Avances en la enfermedad de Fabry: del diagnóstico al tratamiento de un raro trastorno que afecta órganos vitales

Esta condición se presenta en una de cada 15 mil personas a nivel mundial, aunque se cree que existe un subdiagnóstico. Durante el mes de concientización sobre esta patología, reconocer los primeros síntomas es clave para mejorar la calidad de vida de los pacientes

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El daño progresivo en órganos
El daño progresivo en órganos vitales como los riñones y el corazón, además del sistema nervioso, es una de las principales complicaciones de enfermedades raras como la enfermedad de Fabry. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La enfermedad de Fabry es un trastorno genético raro que afecta a una de cada 15,000 personas a nivel mundial, según Orphanet, una base de datos especializada en enfermedades raras; y su prevalencia en América sigue una tendencia similar. Sin embargo, se estima que este número podría ser superior debido a que el diagnóstico aún es un desafío por la confusión de sus síntomas con otras condiciones más comunes. Abril es el mes de concientización sobre esta patología por el nacimiento de Johannes Fabry, el dermatólogo alemán que la describió por primera vez en 1898.

Esta condición se origina por la deficiencia de la enzima alfa-galactosidasa A, esencial para descomponer ciertos lípidos (grasas) en el cuerpo, es por eso que afecta a múltiples sistemas del cuerpo, ya que la acumulación de estas sustancias provoca un daño progresivo en diversos órganos, principalmente los riñones, el corazón y el sistema nervioso. En los últimos años, los avances científicos y médicos permitieron cambiar el enfoque de la enfermedad, tanto en términos de diagnóstico como de tratamiento, mejorando significativamente las perspectivas de los pacientes.

En el pasado, diagnosticar Fabry representaba una tarea compleja, ya que sus síntomas a menudo se atribuían erróneamente a condiciones más comunes, además la falta de un tratamiento específico contribuyó a que la enfermedad fuera mal comprendida y a que muchos pacientes no recibieran atención adecuada en sus primeros años de vida. Sin embargo, el panorama cambió.

Las pruebas genéticas avanzadas permiten
Las pruebas genéticas avanzadas permiten identificar enfermedades raras con mayor precisión, mejorando la posibilidad de tratamiento adecuado. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La investigación sobre la genética de la patología, especialmente luego del mapeo del genoma humano, permitió desarrollar terapias más específicas y menos invasivas, transformando el tratamiento de Fabry en una condición controlable. Hoy, se dispone de medicamentos que no solo mejoran la calidad de vida de los pacientes, sino que también retrasan la progresión de la enfermedad. En ese sentido, el reconocimiento de los primeros síntomas por parte de profesionales de la salud resulta clave para evitar daños irreversibles.

“Las crisis de dolor en manos y pies son las primeras manifestaciones en la infancia de la enfermedad de Fabry; aunque desafortunadamente suele atribuirse a causas reumatológicas o de crecimiento”, explicó el doctor Juan Manuel Politei, médico neurólogo y especialista en enfermedades poco frecuentes de la Fundación SPINE. Es por este motivo que destacó que “es importante que los profesionales de la salud mantengan un alto nivel de sospecha clínica ante estos síntomas, sobre todo ante la existencia de antecedentes familiares”.

De acuerdo al experto, “las personas con Fabry que acceden a un diagnóstico precoz y un tratamiento oportuno pueden conservar una buena calidad de vida, evitar el daño cardíaco-renal-cerebral y desarrollar sus proyectos, estudios y trabajo con normalidad. Por eso es tan importante visibilizar esta enfermedad para contribuir a su conocimiento y oportuna identificación, ya que todo dependerá de un tratamiento temprano”.

La medicina personalizada está cambiando
La medicina personalizada está cambiando la forma en que se manejan las enfermedades raras, adaptando los tratamientos a las necesidades de cada paciente. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El desarrollo de tratamientos como la terapia de reemplazo enzimático y las terapias orales resulta fundamental en el mejor manejo de la enfermedad de Fabry, un avance que permite que los pacientes reciban un tratamiento más accesible y que se adapte a sus necesidades cotidianas. A pesar de estos progresos, los expertos coinciden en que la innovación científica y el seguimiento constante de los pacientes es esencial.

En este contexto, el desarrollo de un medicamento oral por parte del laboratorio Gador, aprobado por agencias regulatorias como la FDA y la EMA, representa un avance significativo. Este fármaco, indicado para pacientes a partir de los 12 años, se administra en días alternos y ofrece una alternativa menos invasiva, a diferencia de aquellos que requieren infusiones endovenosas bisemanales.

El impacto de estos avances fue destacado en el World-Symposium 2025, celebrado en San Diego, Estados Unidos, donde se presentaron resultados de seguimiento a largo plazo de pacientes tratados con esta terapia oral. Según Politei, los datos evidenciaron mejoras sostenidas en el dolor neuropático y las manifestaciones gastrointestinales, así como un impacto positivo en la calidad de vida de los pacientes y sus familias.

