No la tires: así puedes aprovechar los beneficios de la cáscara de camote, un tesoro gastronómico

Por su contenido de oxalatos, se aconseja precaución en personas propensas a cálculos renales y consultar a un profesional de la salud antes de incorporarla con regularidad en la dieta

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Aprovechar la piel del camote
Aprovechar la piel del camote ayuda a reducir el desperdicio alimentario y es una opción sustentable. (Ela Haney/Pexels)

En la preparación diaria de alimentos, es común desechar la cáscara del camote sin considerar su valor nutricional, sin embargo, diversos estudios y análisis especializados han demostrado que la piel de este tubérculo ofrece múltiples beneficios para la salud y puede ser aprovechada en diversas recetas, por lo que incorporarse en la cocina no solo representa una mejora en la calidad nutricional de los platillos, sino también una forma práctica de reducir el desperdicio alimentario.

Perteneciente a la familia de las convolvuláceas, del género Ipomoea y especie batatas, de acuerdo con la asociación civil El Poder del Consumidor, el camote es originario de América, específicamente de la región que abarca desde México hasta el centro de Sudamérica, y hoy en día ocupa el séptimo lugar entre los cultivos alimentarios más importantes a nivel mundial, gracias a su adaptabilidad, valor nutricional y sabor.

En cuanto a su composición, es muy similar a la papa, aunque contiene un mayor nivel de azúcares simples, lo que le otorga ese sabor naturalmente dulce que se acentúa en regiones más cercanas al ecuador. También es una fuente rica en hidratos de carbono complejos, lo que se traduce en una liberación de energía sostenida, ideal para quienes buscan saciedad prolongada sin picos de azúcar en sangre.

¿Cómo aprovechar la piel del camote en la cocina?

La piel del camote puede
La piel del camote puede aprovecharse en recetas como chips, cáscaras rellenas o como topping crujiente en ensaladas y sopas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Este ingrediente se puede preparar al horno, hervido, asado, frito, cocido al vapor o incluso en microondas, contribuyendo no solo a mejorar la textura y el sabor, sino también a elevar el contenido nutricional del platillo. Dependiendo de la preparación, puede servirse como guarnición o convertirse en el elemento principal de una comida.

Una de las opciones más populares consiste en preparar chips de cáscara al horno como alternativa saludable a los snacks comerciales; estas se elaboran fácilmente al cortar la piel en tiras delgadas, sazonarlas con especias como sal, pimienta, pimentón o ajo en polvo, y hornearlas hasta que queden crujientes.

También es posible elaborar cáscaras rellenas con vegetales, proteínas o quesos, similares a las versiones que se encuentran en menús de restaurantes. Estas versiones caseras permiten además un mayor control sobre los ingredientes y el contenido calórico.

¿Es seguro comer la cáscara de camote?

Es fundamental lavar bien la
Es fundamental lavar bien la cáscara de camote antes de consumirla para eliminar suciedad y residuos de pesticidas.

Según el portal especializado en salud y bienestar Verywell Health, en la mayoría de los casos, la piel de este alimento es totalmente segura y altamente nutritiva; el único cuidado que se debe tener es lavarla adecuadamente, ya que, al ser un tubérculo que crece bajo tierra, puede acumular suciedad y residuos.

Además, como otros alimentos vegetales, contiene oxalatos que en grandes cantidades pueden contribuir a la formación de cálculos renales. La piel concentra más de estos compuestos químicos que la pulpa, pero hervir o cocinar al vapor el camote entero ayuda a reducir este contenido, aún así, para las personas propensas a esta condición, es recomendable moderar su consumo o consultar a un profesional de la salud.

Según el sitio web estadounidense de información sanitaria MedicineNet, uno de los principales aportes de la piel del camote es la fibra, ya que una pieza horneada con su cáscara puede contener hasta cinco gramos de ella, la cual es fundamental para mantener una buena digestión, controlar los niveles de colesterol y azúcar en la sangre, y promover la regularidad intestinal.

También contiene altos niveles de betacaroteno, un antioxidante que el cuerpo convierte en vitamina A y favorece la salud visual, el sistema inmunológico y diversas funciones celulares. De acuerdo con el sitio web, una pieza grande con piel puede proporcionar hasta 20,700 microgramos de betacaroteno, cubriendo una gran parte de la ingesta diaria recomendada.

Sumado a ello, proporciona altas cantidades de vitamina C, que fortalece el sistema inmunológico y ayuda en la absorción del hierro, así como vitamina E, que protege las células del daño oxidativo. Además, aporta folato, un nutriente esencial para la formación de células nuevas y la prevención de ciertos defectos congénitos.

En términos de minerales, destaca el potasio, que ayuda a mantener el equilibrio de los electrolitos en el cuerpo, regula la presión arterial y participa en la contracción muscular. Un camote con piel puede contener alrededor de 475 miligramos de potasio, lo que representa el 14 % del valor diario recomendado. También aporta más magnesio y manganeso que una pieza sin piel, siendo fundamentales para la salud ósea, el metabolismo de la glucosa y el funcionamiento adecuado de los sistemas muscular y nervioso.