Revelan qué le sucede al cerebro cuando vemos vídeos a velocidades más rápidas de lo normal

Esta práctica es muy extendida entre estudiantes que están en busca de eficiencia y aprovechamiento del tiempo

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Entre los efectos más notables,
Entre los efectos más notables, figuran el aprendizaje y la recuperación de recuerdos. (Freepik)

Hoy en día, resulta común encontrar personas que aceleran la velocidad de reproducción al escuchar pódcast, audiolibros o incluso al ver videos informativos y clases en línea. Esta costumbre se ha extendido especialmente entre los jóvenes, al punto de convertirse en una norma en algunos contextos educativos. En encuestas recientes, la mayoría de estudiantes admitieron modificar la velocidad al consumir contenidos digitales, en busca de eficiencia y aprovechamiento del tiempo.

Pero, ¿qué efectos tiene esta práctica en el cerebro?

El proceso de comprensión auditiva implica varias etapas en la memoria. En primer lugar, durante la codificación, el cerebro necesita tiempo para procesar y entender la sucesión de palabras que escucha. Las palabras deben identificarse, analizarse en su contexto y asociarse con conocimientos previos. Normalmente, una persona suele hablar a un ritmo de aproximadamente 150 palabras por minuto. Sin embargo, duplicar o triplicar esa velocidad es posible sin que el mensaje deje de ser inteligible, aunque esto no garantiza la calidad en la formación de recuerdos.

La información recibida entra primero en la denominada memoria de trabajo, que solo puede manejar cierta cantidad de datos simultáneamente. Si la cantidad de información supera esta capacidad, se produce una sobrecarga cognitiva y parte del contenido recién adquirido se pierde antes de pasar a la memoria a largo plazo.

Muchas personas ven videos a
Muchas personas ven videos a alta velocidad para optimizar el uso de su tiempo. (Freepik)

Efectos sobre el aprendizaje y la recuperación de recuerdos

Diversos estudios han evaluado cómo influye la velocidad de reproducción en el aprendizaje. Un metaanálisis que incluyó 24 investigaciones sobre el visionado de conferencias comparó el desempeño de personas que miraron videos a velocidad normal (1x) con el de aquellas que emplearon velocidades superiores (1,25x, 1,5x, 2x y 2,5x). Al finalizar, ambos grupos respondieron pruebas diseñadas para medir cuánto recordaban del contenido visto.

Los resultados demostraron que, hasta una velocidad de 1,5x, la reducción del rendimiento fue mínima. Sin embargo, cuando la reproducción alcanzó o superó 2x, el descenso en la retención de información fue moderado o alto. Por ejemplo, en situaciones donde un grupo obtenía en promedio un 75% en el examen, aumentarla a 1,5x reducía el rendimiento en dos puntos porcentuales, mientras que elevarla a 2,5x producía una caída media de 17 puntos porcentuales.

Diferencias de edad y adaptación a la velocidad

La edad de los consumidores de contenido también tiene un impacto en la capacidad de asimilar material a mayor rapidez. Investigaciones han encontrado que los adultos mayores (entre 61 y 94 años) experimentan un descenso mayor en la retención de información comparados con los adultos jóvenes (de 18 a 36 años) cuando emplean velocidades de reproducción acelerada. Este fenómeno podría reflejar la disminución natural de la capacidad de memoria relacionada con la edad. Así, quienes pertenecen a grupos etarios mayores podrían beneficiarse de mantener o incluso reducir la velocidad de reproducción para maximizar la comprensión.

Las investigaciones también hallaron efectos
Las investigaciones también hallaron efectos en distintos grupos etarios. (Freepik)

Quedan interrogantes sobre si el entrenamiento o la experiencia frecuente con velocidades rápidas puede disminuir estos efectos negativos. Es posible que los jóvenes, por estar más habituados, sean capaces de lidiar mejor con la sobrecarga cognitiva, aunque no se cuenta aún con suficiente evidencia científica sobre este punto.

Efectos desconocidos a largo plazo

Hay un debate abierto acerca de las posibles consecuencias duraderas de la reproducción acelerada, tanto positivas —como una mejora en el manejo de cargas cognitivas intensas—, como negativas —por ejemplo, el aumento de la fatiga mental—. Por el momento, no existen datos sólidos para determinar estos impactos.

Otro aspecto relevante es que, si bien el rendimiento en memoria puede no verse afectado con velocidades apenas superiores a la normal, la experiencia emocional suele ser menos satisfactoria. Esto podría impactar la motivación para continuar aprendiendo o consumir contenidos educativos. No obstante, dado que la visualización rápida se ha vuelto más común, es posible que con el tiempo la incomodidad inicial disminuya.