
En América Latina, la salud pulmonar de sus habitantes recibe menos atención de la que necesita y se ignoran síntomas como la tos frecuente, la dificultad para respirar o los silbidos al exhalar.
Tres investigadoras de la región describieron cuáles son las cinco enfermedades más comunes de los pulmones. Son coautoras de un capítulo del nuevo libro Handbook of Latin American Health Psychology, publicado por Springer Nature.
Las patologías son: enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma, infecciones respiratorias agudas, tuberculosis pulmonar y cáncer de pulmón.

Al describir la situación de cada una, advirtieron que la falta de conciencia genera diagnósticos tardíos y limita el acceso a tratamientos adecuados.
“La baja prioridad que ocupan las enfermedades respiratorias en las políticas sanitarias dificulta la prevención y el manejo integral”, escribieron.
Señalaron también que existen desigualdades entre las grandes ciudades y regiones rurales, donde los recursos y profesionales de salud resultan escasos.

Entre los factores que aumentan los riesgos de problemas pulmonares, figuran el consumo de productos del tabaco, la exposición al humo de leña, la contaminación del aire, la pobreza y la nutrición deficiente.
Por eso, las investigadoras subrayaron que se necesitan campañas educativas y estrategias integradas, tanto desde hospitales como a nivel comunitario. Actualmente, miles de personas atraviesan cuadros respiratorios sin diagnóstico ni tratamiento.
Cómo funcionan los pulmones

Los pulmones constituyen órganos esenciales que extraen oxígeno del aire y expulsan dióxido de carbono, un gas de desecho.
Cada vez que se inhala, el aire baja hasta unos sacos diminutos llamados alvéolos, donde el oxígeno pasa a la sangre y el dióxido de carbono sale del cuerpo.
Dentro de los pulmones existen millones de esos alvéolos, que juntos ofrecen una superficie para intercambiar gases comparable al tamaño de una cancha de tenis.
Eso permite que el cuerpo reciba el oxígeno suficiente para que todos los órganos y músculos trabajen correctamente.

Los pulmones no solo transportan aire. Además, filtran patógenos, polvo, polen y otras sustancias que podrían afectar la salud. Sus vías respiratorias cuentan con vellos y mucosidad para atrapar partículas antes de que lleguen a zonas profundas.
En promedio, una persona respira entre diecisiete mil y treinta mil veces cada día. Esta frecuencia asegura un suministro constante de oxígeno para el cerebro, el corazón y el resto de los tejidos.
Las enfermedades más comunes que afectan a los pulmones

Las investigadoras que se enfocaron en la salud respiratoria de América Latina son Japcy Margarita Quiceno, de Colombia y Andrea Hernández-Pérez y Ireri Thirión Romero, del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias de México. Aquí está la descripción que hicieron de la situación de las cinco enfermedades:
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)

La EPOC es una condición que dificulta el paso del aire por los pulmones y produce falta de aire permanente.
En América Latina, la EPOC afecta entre el 7,8 % y el 19,7 % de los adultos. Su principal causa es el consumo de tabaco, aunque también influye la exposición a humo de leña o carbón. Muchas personas con la enfermedad sufren tos con flema y sensación de ahogo.
La mayoría de quienes presentan síntomas leves no solicita ayuda médica hasta que la capacidad respiratoria se reduce en gran medida. El ambiente contaminado y la falta de ventilación en la vivienda también elevan el riesgo.
El diagnóstico se realiza con una prueba llamada espirometría, que mide cuánto aire entra y sale de los pulmones. El tratamiento incluye dejar de fumar, usar medicinas especiales y evitar factores contaminantes.
“La intervención temprana puede retrasar el avance de la EPOC y mejorar la calidad de vida”, mencionaron.
Asma

El asma inflama y estrecha las vías respiratorias. Los pacientes pueden sentir silbidos al respirar, opresión en el pecho y ataques recurrentes de tos.
La prevalencia de asma en escolares de América Latina oscila entre el 6 % y el 20 %, aunque en algunos países sube hasta el 33 %. Los ataques pueden ocurrir varias veces por semana o solo en ciertas situaciones.
El asma se asocia al contacto con polvo, humo, alérgenos y cambios bruscos de clima. La base genética también desempeña un papel importante; si un padre o una madre tiene asma, aumentan las probabilidades de que sus hijos también la padezcan.
“El control del asma depende de la detección temprana, educación y acceso a inhaladores”, sostuvieron.
En muchos casos, el asma puede estar mal diagnosticado o subestimado en la infancia, y los síntomas persisten sin supervisión médica.
El tratamiento incluye inhaladores, control ambiental y educación para reconocer las señales de alerta. La consulta periódica con el especialista contribuye a reducir internaciones de emergencia.
Infecciones respiratorias agudas

