La mejor verdura para limpiar las arterias y venas de forma natural

Este alimento aporta un gran numero de compuestos activos que previenen todo tipo de padecimientos cardiovasculares

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Las verduras son alimentos imprescindibles
Las verduras son alimentos imprescindibles en cualquier dieta saludable. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Una alimentación elevada en grasas saturadas y colesterol puede hacer que nuestras arterias se “tapen” e incremente el riesgo de accidentes cardiovasculares como infartos y derrames.

Es por ello que es importante incluir en tu dieta diaria alimentos que aporten beneficios especiales para ayudar a reducir el colesterol y las placas de ateroma (depósitos grasos y células que se acumulan en las paredes de las arterias) que suelen ser la causa de problemas cardíacos y otros padecimientos.

Y aunque muchos no lo saben una de las mejores verduras para combatir estas condiciones es la espinaca, debido a que aporta diferentes compuestos activos únicos con propiedades especiales para eliminar de las venas y arterias estas acumulaciones peligrosas.

Es por eso que aquí te contamos sobre sus beneficios y cómo consumirla para obtenerlos.

Las espinaca es un alimento
Las espinaca es un alimento valorado desde tiempos remotos por su elevado perfil nutricional. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cuáles son los benéficos de la espinaca para limpiar las arterias y venas de forma natural

La espinaca es un alimento rico en nutrientes que puede contribuir a la salud cardiovascular y favorecer la limpieza de arterias y venas de forma natural gracias a sus propiedades específicas. A continuación, los principales beneficios:

1. Rica en nitratos naturales: Los nitratos presentes en la espinaca se convierten en óxido nítrico en el organismo, una molécula que relaja y dilata los vasos sanguíneos, mejorando la circulación y reduciendo la presión arterial.

2. Alto contenido en antioxidantes: La espinaca aporta flavonoides, vitamina C, vitamina E y betacarotenos, que ayudan a combatir los radicales libres y protegen las paredes arteriales del estrés oxidativo, previniendo el daño y la formación de placas de ateroma.

3. Reducción del colesterol “malo” (LDL): Sus antioxidantes previenen la oxidación del LDL, una forma dañina de colesterol que tiende a acumularse en las arterias, favoreciendo su limpieza y previniendo enfermedades cardiovasculares.

4. Fuente de fibra: La fibra de la espinaca ayuda a reducir el colesterol total al bloquear parcialmente su absorción en el intestino, promoviendo su eliminación a través de las heces.

5. Alto contenido en luteína: La luteína, un pigmento antioxidante presente en la espinaca, se ha asociado con la prevención de la acumulación de grasas en las arterias, manteniendo su elasticidad y evitando la obstrucción.

6. Bajo en calorías y grasas saturadas: Al ser un alimento bajo en grasas y calorías, la espinaca contribuye a una dieta saludable que apoya la pérdida de peso y reduce factores de riesgo que contribuyen a la acumulación de grasa en las arterias.

7. Rica en potasio y magnesio: Estos minerales son esenciales para la regulación de la presión arterial, lo que ayuda a aliviar la carga en las arterias y venas, promoviendo una mejor salud cardiovascular.

8. Propiedades antiinflamatorias: Los compuestos bioactivos de la espinaca ayudan a reducir la inflamación crónica, un factor clave en el desarrollo de enfermedades cardíacas y arteriales.

Sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes
Sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes ayudan a mantener saludables las venas y arterias. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cómo consumir espinaca para obtener sus beneficios:

  • Cruda: En ensaladas o batidos verdes, conserva mejor sus nutrientes.
  • Al vapor: Cocinarla ligeramente mantiene su contenido de antioxidantes y facilita su digestión.
  • En sopas o guisados: Añadirla hacia el final de la cocción para preservar sus propiedades.
  • Frecuencia: Incluirla de 3 a 4 veces por semana como parte de una dieta equilibrada.
  • La espinaca es un aliado natural para proteger y limpiar el sistema cardiovascular, siempre que se combine con una alimentación balanceada, actividad física y, en caso necesario, el seguimiento de un profesional de la salud.