¿Qué dice la Psicología de las personas que tienen hipo seguido?

Aunque este reflejo del cuerpo sigue teniendo algunos misterios en ocasiones puede asociarse con padecimientos emocionales

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El hipo también se ha asociado con enfermedades de tipo emocional como depresión, ansiedad o estrés. (UNAM Global TV)

El hipo es una contracción involuntaria y repetitiva del diafragma, el músculo principal encargado de la respiración, acompañado por el cierre repentino de las cuerdas vocales. Este cierre es el que genera el característico sonido “hip”. Aunque generalmente es inofensivo, puede resultar incómodo o molesto dependiendo de su duración o frecuencia.

Las causas más comunes del hipo incluyen la ingesta rápida de alimentos o bebidas, las comidas muy picantes o calientes, la ingesta de bebidas carbonatadas, cambios bruscos de temperatura en el estómago o nerviosismo. En la mayoría de los casos, los episodios son transitorios y desaparecen por sí solos en pocos minutos.

Sin embargo, a diferencia de otros reflejos naturales del cuerpo humano, el hipo aún desenvuelve algunas incógnitas que se siguen investigando por expertos, entre ellas su relación con factores psicológicos.

“Desconocemos su finalidad pues es diferente a reflejos como el estornudo o la tos; sin embargo, se han definido cerca de 100 factores desencadenantes”, explicó en entrevista para TV UNAM, Daniel Pahua Díaz, académico de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

¿Qué es el hipo psicogénico?

En ocasiones el hipo puede
En ocasiones el hipo puede llegar a tener implicaciones emocionales y psicológicas.

Aunque el hipo tiene principalmente causas fisiológicas, la psicología puede estar involucrada en ciertos contextos, especialmente en casos de hipo psicogénico, el cuál no tiene una causa orgánica clara y se asocia con factores emocionales o psicológicos, como el estrés, la ansiedad o trastornos psiquiátricos.

Según un artículo publicado en la revista de medicina británica The Lancet en 2014, el hipo psicogénico puede ser un síntoma somático en trastornos como la ansiedad generalizada, el trastorno de conversión o el trastorno de estrés postraumático. En estos casos, el hipo puede ser una manifestación física de un conflicto emocional subyacente.

Esto sucede ya que el estrés y la ansiedad pueden alterar el funcionamiento del sistema nervioso autónomo, que regula funciones involuntarias como la respiración lo que puede desencadenar o exacerbar las contracciones diafragmáticas que causan el hipo.

Además, otro estudio publicado en Journal of Psychosomatic Research sugiere que los síntomas somáticos, como el hipo, pueden ser una respuesta del cuerpo a la activación prolongada del eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA), que se activa bajo estrés.

Al igual que otros síntomas de padecimientos psicológicos el hipo psicógeno desaparece a través de una terapia con especialistas en neurociencias y psicología, pues aunque puede eliminarse temporalmente con remedios de hipo convencional al ser un reflejo, puede volver en reiteradas ocasiones.

Técnicas sencillas para eliminar el hipo común

Beber agua fría puede eliminar
Beber agua fría puede eliminar el reflejo.

El hipo común suele ser inofensivo al ser un reflejo natural del cuerpo, sin embargo puede llegar a ser incómodo o avergonzarte padecerlo en ciertos momentos de la rutina, es por ello que el doctor Pahua Díaz recomienda las siguientes técnicas para eliminarlo.

Contener la respiración: sostener la respiración durante 10-15 segundos puede ayudar a regular el diafragma al aumentar temporalmente los niveles de dióxido de carbono en la sangre, lo que podría detener el reflejo que causa el hipo.

Beber agua fría: tomar pequeños sorbos de agua fría de manera continua puede estimular el nervio vago y calmar la irritación del diafragma.

Respirar en una bolsa de papel: inhalar y exhalar dentro de una bolsa de papel (sin sellar por completo) puede incrementar el nivel de dióxido de carbono en el cuerpo, relajando el diafragma. Este método debe realizarse con precaución y por períodos breves.

Tragar una cucharada de azúcar o miel: consumir una cucharada de azúcar, miel o incluso chupar un limón puede estimular los nervios implicados en la respuesta al hipo al generar un estímulo en la garganta.

Ejercer presión suave sobre el diafragma: aplicar una ligera presión con las manos en la zona del abdomen, justo debajo de las costillas, puede ayudar a relajar este músculo.

Si los episodios de hipo persisten durante más de 48 horas o interfieren significativamente en la vida diaria, es recomendable consultar a un médico para evaluar posibles causas subyacentes y determinar el tratamiento adecuado.