Cuando la fatiga se convierte en rutina: cómo identificar el burnout y recuperar el bienestar

Sentirse agotado en el trabajo se volvió parte del día a día para millones de personas. Reconocer los síntomas y comprender qué factores lo provocan es el primer paso para enfrentar este fenómeno que, según especialistas, afecta a la salud y la motivación

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El agotamiento laboral afecta a
El agotamiento laboral afecta a más de un tercio de los empleados y deteriora la productividad en las organizaciones

Llega el lunes y, en lugar de renovarse, el cuerpo amanece más pesado. La bandeja de entrada rebosa, las tareas parecen multiplicarse y hasta las actividades más rutinarias demandan un esfuerzo inmenso. Esa fatiga, que a menudo se arrastra durante semanas o meses, trasciende el simple estrés diario. En una reunión cualquiera, se observan miradas apagadas, gestos cansados y un deseo compartido de escapar, aunque sea por un instante, del circuito interminable del trabajo.

El impacto silencioso del agotamiento laboral en organizaciones y trabajadores

El agotamiento laboral o burnout afecta a más de un tercio de los empleados y se ha convertido en una experiencia habitual para millones de personas que ven deteriorado su bienestar y la productividad en su entorno profesional.

Una reciente encuesta realizada por la consultora Robert Half, citada por Tufts University, revela que el 36% de los empleados presentan síntomas de agotamiento laboral y el 33% afirma que su situación ha empeorado en el último año.

La sobrecarga de tareas y
La sobrecarga de tareas y la falta de autonomía aumentan el riesgo de burnout en el entorno laboral

Este fenómeno, reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), impacta tanto en la salud individual como en el ambiente y la productividad de las organizaciones. Una de las expertas citadas en el informe realizado por Tufts University es Mary Davis, autora del libro Jobs, Health, and the Meaning of Work, quién advierte que el agotamiento laboral tiene consecuencias negativas en cualquier profesión y remarca la urgencia de una respuesta estructural.

¿Qué es el agotamiento laboral o burnout?

La OMS define el agotamiento laboral o burnout como un fenómeno ocupacional manifestado en tres dimensiones principales: agotamiento físico y mental persistente, desconexión emocional con el trabajo —donde las tareas se perciben como carentes de sentido— y disminución de la eficacia profesional. Cuando se agrava, quienes lo padecen pueden mostrar menor productividad, irritabilidad o responder de manera poco civilizada, sobre todo en trabajos de trato interpersonal. Davis ejemplifica este cuadro con enfermeros que, ante una demanda excesiva, pierden la paciencia con pacientes o colegas.

La magnitud del problema crece año tras año. Los datos de Robert Half muestran que el porcentaje de trabajadores agotados va en aumento. Esta realidad ha impulsado a muchas organizaciones a adoptar la definición de la OMS y exigir entornos de trabajo más saludables.

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Los horarios irregulares y la escasa previsibilidad agravan el agotamiento laboral, especialmente en profesiones con turnos rotativos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cómo identificar el agotamiento laboral o burnout

Los principales factores que aumentan la vulnerabilidad al agotamiento incluyen sobrecarga de tareas, escasa autonomía sobre horarios y funciones, y la desalineación entre los valores personales y los objetivos de la organización. Un entorno donde el empleado no influye en la organización de su propio trabajo incrementa el riesgo de agotamiento. Otros elementos que agravan el agotamiento son los horarios irregulares y la falta de previsibilidad en la jornada laboral. Según Davis en profesiones como la enfermería o la policía, los turnos rotativos o dobles elevan los niveles de agotamiento.

Reconocer los síntomas no siempre es sencillo. Davis explica que, bajo elevados niveles de estrés, las personas pierden autopercepción y dejan de identificar señales clave, como el cansancio extremo o las reacciones desproporcionadas. Sin embargo, algunas sí logran advertir estos signos y actuar.

De acuerdo con la experta citada por Tufts University, la estabilidad en los horarios y la posibilidad de planificar la vida personal repercuten positivamente en la salud de los empleados. Además, sentir que el trabajo tiene un impacto positivo en los demás fortalece la resistencia y reduce la rotación, mientras que los ambientes de alta demanda con bajo control son especialmente nocivos. En cambio, situaciones que combinan exigencia y autonomía pueden resultar estimulantes.

El 36% de los empleados
El 36% de los empleados presenta síntomas de agotamiento laboral, según una encuesta citada por Tufts University (Imagen Ilustrativa Infobae)

Estrategias para afrontar el agotamiento laboral

Las investigaciones citadas por Tufts University muestran que las estrategias más exitosas nacen desde la organización. Cambios en la cultura empresarial, políticas de personal que eviten la sobrecarga y la implementación de horarios estables y previsibles benefician a todo el equipo y no dependen solo de las capacidades individuales.

Para quienes ya presentan agotamiento, mantener un estilo de vida saludable puede ser un sostén, aunque esta medida solo ayuda de manera temporal si persisten las causas estructurales. En ocasiones, un cambio dentro de la misma organización —asumir un puesto distinto o unirse a otro equipo— brinda cierto alivio. Sin embargo, Davis enfatiza que las soluciones de largo plazo requieren transformaciones en la estructura y la cultura organizacional.

Cuando el ambiente de trabajo deteriora de forma continuada el sentido de propósito y bienestar, la única opción viable puede ser un cambio profundo, dentro o fuera de la organización.

Las estrategias más efectivas para
Las estrategias más efectivas para combatir el burnout surgen de cambios estructurales en la cultura y políticas organizacionales (Imagen Ilustrativa Infobae)

El valor de escuchar las señales y construir nuevos hábitos

A veces, basta con prestar atención a ese cansancio que no desaparece para descubrir un mensaje urgente sobre el modo en que trabajamos y vivimos.

Las pequeñas señales importan; pueden ser el primer paso para buscar ayuda, cambiar rutinas y reclamar espacios más saludables, tanto para uno mismo como para quienes nos rodean. Recuperar el bienestar, en definitiva, no es un destino aislado, sino el resultado de decisiones —propias y colectivas— que permiten, lentamente, devolverle sentido y energía al día a día laboral.