Qué tan saludable es el sándwich como lunch para los niños

Este bocadillo es constante en los recreos de las escuelas de México

Guardar
Conoce la mejor forma de
Conoce la mejor forma de preparar un sándwich para los niños. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

El sándwich es una de las opciones más habituales para el lunch escolar de los niños debido a su practicidad y variedad. Su valor nutricional depende de los ingredientes utilizados y de cómo se equilibren los grupos de alimentos en su preparación.

El pan es la base del sándwich. Las variedades integrales aportan fibra, vitaminas del grupo B y minerales, lo cual favorece la digestión y proporciona energía sostenida. En cambio, el pan blanco suele tener menor cantidad de fibra y micronutrientes, por lo que su consumo frecuente no es tan recomendable. La mejor opción para un sandwich como lunch de un estudiante es el pan integral.

Más allá del pan: elige estos ingredientes para hacer el mejor sandwich para niños

Un sándwich de pollo con
Un sándwich de pollo con pan integral puede ser una buena opción (Imagen Ilustrativa Infobae)

La proteína es otro componente esencial en un lunch saludable. Los sándwiches pueden incluir carnes magras como pollo a la plancha, jamón bajo en sodio, atún o huevo, así como queso en cantidades moderadas. El pollo y el huevo aportan proteínas de alta calidad y grasas saludables. El jamón y el queso deben elegirse con bajo contenido en sodio y grasas saturadas para evitar un exceso de sal y grasas no deseables en la dieta infantil. Alternativas vegetales, como hummus, aguacate o frijoles, también nutren y ayudan a diversificar el perfil de nutrientes.

Hay que evitar darle a
Hay que evitar darle a los niños pan blanco de forma constante (Imagen ilustrativa Infobae)

Las verduras frescas forman parte importante en la composición de un sándwich saludable. Hojas verdes, tomate, zanahoria rallada, pepino y pimientos agregan vitaminas, antioxidantes y fibra. Su inclusión ayuda a crear una comida más completa y equilibrada, y fomenta en los niños la aceptación de diferentes sabores y texturas.

El acompañamiento y los aderezos también influyen en el valor nutricional del sándwich. La mayonesa, la mantequilla y otros aderezos industriales suelen sumar calorías vacías y grasas saturadas. Su consumo debe ser ocasional o en pocas cantidades. En su lugar, se pueden emplear yogur natural, aceite de oliva o aguacate, que aportan grasas saludables.

El tamaño y la frecuencia también deben considerarse. Un sándwich debe acompañarse de una porción adecuada para la edad del niño, sin resultar excesivo. Incluir una fruta fresca o trozos de vegetales como parte del lunch ayuda a equilibrar la ingesta y evitar la monotonía. Es importante evitar el consumo frecuente de embutidos, quesos grasos, panes ultraprocesados y salsas hipercalóricas.

El sándwich, preparado con pan integral, proteína magra, verduras y aderezos saludables, constituye una opción equilibrada y práctica. No obstante, debe integrarse dentro de una alimentación variada que incluya otros grupos de alimentos. Fomentar la participación de los niños en la elección y preparación del lunch ayuda a crear hábitos saludables y a desarrollar preferencias por alimentos frescos y nutritivos.