No tires las cáscaras de huevo: 3 formas de aprovecharlas en casa

Nuevos usos prácticos y ecológicos convierten este desecho en aliado para la nutrición, el jardín y la limpieza

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La cáscara de huevo ofrece
La cáscara de huevo ofrece beneficios para la salud ósea, el cuidado de plantas y el blanqueo de ropa.

El potencial oculto de la cáscara de huevo suele pasar desapercibido en la rutina doméstica, más allá de su función protectora para el alimento, este residuo doméstico encierra aplicaciones prácticas que pueden transformar la gestión del hogar.

No conviene desechar las cáscaras de huevo, ya que existen al menos tres formas comprobadas de aprovecharlas en casa, con beneficios que abarcan desde el fortalecimiento del organismo hasta el cuidado de plantas y el blanqueamiento de la ropa.

El primer uso relevante se relaciona con la salud ósea ya que la cáscara de huevo contiene hasta un 95% de carbonato de calcio (CaCO3), un mineral esencial para el desarrollo y mantenimiento de huesos y dientes.

Para aprovechar este recurso, es necesario lavar bien las cáscaras, hervirlas durante un minuto para eliminar riesgos de contaminación, secarlas al sol y triturarlas hasta obtener un polvo fino.

Este polvo puede incorporarse en pequeñas cantidades a la dieta, siempre bajo supervisión profesional, para complementar la ingesta de calcio.

El carbonato de calcio de
El carbonato de calcio de la cáscara de huevo ayuda a fortalecer huesos y dientes si se consume adecuadamente. (AdobeStock)

El aporte de este mineral resulta especialmente valioso en la prevención de enfermedades como la osteoporosis, ya que contribuye a restaurar la masa ósea y fortalecer el sistema esquelético.

El segundo consejo práctico se orienta al cuidado de las plantas. La cáscara de huevo, además de calcio, aporta nutrientes como manganeso, zinc, hierro y fósforo.

Al triturarla y esparcirla directamente sobre la tierra, se enriquece el sustrato y se favorece el crecimiento vegetal.

Además, la textura de la cáscara actúa como barrera física contra plagas comunes, como caracoles y babosas, protegiendo las raíces y hojas de los cultivos.

Este método resulta especialmente útil en jardines domésticos y huertas urbanas, donde la sostenibilidad y el aprovechamiento de residuos cobran cada vez mayor importancia.

Triturar cáscara de huevo y
Triturar cáscara de huevo y esparcirla en la tierra mejora el crecimiento de plantas y protege contra plagas.

El tercer uso doméstico, como se mencionó al inicio, consiste en blanquear la ropa. Para ello, basta con triturar dos o tres cáscaras limpias, introducirlas en una bolsita de tela y colocarla en la lavadora junto con la ropa. Al finalizar el ciclo, se retira la bolsa y se observa el resultado.

Aunque este método se basa en la experiencia de usuarios y no en estudios científicos concluyentes, representa una alternativa sencilla y económica para quienes buscan reducir el uso de productos químicos en el hogar.

Estas tres aplicaciones demuestran que la cáscara de huevo, lejos de ser un simple desecho, puede convertirse en un recurso valioso para la salud, el cuidado de las plantas y el mantenimiento de la ropa.