Las infecciones respiratorias agudas (IRA) afectan sobre todo a niños y adultos mayores.
La región de América Latina enfrenta un alto porcentaje de hospitalizaciones de menores de cinco años por neumonía y bronquitis. Factores como malnutrición, hacinamiento y exposición a humo de cigarrillo o leña agravan la situación.
Las IRA abarcan varios cuadros como neumonía, bronquitis y bronquiolitis. Estas enfermedades presentan fiebre, tos, dificultad para respirar y en los peores casos, fatiga extrema.
“Las infecciones respiratorias agudas son una de las causas más importantes de consulta médica y mortalidad en la infancia”, aseguraron.
El diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno mejoran la evolución de estas infecciones.
Las campañas de vacunación, la mejora de los ambientes domésticos y la detección de signos de alarma se recomiendan para disminuir la gravedad de las IRA.
Tuberculosis pulmonar

La tuberculosis pulmonar aún afecta a diversas comunidades de América Latina. Los factores de riesgo principales son infección por el virus VIH, diabetes, pobreza y hacinamiento.
Los síntomas incluyen tos persistente durante varias semanas, fiebre, sudoración nocturna y pérdida de peso.
Las personas con defensas bajas y las que viven en espacios pequeños resultan más vulnerables. El retraso en la confirmación puede aumentar los contagios en la familia y la escuela.

El tratamiento consta de varios antibióticos que se administran durante meses.
Que los pacientes cumplan con el esquema completo es esencial para erradicar la bacteria, según subrayaron las autoras.
Para eso, garantizar el acceso al diagnóstico y al seguimiento médico representa hoy una prioridad urgente.
Cáncer de pulmón

El cáncer de pulmón figura entre las causas más frecuentes de muerte en América Latina. El hábito de consumir tabaco explica la mayoría de los casos, seguido de la exposición a sustancias tóxicas en el ambiente y lugares de trabajo.
El cáncer de pulmón no produce síntomas claros en fases tempranas, lo que complica su detección precoz. Cuando se presentan síntomas, suelen aparecer tos con sangre, pérdida de peso sin razón aparente y falta de aire.
El uso de radiografías, tomografías y estudios de laboratorio ayuda a confirmar el diagnóstico.
“Reducir el consumo de tabaco previene más casos de cáncer de pulmón que cualquier otra medida”, enfatizaron las investigadoras.
Cómo saber si tengo problemas en los pulmones

Para contrarrestar el impacto de las enfermedades de los pulmones, se necesita prestar más atención a los síntomas.
La presencia de tos persistente, sibilancias, dolor en el pecho al respirar o fatiga sin causa aparente amerita consultar a un especialista.
El chequeo médico resulta importante para personas de cualquier edad, y más aún para fumadores o quienes tuvieron infecciones graves.
Las pruebas diagnósticas incluyen radiografías, espirometría y análisis de sangre, que facilitan detectar afecciones cuando aún son tratables.
Demorar la consulta puede agravar el pronóstico de enfermedades como EPOC o cáncer de pulmón.

También aconsejan mejorar los ambientes del hogar y del trabajo para evitar contaminantes y fomentar la ventilación. Se debería evitar el humo de tabaco, vapores industriales y la exposición prolongada a productos irritantes.
La vacunación contra la gripe y la neumonía también ayuda a proteger a niños y personas mayores. Estas medidas, junto con el diagnóstico precoz, permiten reducir internaciones y mejorar la calidad de vida de quienes conviven con enfermedades pulmonares.
Por último, las expertas instan a que los gobiernos impulsen campañas de prevención, educación y acceso a tratamientos.
“Los sistemas de salud en la región no cuentan con un enfoque de atención primaria, particularmente en la forma de programas integrados, lo cual sería fundamental para mejorar las tasas de diagnóstico y tratamiento”, alertaron las autoras.
“La promoción de entornos saludables y el acceso igualitario a servicios médicos resultan claves para avanzar en salud respiratoria en América Latina”, sostuvieron.

En diálogo con Infobae Alejandro Videla, ex presidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria y jefe del Servicio de Neumonología del Hospital Universitario Austral, destacó el valor de la publicación: “Es importante que se destaque que las principales medidas para proteger la salud respiratoria en Latinoamérica son reducir el consumo de tabaco mediante legislación y concientización, promover la detección precoz y el tratamiento de la EPOC y el asma y controlar la tuberculosis, cuyo control se deterioró tras la pandemia”
También se debería reducir la contaminación ambiental y garantizar la vacunación contra patógenos respiratorios. “Sería beneficiosa la implementación de programas para la detección precoz del cáncer de pulmón”, afirmó.
A nivel individual, Videla resaltó que “es importante jerarquizar los síntomas respiratorios recurrentes, como tos, silbidos, dificultad para respirar y episodios de infección respiratoria, abandonar el consumo de tabaco, evitar la exposición al humo ajeno y adoptar medidas de protección respiratoria en ambientes laborales de riesgo”.
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