El color que salva vidas: por qué las ardillas negras viven más que las grises

Un estudio citado por New Scientist revela que las ardillas negras -en comparación con las grises- tienen más posibilidades de sobrevivir en entornos urbanos

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La ventaja de supervivencia favorece
La ventaja de supervivencia favorece la reproducción de las ardillas negras en entornos urbanos (Freepik)

Las ciudades no solo transforman la vida de los humanos, sino también la de los animales que las habitan. Un reciente estudio citado por New Scientist sugiere que la evolución de las ardillas negras en Syracuse, Nueva York, está siendo impulsada por la mortalidad en las carreteras.

Al parecer, su color oscuro les otorga una ventaja inesperada: al ser más visibles para los conductores que las ardillas grises, sufren menos atropellos y, por lo tanto, tienen más posibilidades de sobrevivir y reproducirse en entornos urbanos.

La diversidad de colores en las ardillas grises

Las ardillas grises (Sciurus carolinensis), a pesar de su nombre, no son exclusivamente de ese color. En su área de distribución nativa, que abarca el este de América del Norte, se pueden encontrar en tonos grises, negros e incluso blancos.

La variedad más común es la gris, pero en algunos lugares, como la ciudad de Syracuse, las ardillas negras representan aproximadamente el 50% de la población, según explica Bradley Cosentino, investigador del Hobart and William Smith Colleges.

En estudios previos, Cosentino y su equipo habían determinado que en zonas rurales la selección natural favorece a las ardillas grises.

La razón parece ser que las ardillas negras son más fáciles de detectar por los depredadores, lo que reduce su supervivencia en entornos boscosos.

Sin embargo, esta tendencia no explicaba por qué en las ciudades la población de ardillas negras era más abundante que la de sus contrapartes grises.

Las ciudades presentan una dinámica
Las ciudades presentan una dinámica diferente donde las ardillas negras son más abundantes que las grises (Freepik)

Un estudio sobre la mortalidad en carreteras

Para comprender mejor esta aparente paradoja, el equipo de Cosentino llevó a cabo una serie de estudios entre otoño de 2022 y primavera de 2023.

Durante este período, realizaron 50 relevamientos de ardillas atropelladas, recorriendo un total de 2.600 kilómetros en Syracuse y sus alrededores.

A su vez, analizaron más de 100.000 fotografías de ardillas en la zona para determinar la proporción de cada morfo de color.

Los resultados fueron sorprendentes: en un radio de entre 10 y 12 kilómetros desde el centro de la ciudad, las ardillas negras estaban un 30% menos representadas entre los ejemplares hallados muertos en las carreteras.

Esto sugiere que su coloración oscura podría estar protegiéndolas de una de las principales causas de mortalidad en entornos urbanos.

La ventaja de ser más visible

Las ardillas negras parecen tener una ventaja evolutiva en la ciudad debido a un factor crucial: la visibilidad.

Estudios previos ya habían demostrado que los seres humanos detectan con mayor rapidez a las ardillas negras que a las grises.

Este pequeño margen de ventaja visual podría ser determinante en las calles y carreteras urbanas. En un entorno donde los vehículos se mueven a gran velocidad, incluso una fracción de segundo puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Si los conductores logran ver a una ardilla negra con más anticipación, tienen más tiempo para frenar o esquivarla, reduciendo significativamente la probabilidad de atropello.

Las ardillas negras podrían tener
Las ardillas negras podrían tener una ventaja evolutiva en el entorno urbano (Freepik)

Este fenómeno sugiere que el color de las ardillas está desempeñando un papel importante en su supervivencia y reproducción en entornos urbanos, lo que podría estar impulsando su evolución en estas áreas.

¿Selección natural en la ciudad?

Cosentino y su equipo proponen que la menor incidencia de atropellos en las ardillas negras está favoreciendo su proliferación en la ciudad, mientras que en áreas rurales la presión de los depredadores sigue beneficiando a las ardillas grises.

Sin embargo, los investigadores advierten que podrían existir otros factores que contribuyan a esta diferencia.

Por ejemplo, es posible que las ardillas negras y las grises tengan comportamientos distintos a la hora de cruzar calles, con las negras tomando menos riesgos.

También podría haber diferencias en sus patrones de actividad, lo que influiría en su exposición a peligros urbanos.

Josh Twining, investigador de la Universidad Estatal de Oregón, considera que esta hipótesis es interesante y que los datos son consistentes con la idea, pero subraya que, al tratarse de correlaciones, aún no se puede establecer una relación causal definitiva.

Los efectos de la urbanización en la evolución animal

Este estudio es un ejemplo fascinante de cómo la actividad humana puede influir en la evolución de las especies, a menudo de manera involuntaria.

La urbanización ha creado un nuevo tipo de hábitat, con desafíos y oportunidades distintas a las que existen en la naturaleza.

La adaptación de las ardillas negras a las ciudades recuerda otros casos de evolución impulsada por el entorno urbano, como las palomas con plumaje oscuro, que son más resistentes a la contaminación, o las polillas industriales en Inglaterra, cuya coloración cambió en respuesta a la contaminación durante la Revolución Industrial.

A medida que las ciudades continúan expandiéndose, es probable que veamos más ejemplos de especies que modifican sus características para adaptarse a estos nuevos ecosistemas.

En el caso de las ardillas negras de Syracuse, su éxito parece estar ligado a un factor inesperado: la capacidad de ser vistas y evitar el peligro en un mundo dominado por el tráfico y la velocidad.