La anécdota de hace 33 años que vincula a la mano derecha de Alberto Fernández con uno de los mejores bailarines de la historia argentina

Santiago Cafiero e Iñaki Urlezaga se encontraron por primera vez ayer y compartieron un recuerdo que los une

Guardar
Santiago Cafiero e Iñaki Urlezaga
Santiago Cafiero e Iñaki Urlezaga

Una tarde de hace 33 años, una abuela y su nieto de 9 años consiguieron una audiencia con la esposa del gobernador bonaerense para hacerle una extraña petición. Ana Goitía, la esposa del peronista Antonio Cafiero, se encontró en su despacho con un niño oriundo de La Plata que le explicó que necesitaba ayuda para cumplir su sueño: estudiar danza en el Teatro Colón.

El pequeño Iñaki no era plenamente consciente de la situación, pero esa señora menudita, bajita y de pelo corto le aseguró con ternura que iban a encontrar la forma de ayudarlo. “No te hagas problema porque a vos el Colón te espera”, le dijo. Tres décadas después, y con una notable carrera internacional a sus espaldas, Iñaki Urlezaga lo recuerda a la perfección. Dice que lo que más le quedó grabado fue la sensibilidad y la ternura de esa mujer.

Un año antes, cuando paseaban por la ciudad de Buenos Aires -como acostumbran hacer muchas familias platenses-, los padres de Iñaki le señalaron el Teatro Colón. Al ver el edificio, el aspirante a bailarín sintió una conmoción que, según cuenta, no volvería a experimentar nunca en su vida. Desde los tres años que bailaba y había estudiado en diferentes lugares en La Plata. Pero en ese momento supo que su destino estaba allí.

Insistió tanto que sus padres se movilizaron para conseguirle la oportunidad de rendir los exámenes de ingreso al Instituto Superior de Arte del teatro, donde se forman los mejores bailarines del país. Gracias a su talento y pasión pudo aprobar todas las pruebas y ganarse su lugar.

Iñaki en el Teatro Colón
Iñaki en el Teatro Colón

Sin embargo, entre diciembre y marzo -cuando comenzaban las clases- la familia se dio de frente con un problema que hasta ese momento no había considerado. Viajar seis veces por semana dos horas de ida y otras dos de vuelta no solo consumía mucho tiempo, sino también mucho dinero. Dinero que no tenían.

Ante este panorama, la abuela Rosa -mejor dicho la abuela Baba- decidió ayudar a su nieto. Ella había sido una de las principales responsables de transmitirle el amor por la danza clásica. También se encargaría de resolver el problema financiero.

Por medio de un conocido, consiguió una audiencia con la esposa del gobernador. Una mujer que, en línea con la tradición de Eva Perón, se encargaba personalmente de la ayuda social desde la administración provincial. Como no existían becas ni mecanismos formales para apoyar a Iñaki en su sueño, tuvo que recurrir a la imaginación.

Finalmente, le consiguió una suerte de cuponera con pasajes para que pudiera viajar a diario con alguno de sus padres en el Río de la Plata, el colectivo de larga distancia que luego pasaría a llamarse Costera. Durante cuatro años, el futuro primer bailarín del Royal Ballet de Londres, fue y vino entre Buenos Aires y La Plata. A veces incluso dos veces en el mismo día.

Uñaki Urlezaga
Uñaki Urlezaga

Cada año se presentaba en la misma oficina para mostrar los avances en su formación y para pedir una nueva cuponera de pasajes. Algunos años después, cuando cambió el gobierno, Iñaki perdió su “beca” improvisada. No obstante, ya tenía 12 años, viajaba solo y ya no había dudas sobre su vocación. “La vida empujó para adelante y seguí. Pero recuerdo que sentí la desprotección el día que no estuvieron más. A veces el Estado puede ayudarte mucho”, recuerda ahora Iñaki a Infobae.

Iñaki continuó con su formación. Recibió una beca para perfeccionarse en el American Ballet y al regresar se incorporó como primer bailarín al ballet del Teatro Argentino de La Plata bajo la dirección de Esmeralda Agoglia. En 1993 ingresó al Ballet Estable del Teatro Colón, allí también fue primera figura. Dos años más tarde, pasaría al Royal Ballet de Londres por invitación de Sir Anthony Dowell, en donde bailó hasta el 2005 en todas sus temporadas del Covent Garden. Tras una larga carrera como bailarín, impulsaría la formación del Ballet Clásico Nacional.

A 33 años, Iñaki decidió reunirse para contarle la historia al nieto de la señora que lo ayudó cuando era pequeño. Santiago Cafiero, mano derecha de Alberto Fernández y nieto de Ana, se emocionó al escuchar la anécdota.

Se me puso la piel de gallina. Ese reconocimiento es espectacular. Esa semilla que sembró mi abuela. Lamentablemente murió antes de que Iñaki la rompa. Pero me parece que lo hubiera disfrutado mucho”, le dijo a Infobae.

Y explicó: “Mi abuela en la gobernación recibía a mucha gente. Hizo mucha tarea social, también en las cárceles. Hizo la primera comisaría de la mujer. El primer Consejo de la Mujer y la Familia. Hizo mucha tarea social y de género durante la gobernación de mi abuelo”.

Alberto Fernández y Santiago Cafiero
Alberto Fernández y Santiago Cafiero

Los dos nietos se juntaron este viernes por gestiones de Juan Manuel, un amigo en común. “Cuando desde la política se sabe sembrar se pueden cambiar realidades para siempre. Anita me dio hace 33 años la mejor ayuda que podía recibir un niño, la posibilidad de estudiar y aprender en la danza que era mi sueño. Qué lindo y justo es poderlo compartir hoy con vos Santiago!”, publicó el bailarín en las redes sociales.

Nunca había contado la historia. Su abuela murió el 2 de agosto de este año. “Me entristece mucho que ya no esté para escuchar la anécdota porque fue una de las personas que más me ayudó en mi carrera”, lamentó.

Y también reivindicó el rol de la política y la contención social: “Mi historia a lo mejor hubiera sido otra si no hubiera tenido esta ayuda del Estado. Para algunas personas es vital y necesario. Muy agradecido estoy de que haya habido una persona sensible que me dio la posibilidad”.

Iñaki partirá el lunes rumbo a Rusia. Allí se encargará, como coreógrafo, de adaptar al ballet una novela del poeta ruso Pushkin -La Dama de Picas- para una celebración que se llevará adelante en San Petersburgo. Santiago Cafiero se quedará acá, ya se imagina como jefe de Gabinete de Alberto Fernández.

Seguí leyendo: