La casa en Ayacucho donde se firmó la rendición de España ante la independencia de Sudamérica

El documento se firmó hace 200 años tras la derrota del ejército realista ante las fuerzas patriotas de diversas naciones

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Interior de la Casa de
Interior de la Casa de la Capitulación y una foto de cómo lucía antes de ser restaurada. (Composición Infobae)

Una modesta construcción ubicada en la plaza mayor de Quinua, distrito ubicado a 35 kilómetros de la ciudad de Ayacucho, tiene una importancia histórica que muy pocos podrían intuir a simple vista. Al entrar Hace exactamente 200 años, fue el lugar donde se firmó la Capitulación de Ayacucho, firmada entre los ejércitos realista y patriota, evento que marcó el fin del dominio colonial en Perú y el resto de Sudamérica.

La también llamada Casa de la Capitulación, está acompañada del Museo de Sitio de Quinua, que conserva muchas piezas de guerra y guía a los visitantes a través de los momentos clave de este episodio histórico.

La batalla de Ayacucho, antecedente directo de esta capitulación, fue decisiva para asegurar la independencia de Perú y consolidar el proceso de emancipación en el continente subcontinente.

Museo de sitio de Quinua.
Museo de sitio de Quinua. (Mincul)

Si bien José de San Martín había proclamado la independencia peruana en Lima, la fuerza principal del ejército realista se refugiaba en la sierra, que se convirtió en el último bastión de la corona española en su resistencia ante la cruzada continental del ejército patriota.

El enfrentamiento

La batalla de Ayacucho tuvo lugar en la Pampa de La Quinua el 9 de diciembre de 1824. Este enfrentamiento constituyó el último gran acto militar de la guerra de independencia del país. Las fuerzas patriotas estaban comandadas por el general Antonio José de Sucre, considerado uno de los más hábiles estrategas de la guerra en América del Sur.

El ejército patriota, aunque numéricamente inferior, estaba compuesto por tropas experimentadas provenientes de diversas regiones liberadas bajo las campañas de Simón Bolívar.

Este heterogéneo ejército, formado por soldados peruanos, colombianos, venezolanos, argentinos, chilenos y bolivianos, enfrentaba al maltrecho pero aún poderoso ejército realista, liderado por el virrey José de la Serna y sus generales. La pampa, un vasto terreno abierto, fue el escenario de una batalla llena de maniobras tácticas y valentía.

Indumentaria del ejército patriota en
Indumentaria del ejército patriota en la Batalla de Ayacucho. (Mincul)

Con astucia estratégica, Sucre aprovechó la disposición inicial desfavorable de las tropas realistas y lanzó un ataque decisivo que desarticuló las filas enemigas. Las tropas patriotas, imbuidas de un fuerte fervor independentista, lograron dominar el campo de batalla. La virulencia de los ataques causó la captura de la mayoría de los oficiales realistas de alto rango, entre ellos el virrey de la Serna.

Los acuerdos

El documento de la Capitulación de Ayacucho fue firmado por José de Canterac, en representación de las fuerzas realistas, y Antonio José de Sucre por parte de las tropas patriotas. Este acuerdo de 18 puntos estipuló la rendición incondicional del ejército español y contempló medidas específicas para asegurar una transición pacífica.

  • Se entrega todo el territorio, incluyendo lo que queda del ejército español, guarniciones y propiedades del gobierno español.
  • Soldados españoles podían regresar a su país con la mitad de sus sueldos pagados por Perú y sin poder volver a tomar armas contra América.
  • Soldados españoles podían quedarse en Perú y unirse al ejército peruano.
  • Personas que apoyaron al rey no serían incomodadas si no violaban las leyes peruanas.
  • Habitantes, españoles o americanos, podían migrar o residir en Perú.
  • Propiedades de españoles fuera de Perú serían respetadas por tres años, así como las de americanos en España.
  • Plazo de un año para acogerse al derecho de migrar o residir.
  • Perú decidiría sobre las deudas del gobierno español.
  • Empleados españoles podrían continuar en sus puestos o migrar, según decisión del gobierno peruano.
  • Respeto a soldados o empleados españoles que quisieran quedarse.
  • Entrega de Callao y alrededores al ejército libertador.
  • Entrega de archivos, almacenes y tropas en provincias según plazos establecidos.
  • Acceso a víveres en puertos peruanos condicionado al retiro pacífico de barcos españoles.
  • Emisión de pasaportes para barcos españoles, bajo condiciones anteriores.
  • Amnistía y liberación de prisioneros de ambos bandos, incluyendo asistencia médica para heridos.
  • Conservación de uniformes y espadas por generales y oficiales, sujetándose a leyes peruanas.
  • Perú facilitaría pasaportes para soldados y sus familias que deseen migrar.
  • Cualquier ambigüedad se interpretaría a favor del ejército español, con base en la buena fe de los firmantes.
Documento de la Capitulación de
Documento de la Capitulación de Ayacucho, alojado en el MNAAHP. (El Peruano)

La firma de este documento, hoy conservado en el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú (MNAAHP), significó más que un simple acuerdo militar; representó el reconocimiento por parte del virreinato español de que su era en Sudamérica había concluido.