Este es el superalimento andino rico en potasio que reduce el estrés y ayuda a conciliar el sueño

Además de formar parte de platos nacionales como el ceviche y el escabeche, este tubérculo puede convertirse en un gran aliado para quienes buscan reducir los niveles de estrés y mejorar la calidad de su descanso nocturno

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El camote es una fuente
El camote es una fuente natural de potasio que favorece un estado de calma (Perú Info)

En la era de la hiperconectividad, uno de los problemas de salud más comunes es la dificultad para dormir. El uso constante de dispositivos electrónicos como celulares, tablets y computadoras, incluso en la cama, ha afectado significativamente la higiene del sueño. Esta exposición prolongada a la luz azul de las pantallas altera los ritmos circadianos naturales del cuerpo, dificultando no solo conciliar el sueño, sino también lograr un descanso verdaderamente reparador. Como consecuencia, millones de personas sufren de insomnio crónico o sueño de mala calidad, lo que a su vez impacta negativamente en otros aspectos de la salud, como el estado de ánimo y la concentración diaria.

En este contexto, la naturaleza nos ofrece soluciones accesibles y saludables. Uno de estos tesoros es un superalimento de sabor dulce, altamente nutritivo y cultivado desde tiempos ancestrales en los Andes peruanos: el camote. Además de brindar diversos beneficios para la salud, este tubérculo no solo es rico en antioxidantes y fibra, sino que destaca por su alto contenido de potasio, un mineral esencial que cumple funciones clave en la regulación del sueño. Por lo tanto, el camote, además de ser delicioso y versátil en la cocina al formar parte de platos nacionales como el ceviche, el escabeche, la pachamanca y los chicharrones, puede convertirse en un gran aliado para quienes buscan conciliar el sueño, principalmente porque reduce el estrés.

El camote: estrés y sueño

El camote es una fuente natural de potasio, un mineral que ayuda a relajar los músculos y los nervios, favoreciendo un estado de calma que facilita el sueño. El potasio también regula los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo cual es fundamental para reducir la ansiedad antes de dormir. Además, este tubérculo contiene vitamina B6, que interviene en la producción de serotonina y melatonina, neurotransmisores que regulan el estado de ánimo y el ciclo del sueño.

Consumir camote en la cena puede ser una excelente estrategia para quienes tienen dificultades para dormir. Su sabor dulce satisface el deseo de algo sabroso sin recurrir a alimentos procesados, y su índice glucémico moderado evita picos de azúcar en sangre, lo que contribuye a un sueño más estable y profundo.

Estrés y sueño: una relación hormonal que afecta tu descanso

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El problema es que el exceso de cortisol inhibe la producción de melatonina, provocando insomnio o despertares nocturnos (Andina: Agencia Peruana de Noticias)

El estrés y el sueño están estrechamente conectados, y su relación tiene una base hormonal clara. Cuando una persona está sometida a altos niveles de estrés, el cuerpo activa una respuesta de defensa que incluye la liberación de cortisol, la conocida “hormona del estrés”. Esta hormona, producida por las glándulas suprarrenales, es útil en situaciones puntuales de alerta o peligro, pero cuando se mantiene elevada de forma constante, afecta negativamente el organismo, especialmente el sueño.

El cortisol tiene un ritmo natural: sus niveles son más altos por la mañana para ayudar a despertar y activarse, y disminuyen hacia la noche, permitiendo que el cuerpo entre en un estado de relajación. Sin embargo, cuando hay estrés crónico, los niveles de cortisol se mantienen elevados incluso por la noche, lo que interfiere con la capacidad de relajarse, dificulta conciliar el sueño y reduce su calidad.

Por otro lado, la melatonina es la hormona encargada de inducir el sueño. Se produce en la glándula pineal al caer la noche, en respuesta a la oscuridad, y señala al cuerpo que es hora de descansar. El problema es que el exceso de cortisol inhibe la producción de melatonina, alterando los ritmos circadianos y provocando insomnio o despertares nocturnos.

Este desequilibrio hormonal puede convertirse en un círculo vicioso: la falta de sueño aumenta el estrés, y el estrés impide dormir bien. Por eso, gestionar el estrés a través de técnicas como la meditación, la respiración consciente o una buena rutina nocturna, es esencial para restaurar el equilibrio hormonal y mejorar la calidad del sueño.