Qué tan dañino es comer yogurt

Este postre es rico, pero no tan saludable

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Un delicioso bowl de yogurt
Un delicioso bowl de yogurt con cereal, fresas frescas y rodajas de plátano (Imagen Ilustrativa Infobae)

El yogur es un alimento derivado de la fermentación bacteriana de la leche. Su popularidad global se debe tanto al sabor y la textura como a los posibles beneficios para la salud.

Sin embargo, la percepción del yogur como un producto “saludable” puede variar dependiendo del tipo, los ingredientes añadidos y el perfil de salud de cada persona. Analizar si el yogur puede ser dañino requiere distinguir entre diferentes presentaciones y considerar el contexto de su consumo.

Perfil nutricional del yogurt

(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

El yogur natural contiene proteínas de buena calidad, calcio, fósforo, potasio, vitaminas del grupo B y cultivos bacterianos vivos (probióticos) que ayudan a mantener una flora intestinal saludable. Los probióticos pueden favorecer la digestión y modular el sistema inmunológico. El yogur entero contiene grasas saturadas, pero también existen versiones bajas en grasa o descremadas.

Potenciales riesgos para la salud

El posible carácter dañino del yogur suele asociarse a las versiones procesadas, aromatizadas o endulzadas. Muchos yogures comerciales incluyen cantidades significativas de azúcar añadido, saborizantes, colorantes y estabilizantes. El consumo frecuente de estos productos puede favorecer el desarrollo de sobrepeso, obesidad, resistencia a la insulina y caries dental, especialmente en niños.

El contenido de grasas también varía. Los yogures enteros aportan grasas saturadas, cuyo consumo excesivo se vincula al aumento del colesterol LDL. Sin embargo, en cantidades moderadas y en el marco de una dieta equilibrada, estas grasas no presentan riesgos significativos para la mayoría de las personas sanas.

Intolerancia a la lactosa y alergias

 (Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

El yogur contiene menos lactosa que la leche, ya que parte de este azúcar es transformado durante la fermentación. Por esta razón, algunas personas con intolerancia leve a la lactosa lo toleran mejor. Sin embargo, quienes tienen intolerancia severa o alergia a la proteína de la leche (caseína) deben evitarlo para prevenir síntomas gastrointestinales o reacciones alérgicas.

El consumo excesivo de yogur no se recomienda en personas con enfermedades renales avanzadas, ya que el alto contenido de potasio y fósforo podría agravar problemas metabólicos.

El único yogurt saludable es aquel que no contiene azúcar, o el griego. Son dos buenas opciones para consumir este alimento.

En la infancia, el yogur puede aportar nutrientes valiosos cuando se elige una presentación adecuada, sin azúcares añadidos. Para adultos mayores, ayuda a cubrir el requerimiento de calcio y proteínas, contribuyendo a la salud ósea y muscular.