Cuánto tiempo debe durar la siesta para reducir los niveles de estrés

Aunque el sueño nocturno es la base de una buena salud mental y emocional, cada vez más se destacan más los beneficios de incorporar una siesta corta durante el día

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Dormir entre 20 y 30
Dormir entre 20 y 30 minutos puede ofrecer un efecto ligeramente más profundo de descanso, pero también aumenta el riesgo de despertar con una sensación de aturdimiento (Freepik)

El estrés se ha convertido en uno de los problemas más frecuentes entre los peruanos. Según datos difundidos por el Ministerio de Salud (Minsa), miles de personas acuden cada año a los establecimientos de salud por reacciones de estrés agudo, crisis de ansiedad y otras manifestaciones vinculadas a la tensión emocional.

De igual manera, el Seguro Social de Salud (EsSalud) ha advertido en repetidas ocasiones que el estrés no tratado puede derivar en trastornos psicosomáticos, problemas cardiovasculares, dolores musculares, insomnio y una disminución significativa en la calidad de vida. En un contexto donde las exigencias laborales, familiares y económicas se acumulan con rapidez, aprender a gestionar el estrés no solo es aconsejable, sino indispensable.

Una de las formas más efectivas de prevenir el estrés es garantizar un descanso adecuado. Aunque el sueño nocturno es la base de una buena salud mental y emocional, cada vez más especialistas destacan los beneficios de incorporar una siesta corta durante el día. Lejos de ser un lujo, la siesta puede convertirse en una herramienta útil para reducir los niveles de estrés, mejorar el estado de ánimo y recuperar energía. Sin embargo, para obtener estos beneficios es importante conocer cuánto debe durar la siesta ideal.

Cuánto tiempo debe durar la siesta para reducir los niveles de estrés

El estrés no tratado puede
El estrés no tratado puede derivar en trastornos psicosomáticos (Imagen Ilustrativa Infobae)

La duración ideal de la siesta para promover la relajación y reducir el estrés oscila entre 10 y 30 minutos. A este rango se le conoce como “siesta corta” o “power nap”, y es suficiente para darle al cerebro una pausa reparadora sin caer en etapas profundas del sueño. Una siesta de 10 a 20 minutos suele mejorar la alerta, la concentración y la capacidad de tomar decisiones, efectos especialmente valiosos para quienes experimentan jornadas laborales extensas o periodos de tensión emocional.

Dormir entre 20 y 30 minutos puede ofrecer un efecto ligeramente más profundo de descanso, pero también aumenta el riesgo de despertar con una sensación de aturdimiento. Aun así, en personas muy cansadas o con altos niveles de estrés acumulado, este tipo de siesta puede contribuir a restaurar el equilibrio emocional. Lo más importante es evitar pasar de los 30 minutos, ya que esto cambia por completo el efecto de la siesta y puede interferir con el sueño nocturno.

Por qué la siesta reduce los niveles de estrés

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El sueño nocturno es la base de una buena salud mental y emocional (Imagen ilustrativa Infobae)

La siesta ayuda a disminuir el estrés porque permite que el cuerpo y el cerebro reduzcan temporalmente los niveles de cortisol, la hormona asociada directamente con la tensión emocional y física. Cuando el cortisol se mantiene elevado de manera constante, puede afectar el sistema inmunológico, la memoria y el bienestar general. Una pausa breve para dormir actúa como un regulador natural, reduciendo la activación fisiológica que acompaña al estrés.

Además, durante una siesta corta se activan procesos vinculados con la consolidación de la memoria, la reestructuración emocional y la recuperación de energía mental. Esto explica por qué muchas personas se sienten más tranquilas, con mejor ánimo y con mayor capacidad de enfocarse después de dormir unos minutos. La siesta también ayuda a disminuir la fatiga acumulada, uno de los factores que más intensifica la percepción del estrés. Cuando el cuerpo descansa, el sistema nervioso parasimpático (responsable de la relajación) se activa, permitiendo que los músculos, la respiración y la frecuencia cardíaca se regulen nuevamente.

Otro beneficio importante es que la siesta mejora la tolerancia emocional. Las personas descansadas reaccionan con menor irritabilidad, manejan mejor los conflictos y perciben los desafíos cotidianos con una perspectiva más equilibrada. En ese sentido, la siesta no solo reduce el estrés en el momento, sino que contribuye a mejorar la capacidad del cuerpo para enfrentarlo.