
Jonathan Anderson, el diseñador originario de Irlanda de Norte, reconocido por transformar a Loewe en un referente de innovación y vanguardia, fue nombrado nuevo director creativo de Christian Dior Couture. De este modo, la marca de lujo da inicio a una etapa experimental para la histórica maison francesa.
El anuncio se concretó seis meses después de la salida del diseñador de ropa masculina de Dior, Kim Jones, y apenas cuatro días tras la última colección de Maria Grazia Chiuri en Roma.
Según Vogue Business, Delphine Arnault, presidenta y directora ejecutiva de Dior, afirmó: “Para cualquier casa, encontrar una nueva dirección artística puede ser un reto”. Esta afirmación muestran que la llegada de Anderson responde a un contexto de transformación en la industria del lujo, con expectativas de revitalización comercial.
En palabras de Arnault: “Habrá consistencia y coherencia en los productos, pero también en términos de comunicación; creo que nuestro mensaje será mucho más claro”.
Trayectoria personal y profesional

Jonathan Anderson nació en 1984 en Magherafelt, Irlanda del Norte, en medio del conflicto norirlandés, una experiencia que, según declaró a New York Magazine, moldeó su carácter: “Te hace bastante duro porque emocionalmente te endurecía”.
Su padre, Willie Anderson, ex capitán de la selección irlandesa de rugby, y su madre, Heather, profesora de inglés, apoyaron su vocación artística, llegando incluso a volver a hipotecar la casa familiar para financiar su formación.
Tras estudiar interpretación en Washington D. C. y trabajar en los grandes almacenes Brown Thomas de Dublín, Anderson se sumergió en el mundo de la moda.
Con este horizonte, fue aceptado en el London College of Fashion, gracias a un curso piloto de moda masculina. En 2008 fundó su propia marca, JW Anderson, captando la atención del grupo LVMH, que adquirió una participación minoritaria en 2013.
Transformación de Loewe bajo su liderazgo

El ingreso de Anderson a Loewe en 2013 significó un viraje radical para la firma española. De acuerdo con The Guardian, convirtió a la marca en una “máquina de propaganda de la semana de la moda y una potencia de Hollywood”.
Durante su liderazgo artístico, se destacaron campañas con figuras como Dame Maggie Smith y colaboraciones con artistas como Lynda Benglis, además de propuestas conceptuales, como tacones con huevos de plexiglás rotos.
Bajo su mirada, los ingresos anuales de Loewe se multiplicaron por cinco. Entre sus creaciones más emblemáticas figura el bolso Puzzle, considerado uno de los accesorios más deseados de la última década. Al tiempo que celebridades como Beyoncé, Zendaya y Greta Lee vistieron sus diseños, consolidando la identidad vanguardista de la marca.
Ingresos y despedidas, la renovación en Dior

La salida de Maria Grazia Chiuri, la primera mujer en dirigir la línea femenina de Dior, abrió el camino para un cambio en la dirección artística. La artista del mundo del fashionista modernizó los códigos femeninos de la maison y promovió colaboraciones con artesanas, aunque algunas miradas despertaron el debate.
En tanto, la llegada de Anderson, según Arnault, representa “una visión que entusiasma por completo”, siendo que la renovación en Dior se enmarca en una reconfiguración más amplia del sector.
En ese tono, The Guardian identificó una “frenética ronda de sillas musicales” en las casas de lujo: Chanel incorporó a Matthieu Blazy y Gucci apostó por Demna.
Esta dinámica redujo la representación femenina en cargos creativos de alto nivel. Tras la salida de Chiuri, solo Sarah Burton (Givenchy) y Louise Trotter (Bottega Veneta) permanecen en puestos de liderazgo.
Estilo vanguardista y nuevos retos

Anderson es reconocido por un enfoque disruptivo que se aleja de la tradición del corte y el drapeado. Sus colecciones incorporan elementos de la artesanía, el surrealismo y referencias culturales inusuales.
Un ejemplo fue su corsé de cuero rojo con forma de barriga, usado por Rihanna en el Super Bowl 2023, pieza que anunció el embarazo de la artista y se volvió viral en redes sociales. Además, sus desfiles a menudo integran colaboraciones con artistas visuales, transformando pasarelas en instalaciones inmersivas.
Lo cierto es que Anderson enfrenta un desafío considerable y LVMH, que integra Dior, espera que su visión artística contribuya a este desafío. Ahora, el próximo paso será mantener la relevancia de la maison sin sacrificar su herencia, apostando por la creatividad disruptiva como motor de renovación.
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