¿Qué es la enfermedad de Fabry?

El reconocimiento temprano de los
El reconocimiento temprano de los primeros síntomas en pacientes jóvenes puede cambiar significativamente el pronóstico de enfermedades raras. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La enfermedad de Fabry es un trastorno genético que pertenece al grupo de los trastornos de almacenamiento lisosómico. Se origina por mutaciones en el gen GLA, localizado en el cromosoma X, que provocan la deficiencia o ausencia de la enzima alfa-galactosidasa A, responsable de descomponer un lípido llamado globotriaosilceramida (GL-3), cuya acumulación en los lisosomas de las células genera daños progresivos en tejidos y órganos.

Cuando esta enzima no funciona correctamente, se produce la acumulación de lípidos en diferentes órganos, como son los riñones, el corazón y el sistema nervioso, lo que provoca un daño progresivo en órganos vitales. Debido a esta acumulación, la enfermedad afecta múltiples sistemas del cuerpo, lo que provoca una gran variedad de síntomas en los pacientes.

Las manifestaciones de esta enfermedad pueden variar ampliamente entre los pacientes, dependiendo de la edad de inicio y del grado de actividad enzimática residual. Con el tiempo, el daño a los riñones y el corazón puede generar insuficiencia renal y problemas cardíacos, mientras que las manifestaciones gastrointestinales (como diarrea crónica y dolor abdominal) son comunes en muchos pacientes. Si no se trata, la patología puede evolucionar hacia complicaciones graves.

La deficiencia de la enzima
La deficiencia de la enzima alfa-galactosidasa A en la enfermedad de Fabry impide la descomposición de lípidos esenciales en el organismo, lo que lleva a la acumulación de sustancias que afectan gravemente el sistema vascular y otros órganos vitales. (Imagen Ilustrativa Infobae)

¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Fabry?

El diagnóstico de la enfermedad de Fabry puede ser complejo debido a la diversidad de sus manifestaciones clínicas, que a menudo se confunden con otras patologías más comunes.

En los hombres, el diagnóstico se realiza mediante la medición de la actividad enzimática de la alfa-galactosidasa A en sangre, un análisis más sencillo y definitivo. Sin embargo, en las mujeres, debido a la inactivación del cromosoma X, la actividad enzimática puede ser menos clara, por lo que en estos casos se recurre a pruebas genéticas para detectar la mutación en el gen GLA.

La enfermedad de Fabry, en su forma clásica, afecta aproximadamente a 1 de cada 20,000 nacidos vivos, aunque su alta tasa de subdiagnóstico hace que se considere más frecuente. La detección puede demorarse varios años debido a que los síntomas de la enfermedad se confunden fácilmente con otras patologías más comunes, es por eso que su diagnóstico puede requerir de la colaboración multidisciplinaria entre genetistas, nefrólogos, neurólogos, pediatras, dermatólogos y cardiólogos, entre otros médicos especializados.

Los avances en genética médica
Los avances en genética médica están permitiendo desarrollar tratamientos más efectivos para enfermedades raras. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las manifestaciones de la enfermedad de Fabry pueden variar entre los pacientes, pero los más comunes incluyen:

  • Dolor o sensación de ardor en manos y pies (acroparestesias), que pueden intensificarse con cambios de temperatura o al hacer ejercicio.
  • Manchas rojizas en la piel (angioqueratomas), que suelen aparecer en áreas específicas como el abdomen, los muslos y entre el ombligo y las rodillas.
  • Escasa sudoración, lo que provoca una intolerancia al calor y al ejercicio físico.
  • Manifestaciones gastrointestinales, como dolor abdominal, diarrea crónica y vómitos recurrentes.
  • Hipoacusia o pérdida auditiva progresiva, que afecta principalmente a frecuencias altas.
  • Riesgo de infarto cerebral, lo que aumenta la probabilidad de sufrir accidentes cerebrovasculares debido a la afectación de los vasos sanguíneos.
  • Alteraciones en la función renal y cardíaca, que pueden generar insuficiencia renal y problemas cardíacos graves, como insuficiencia cardíaca o arritmias.
La colaboración multidisciplinaria entre especialistas
La colaboración multidisciplinaria entre especialistas es clave para el diagnóstico adecuado de enfermedades raras. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Estos síntomas, especialmente los primeros, pueden ser confundidos con otros problemas de salud, lo que complica el diagnóstico. El diagnóstico temprano es fundamental para prevenir complicaciones graves, como la insuficiencia renal, problemas cardiovasculares y cerebrales.

