Ni CrossFit ni Pilates: qué tipo de ejercicio realizan las personas que tienen una vida longeva

El movimiento diario no es solo una recomendación general, sino una estrategia clave para vivir más años y con mejor calidad

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Las personas longevas no suelen
Las personas longevas no suelen realizar CrossFit, Pilates, spinning ni rutinas sofisticadas de gimnasio (Imagen ilustrativa Infobae)

Mantener una salud adecuada a lo largo de la vida es uno de los pilares fundamentales para alcanzar una longevidad plena y funcional. En el Perú, tanto el Ministerio de Salud (Minsa) como el Seguro Social de Salud (EsSalud) enfatizan la importancia de promover hábitos saludables desde edades tempranas, señalando que el ejercicio regular, junto con una alimentación balanceada y un buen descanso, reduce significativamente el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión y las afecciones cardiovasculares.

Estas instituciones subrayan que el movimiento diario no es solo una recomendación general, sino una estrategia clave para vivir más años y con mejor calidad. En este contexto, surge una pregunta interesante respecto a qué tipo de ejercicio realizan las personas que viven mucho tiempo. Sorprendentemente, no suele ser CrossFit, Pilates, spinning ni rutinas sofisticadas de gimnasio.

El ejercicio que realizan las personas longevas

Al estudiar los estilos de vida de las poblaciones más longevas del mundo (como las de Okinawa, Cerdeña, Nicoya o Loma Linda) encontramos un patrón común: la mayoría no practica rutinas estructuradas o deportes de alta intensidad. En cambio, integran el movimiento constante como parte natural de su día a día. Este movimiento abarca caminar largas distancias, realizar tareas domésticas, trabajar la tierra, cargar objetos livianos, subir y bajar escaleras y mantener el cuerpo en actividad suave pero continua.

Subir y bajar escaleras permite
Subir y bajar escaleras permite mantener el movimiento constante a lo largo del día (Imagen Ilustrativa Infobae)

Una de las claves de estas poblaciones es que no separan el ejercicio de la vida diaria; no necesitan bloques de una hora para entrenar, porque su jornada entera está marcada por acciones físicas sostenidas. Esta forma de actividad evita largos periodos de sedentarismo y mantiene activos los músculos, articulaciones y el sistema cardiovascular sin generar desgaste excesivo. La longevidad no parece estar asociada a esfuerzos extremos, sino a un estilo de vida en el que el cuerpo se mantiene en movimiento de manera constante.

Movimiento diario: la mejor defensa contra el sedentarismo

El sedentarismo es hoy uno de los grandes problemas de salud pública. Permanecer sentado por muchas horas se ha relacionado con mayor riesgo de obesidad, enfermedades cardíacas, deterioro metabólico y menor expectativa de vida. El Minsa advierte que moverse poco aumenta considerablemente el riesgo de mortalidad prematura. Por eso, combatir el sedentarismo no es solo una decisión estética o de bienestar, sino una estrategia de prevención.

El movimiento diario ayuda a mejorar la circulación, favorece la salud mental, protege el cerebro y mantiene las funciones del cuerpo en equilibrio. Cuando el ejercicio se convierte en un hábito diario, aunque sea en pequeñas dosis, se crea un círculo virtuoso: el cuerpo se vuelve más ágil, se reduce la inflamación, mejora el humor y se fortalece el sistema inmune.

Caminar es, sin duda, el
Caminar es, sin duda, el ejercicio más universal y accesible para promover la longevidad (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las personas longevas entienden, de manera intuitiva o cultural, que el cuerpo necesita mantenerse activo, no de forma intensa, sino constante. Esto incluye caminatas, pequeños estiramientos, labores del hogar y movimientos suaves repetidos a lo largo del día.

¿Cuánto se recomienda caminar cada día?

Caminar es, sin duda, el ejercicio más universal y accesible para promover la longevidad. No requiere equipos especiales, puede hacerse en cualquier lugar y tiene un impacto profundo en la salud cardiovascular, muscular, ósea y mental. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y diversas instituciones de salud locales suelen recomendar entre 30 y 60 minutos de caminata diaria, lo cual equivale aproximadamente a entre 6,000 y 10,000 pasos. Sin embargo, las poblaciones longevas suelen caminar mucho más, sin proponérselo: pueden acumular hasta 12,000 pasos al día simplemente realizando actividades cotidianas.

Incorporar caminatas diarias ayuda a regular el azúcar en sangre, mejorar la digestión, fortalecer las piernas, reducir el estrés y estimular la claridad mental. Además, caminar al aire libre aporta vitamina D, mejora el estado de ánimo y promueve la conexión con el entorno, factores que también influyen en la longevidad.