plataforma de hielo.

La expedición utiliza equipos de
La expedición utiliza equipos de alta precisión y métodos geofísicos para investigar el subsuelo helado en condiciones extremas (Anthony Powell/Antarctica New Zealand)

La expedición enfrenta desafíos logísticos y técnicos notables. El equipo debe operar en una de las regiones más remotas y hostiles del planeta, a más de 1.100 kilómetros de la base más cercana. El traslado de personal y suministros requirió un convoy de vehículos polares especializados y la utilización de radar de penetración terrestre para evitar grietas peligrosas en el trayecto.

Una vez en el sitio, científicos y técnicos viven en carpas sobre la nieve y trabajan en turnos continuos para aprovechar al máximo el tiempo disponible.

Huw Horgan, co-jefe científico, subrayó la complejidad de la misión: “Lo que intentamos hacer es complejo y sumamente desafiante, tanto desde el punto de vista técnico como científico”, afirmó en el comunicado de Columbia University.

El traslado de materiales y
El traslado de materiales y personal a una de las zonas más remotas del planeta implica compleja logística, uso de vehículos especializados y rigurosos protocolos de seguridad (Anthony Powell/Antarctica New Zealand)

Implicancias globales y urgencia ante el cambio climático

Los resultados de esta investigación tendrán implicaciones directas para la adaptación global frente al cambio climático. El núcleo de sedimentos permitirá identificar el “punto de inflexión” de temperatura que podría desencadenar el deshielo de la Antártida Occidental y, en consecuencia, un incremento abrupto del nivel del mar.

En 2024, la temperatura media global superó por primera vez el objetivo de 1,5℃ fijado en el Acuerdo de París, lo que suma urgencia a la búsqueda de respuestas sobre la estabilidad futura de la región. Columbia University destaca que comprender cuándo y cuánto hielo podría perderse es esencial para que las sociedades costeras se preparen ante los posibles escenarios de incremento del mar.

La información recolectada por la expedición será clave para anticipar los riesgos y diseñar estrategias de adaptación en las comunidades más vulnerables al aumento del nivel del mar, especialmente para los cientos de millones de personas que habitan zonas costeras bajas en el mundo.