El reconocimiento temprano de las manifestaciones es clave, ya que debido a la naturaleza progresiva de la enfermedad de Fabry, es fundamental comenzar lo antes posible el tratamiento, ya sea de reemplazo enzimático endovenoso o la terapia oral, para prevenir daños irreversibles en los órganos afectados.

¿Qué avances se han logrado en el tratamiento de la enfermedad de Fabry?

La mejora en los diagnósticos
La mejora en los diagnósticos y tratamientos de enfermedades raras está brindando una nueva esperanza para muchos pacientes que antes no tenían opciones. Imagen Ilustrativa Infobae)

La enfermedad de Fabry ha experimentado avances significativos en los últimos años, tanto en términos de diagnóstico como de tratamiento. En el pasado, el tratamiento de Fabry era limitado, ya que no existían terapias específicas, y los pacientes solo podían recibir tratamiento sintomático para aliviar los síntomas. Sin embargo, el desarrollo de tratamientos de reemplazo enzimático (TRE), que consiste en la administración intravenosa de la enzima alfa-galactosidasa A, fue un avance fundamental.

Sin embargo, aunque eficaz, el tratamiento intravenoso, que requiere infusiones regulares, puede ser incómodo y difícil de seguir a largo plazo. Es por este motivo que, con el tiempo, se introdujeron terapias orales, como el medicamento desarrollado por el laboratorio Gador, que se administran de forma oral en días alternos y es menos invasivo.

“Antes del desarrollo de estas terapias, el pronóstico para los pacientes con Fabry era poco prometedor. La posibilidad de tratar en forma específica la deficiencia enzimática cambió el paradigma: es posible ralentizar la progresión de la enfermedad, prevenir daños irreversibles y ofrecer una expectativa de vida más larga y de mejor calidad. Esta alternativa terapéutica demostró ser segura, eficaz y con un sólido respaldo científico”, afirmó Politei.

Los tratamientos de reemplazo enzimático
Los tratamientos de reemplazo enzimático han sido fundamentales para cambiar el curso de enfermedades raras, ofreciendo nuevas expectativas de vida para los pacientes. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Este medicamento, que está indicado para pacientes a partir de los 12 años, demostró ser efectivo en el control de los síntomas y en la mejora de la calidad de vida de los pacientes, especialmente en adolescentes, siendo que evita la formación de anticuerpos que limita la eficacia a largo plazo. El estudio publicado en 2016, en New England Journal of Medicine, mostró la eficacia del fármaco, al tiempo que otros trabajos también evidenciaron una buena respuesta en las manifestaciones gastrointestinales y del sistema nervioso periférico.

Durante el World-Symposium 2025 San Diego, realizado en Estados Unidos a principios de año, se presentaron los resultados del seguimiento a 4 años de pacientes tratados con la terapia oral, que fueron incluidos en el Registro Internacional. En palabras de Politei, “se evidenció que el dolor neuropático se sostuvo en valores bajos y estables, sin cambios significativos. Las manifestaciones gastrointestinales continuaron mostrando mejoras con resolución de los síntomas reportados al inicio del tratamiento”.

En tanto, un segundo estudio reportó por primera vez los cambios en parámetros relacionados a la calidad de vida en adolescentes (12 a 18 años) que recibieron esta terapia oral en un periodo de 3 años. De acuerdo con la investigación, la calidad de vida de los adolescentes mejoró, principalmente en quienes habían recibido un tratamiento previo a esta droga. En ese sentido, Politei resaltó que las personas con Fabry que acceden a un diagnóstico precoz y un tratamiento oportuno pueden conservar una buena calidad de vida, evitar el daño cardíaco-renal-cerebral y desarrollar sus proyectos, estudios y trabajo con normalidad”.

El subdiagnóstico sigue siendo un
El subdiagnóstico sigue siendo un desafío importante en la identificación de enfermedades raras, ya que sus síntomas son similares a los de otros trastornos comunes. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Además, el experto destacó: “La posibilidad de administrar el tratamiento por vía oral no solo reduce los costos para el sistema de salud, sino que también mejora la adherencia de los pacientes, especialmente en adolescentes”. Al tiempo que agregó: “Cuando hablamos de I+D en salud, hablamos de invertir en esperanza. La investigación en Fabry es un ejemplo claro de cómo la ciencia puede transformar realidades que, de otro modo, estarían marcadas por el deterioro progresivo y la falta de opciones”i.

“La historia de Fabry demuestra que cuando hay compromiso con la ciencia y la innovación, se logran avances increíbles. Y, lo más importante, que cambian vidas”, concluyó Politei. Aunque desarrollar una nueva terapia puede tomar entre 10 y 15 años e implica inversiones multimillonarias, además de décadas de trabajo interdisciplinario, ciencia básica, de laboratorio, estudios preclínicos, clínicos, fracasos, éxitos, tecnología de punta y científicos de excelencia, los resultados son claros: muchas enfermedades poco frecuentes se han convertido en condiciones tratables.