Músculos del “core”: para qué sirve entrenar la zona central del cuerpo

El core incluye un conjunto de músculos que envuelven el tronco: abdomen, espalda baja, pelvis, caderas y la faja muscular profunda que estabiliza la columna

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Trabajar los músculos del core
Trabajar los músculos del core no es solo una cuestión estética, sino una inversión en nuestra salud, movilidad y calidad de vida (Imagen Ilustrativa Infobae)

Desde el punto de vista de la salud integral, ejercitar todos los músculos del cuerpo es esencial para mantenernos activos, funcionales y prevenir enfermedades. En el Perú, instituciones como el Ministerio de Salud (Minsa) promueven la actividad física y el ejercicio como clave para mejorar el bienestar general, fortalecer músculos y huesos, favorecer la digestión, la circulación e incluso prevenir enfermedades como la diabetes, la hipertensión y la obesidad.

Por su parte, mantener una musculatura equilibrada ayuda a evitar problemas de columna, malas posturas o molestias derivadas del sedentarismo. En ese contexto, aunque muchas personas se concentran en entrenar brazos, piernas o hacer ejercicios cardiovasculares, hay un área central del cuerpo que merece especial atención: los músculos del “core”. Trabajarlos no es solo una cuestión estética, sino una inversión en nuestra salud, movilidad y calidad de vida.

Para qué sirve entrenar los músculos del “core”

Un ejercicio como el puente
Un ejercicio como el puente trabaja glúteos, espalda baja y la faja profunda del core (Freepik)

El “core”, conocido también como zona central o centro del cuerpo, incluye un conjunto de músculos que envuelven el tronco: abdomen (recto abdominal, oblicuos, transverso), espalda baja (erectores espinales, multifidus), pelvis, caderas y la faja muscular profunda que estabiliza la columna.

Entrenar esos músculos ofrece múltiples beneficios reales:

  • Mejor postura y alineación de la columna: un core fuerte ayuda a mantener la pelvis y la columna en posición neutra, evitando sobrecargas en la espalda, cuello u hombros. Esto reduce el riesgo de dolores lumbares, hernias o malas posturas, algo muy común en quienes pasan muchas horas sentados.
  • Estabilidad y equilibrio: los músculos del core actúan como un “corsé interno”: estabilizan el tronco cuando nos movemos, alzamos objetos, caminamos o hacemos actividades cotidianas. Esta estabilidad es importante no solo en el deporte, sino en la vida diaria.
  • Prevención de lesiones: con un core débil, otras partes del cuerpo (como rodillas, caderas o espalda baja) terminarán sobrecargadas. Eso incrementa el riesgo de lesiones, sobrecarga muscular o desgaste articular.
  • Mejor desempeño en actividades físicas y cotidianas: tener un core bien entrenado facilita movimientos como levantar algo pesado, agacharse, girar, correr, cargar niños o hacer tareas domésticas. Además, permite trasladar la fuerza eficientemente entre la parte superior e inferior del cuerpo.
  • Alivio de dolores musculares y de espalda: estudios muestran que fortalecer el core puede disminuir el dolor lumbar, mejorar la estabilidad pélvica y reducir molestias crónicas.
  • Mejor equilibrio, respiración y control corporal: un core activo también contribuye a una mejor respiración, buena postura al sentarse, pararse o caminar, y a un mayor control del cuerpo.

En suma: el core no solo sirve para lucir un abdomen plano, sino que constituye el centro de nuestra fuerza, estabilidad y salud funcional.

Ejercicios para entrenar los músculos del core

La plancha es un ejercicio
La plancha es un ejercicio que activa abdomen, glúteos y espalda (Imagen Ilustrativa Infobae)

Lo mejor es que trabajar tu core no requiere gimnasio ni equipamiento costoso. Estos son algunos ejercicios muy efectivos y accesibles:

  • Plank (plancha): apoyada sobre antebrazos y puntas de pies, mantén el cuerpo recto como una tabla. Activa abdomen, glúteos y espalda. Es ideal para empezar.
  • Puente (bridge): acostada boca arriba, rodillas flexionadas, eleva las caderas hasta alinear con las rodillas y hombros. Trabaja glúteos, espalda baja y la faja profunda del core.
  • Bird-Dog: en posición de cuatro apoyos, extiende brazo y pierna contraria, manteniendo la espalda neutra; mejora estabilidad, coordinación del tronco.
  • Dead Bug: acostada, brazos hacia arriba y piernas elevadas; baja un brazo y la pierna contraria lentamente, sin arquear la espalda. Excelente para fortalecer el transverso abdominal y sincronizar respiración con movimiento.
  • Ejercicios con peso o resistencia: con mancuernas, bandas o peso corporal, pero siempre manteniendo el core activado. Inclinarse, levantarse, girar (todo con control) refuerza la estabilidad.

Lo importante: enfocarse en la activación correcta del centro corporal, no en hacer muchas repeticiones mal. Más vale pocos ejercicios bien hechos que muchos sin control.