La ciencia confirma que tener amigos y una vida social activa retrasa el envejecimiento celular

Un estudio mostró que las personas con vínculos personales sólidos presentan menores niveles de inflamación y mejores parámetros de salud general

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Nuevos hallazgos muestran que la
Nuevos hallazgos muestran que la interacción social sostenida ralentiza procesos biológicos relacionados con la edad, gracias a mecanismos epigenéticos y menor inflamación sistémica, según investigaciones publicadas en revistas especializadas (Imagen Ilustrativa Infobae)

La ciencia aporta nuevas pruebas a una idea ampliamente compartida: mantener una vida social activa podría ser clave para retrasar el envejecimiento biológico e impulsar la longevidad.

Un estudio publicado este mes en la revista Brain, Behavior, & Immunity Health, analizó a más de 2.100 adultos estadounidenses y concluyó que quienes cuentan con vínculos sociales sólidos y duraderos presentan un envejecimiento celular más lento y menores niveles de inflamación.

Estos resultados sugieren que la calidad y profundidad de las relaciones personales a lo largo de la vida pueden influir de manera tangible en la salud.

“Muy pocos factores han ralentizado el envejecimiento epigenético (metilación), como el ejercicio. Este estudio demostró ese efecto en la interacción social”, señaló hoy Eric Topol, médico cardiólogo y experto en longevidad.

En un posteo en su cuenta de X (ex Twitter), Topol retomó y coincidió con las declaraciones del doctor Brandon Luu, especialista en medicina interna y actividad deportiva: “La gente se obsesiona con los suplementos y los biohacks mientras ignora uno de los factores más importantes de la longevidad: mantener relaciones sociales sólidas".

Relaciones sociales sólidas a lo largo de la vida

Investigaciones de la Universidad de
Investigaciones de la Universidad de Cornell subrayan que la profundidad y regularidad de las conexiones afectivas a lo largo de la vida determinan el ritmo del envejecimiento y la protección frente a enfermedades crónicas (Imagen ilustrativa Infobae)

El trabajo, liderado por Anthony Ong, profesor de psicología en la Universidad de Cornell, introduce el concepto de “ventaja social acumulada” para describir el impacto de los lazos sociales mantenidos desde la infancia hasta la adultez. Esta ventaja se construye a partir de cuatro pilares:

  • El apoyo parental en la niñez
  • La integración en la comunidad y el vecindario
  • La participación en grupos religiosos o con fines altruistas
  • El apoyo emocional continuo de amigos y familiares

Ong y sus colegas comprobaron que las personas con más altos niveles de lo que llaman “ventaja social acumulada” presentan “un envejecimiento epigenético más lento y niveles más bajos de inflamación crónica”.

Esta ventaja social tiene que ver con la profundidad y amplitud de las conexiones sociales a lo largo del tiempo.

Mecanismos biológicos y relojes epigenéticos

Estudios actuales evidencian que la
Estudios actuales evidencian que la inversión en relaciones personales duraderas puede ser un factor decisivo en la salud a largo plazo (Imagen Ilustrativa Infobae)

El estudio utilizó herramientas avanzadas para medir el envejecimiento biológico, conocidas como “relojes epigenéticos”. En particular, se analizaron patrones de metilación del ADN, permitieron estimar la edad biológica de los participantes y compararla con su edad cronológica.

Los resultados mostraron que quienes contaban con mayor ventaja social acumulada presentaban perfiles epigenéticos más jóvenes y niveles más bajos de inflamación sistémica, medidos a través de la interleucina-6, una molécula asociada a enfermedades cardíacas, diabetes y neurodegeneración.

A diferencia de investigaciones previas que se centraban en factores sociales aislados, como el estado civil o el número de amistades, este trabajo abordó la vida social como un fenómeno multidimensional y acumulativo.

Ong destacó que el efecto acumulativo de los recursos sociales se suma a lo largo del tiempo y moldea la trayectoria de la salud de manera medible. Sin embargo, el estudio aclara que no basta con una amistad ocasional o una participación puntual en actividades comunitarias; lo que realmente importa es la constancia y profundidad de los vínculos sociales a lo largo de las décadas.

En cuanto a los mecanismos biológicos implicados, la “ventaja social acumulada” se refleja en sistemas reguladores centrales del envejecimiento, como las vías epigenéticas, inflamatorias y neuroendocrinas.

Científicos alertan que la falta
Científicos alertan que la falta de apoyo emocional sostenido y la integración comunitaria insuficiente aceleran procesos celulares asociados al envejecimiento, afectando especialmente a quienes enfrentan desigualdades materiales y educativas (Imagen Ilustrativa Infobae)

El hallazgo más destacado es la asociación entre una vida social rica y niveles reducidos de interleucina-6, lo que sugiere un menor riesgo de enfermedades crónicas.

Por otro lado, no se observó una relación significativa entre la vida social y los marcadores de estrés agudo, como el cortisol o las catecolaminas, lo que indica que el efecto protector de las relaciones personales se manifiesta principalmente en procesos biológicos de largo plazo y no en respuestas inmediatas al estrés.

Desventajas materiales y biológicas

“El origen étnico, la clase social y el nivel educativo determinan la probabilidad de crecer con padres que apoyan, sentirse integrado en instituciones comunitarias o tener amigos y parejas que brindan un apoyo constante”, señaló Ong.

Es decir, quienes están en desventaja material también pueden estar en desventaja biológica por la carencia de apoyo social sostenido, lo que acelera los procesos de envejecimiento.

El equipo de la Universidad de Cornell enfatizó que “la profundidad y la consistencia de la conexión social, construida a lo largo de décadas y en diferentes ámbitos de la vida, es profundamente importante” para la salud.

“Deberías pensar en las conexiones sociales como una cuenta de jubilación. Cuanto antes empieces a invertir y más constante sea tu aporte, mayor será tu rentabilidad. Nuestro estudio demuestra que estas rentabilidades no son solo emocionales, sino biológicas. Las personas con conexiones sociales más sólidas y duraderas envejecen más lentamente a nivel celular. Envejecer bien implica mantenerse sano y conectado: son inseparables”, concluyó Ong.

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