El ocaso de los glaciares austríacos: una amenaza irreversible

La pérdida acelerada de glaciares en Austria es un claro indicio del avance del cambio climático -asegura Der Spiegel-, con implicaciones profundas para el suministro de agua y la estabilidad de los ecosistemas alpinos

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Los glaciares austriacos enfrentan una
Los glaciares austriacos enfrentan una desaparición casi total debido al avance del cambio climático (AP)

Los glaciares de Austria, símbolos de la majestuosidad alpina, se encuentran al borde de la extinción. Incluso si el mundo lograra limitar el aumento de la temperatura media global a 1,5 °C, como estipula el Acuerdo de París, las masas de hielo del país no escaparían a un destino fatal.

Investigadores advirtieron en la revista científica The Cryosphere que la desaparición de gran parte de los glaciares austriacos es prácticamente inminente.

El calor, intensificado por el cambio climático, representa el mayor enemigo de los glaciares. Este fenómeno, cada vez más agudo, expuso las formaciones de hielo a un deterioro sin precedentes, dibujando un futuro sombrío para estos gigantes naturales, explicó Der Spiegel.

Un retroceso acelerado en las últimas décadas

Los datos recopilados por el equipo de investigación austro-británico muestran que entre 2006 y 2017, las regiones de Ötztal y Stubai perdieron aproximadamente el 20 % de su masa glaciar.

Durante ese mismo periodo, cinco glaciares desaparecieron por completo, una señal clara de que la transformación del paisaje avanza a un ritmo alarmante.

Las imágenes y mediciones de campo refuerzan esta evidencia, constatando que las pérdidas de volumen de hielo son mucho más rápidas de lo que se había previsto en estudios anteriores.

Escenarios climáticos: un futuro sin hielo

Investigadores advierten que incluso limitando
Investigadores advierten que incluso limitando el calentamiento global a 1,5 °C, los glaciares seguirían retrocediendo (AP)

La investigación, liderada por Lea Hartl de la Academia Austriaca de Ciencias, se basa en modelos que proyectan distintas trayectorias según el nivel de calentamiento global.

En el escenario más favorable, donde el aumento de la temperatura se limite a 1,5 °C, hacia el año 2100 solo subsistiría un 3 % de la masa glaciar actual en Ötztal/Stubai.

Sin embargo, si el calentamiento alcanza los 2 °C —lo que parece más probable dados los actuales compromisos de reducción de emisiones—, esta drástica pérdida se adelantaría en unas tres décadas.

Más preocupante aún, según Fabien Maussion, de la Universidad de Innsbruck, si se cumplen las proyecciones actuales de las políticas climáticas —que apuntan a un incremento de 2,7 °C—, los glaciares austriacos desaparecerán por completo alrededor del año 2075.

“El objetivo de 1,5 grados —y, por lo tanto, la posibilidad de preservar una pequeña porción de la masa glaciar regional— aún es alcanzable, pero la ventana de oportunidad se está cerrando muy rápidamente”, subrayó Maussion.

Del hielo vivo al “hielo muerto”

La situación es tan crítica que los fragmentos de hielo que logren subsistir ya no podrían considerarse verdaderos glaciares. Según explicó Hartl, para que una masa de hielo se clasifique como glaciar debe presentar movimiento de flujo y contar con una zona de alimentación.

Los restos inertes y aislados, que carezcan de estas características, pasarán a denominarse “hielo muerto”.

Esta transformación es terminológica, representando la pérdida funcional de los glaciares como reservorios de agua, reguladores climáticos y formaciones geológicas dinámicas.

Implicaciones más allá del paisaje

Los fragmentos de hielo subsistentes
Los fragmentos de hielo subsistentes serán considerados “hielo muerto” al carecer de movimiento y zona de alimentación (AP)

La desaparición de los glaciares austriacos tendrá profundas repercusiones. Más allá de la pérdida visual y patrimonial, afectará el suministro de agua en las regiones alpinas, incrementará el riesgo de desastres naturales como avalanchas y alterará ecosistemas enteros que dependen de las condiciones glaciales.

Además, este fenómeno es un indicio tangible del avance del cambio climático, cuyos efectos ya se sienten en todo el planeta y que pone en riesgo a comunidades humanas y sistemas naturales por igual.

Un llamado a la acción urgente

El dramático retroceso de los glaciares en Austria constituye un llamado de atención global. La ciencia ofrece aún una posibilidad de salvaguardar parte de estas formaciones, pero el margen de maniobra es cada vez más estrecho.

La preservación de los glaciares, aunque sea en forma residual, dependerá de medidas inmediatas, ambiciosas y coordinadas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento global. El tiempo, como el hielo, se está agotando.