Narco se reacomodaría en Colima, Nayarit y Quintana Roo tras presión en el norte de México

El reacomodo del crimen organizado activaría nuevas rutas, alianzas y disputas, advierte el especialista Ghaleb Krame

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El reacomodo del crimen organizado
El reacomodo del crimen organizado activaría nuevas rutas, alianzas y disputas, advierte el especialista Ghaleb Krame . Foto: Infobae México

El mapa criminal de México enfrenta una posible reconfiguración. Tras una serie de operativos de las autoridades mexicanas y agencias estadounidenses contra las dos facciones del Cártel de Sinaloa (Los Chapitos y La Mayiza) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en entidades del norte del país, analistas advierten que la presión generada podría desplazar las operaciones hacia nuevas regiones.

El resultado sería una reactivación de focos delictivos en estados que, hasta ahora, mantenían un control más estable o menor visibilidad.

Según el especialista en seguridad nacional Ghaleb Krame, en entrevista con el programa Pie de Nota, los estados de Colima, Nayarit y Quintana Roo están perfilándose como las próximas zonas críticas para la operación del crimen organizado.

La estimación surge de un modelo de simulación criminal desarrollado con inteligencia artificial, el análisis de datos del informe 2025 de la DEA (Drug Enforcement Administration) y eventos recientes como decomisos, arrestos y procesos legales en curso.

Los cárteles que operan en
Los cárteles que operan en la zona norte han sido golpeados en los últimos meses. Imagen: Infobae México

De acuerdo con el especialista Ghaleb Krame, los primeros indicios del reacomodo criminal en estos estados comenzarían a notarse en los seis y ocho meses próximos.

Nuevas rutas, nuevas disputas

Estos tres estados comparten características estratégicas que los vuelven especialmente vulnerables: en el caso de Colima, el puerto de Manzanillo representa un nodo logístico clave para el tráfico internacional.

Nayarit, por su parte, ofrece un corredor costero discreto entre Jalisco y Sinaloa, y Quintana Roo, con su intensa actividad turística, permite el flujo de recursos financieros y una creciente red de narcomenudeo.

En opinión de Krame, el desmantelamiento parcial de redes criminales en el norte ha generado vacíos de poder que otras células, o facciones reconfiguradas, estarían dispuestas a ocupar.

Con ello se infiere que el crimen organizado no opera en vacío: cuando una zona se satura de operativos y vigilancia, las redes se adaptan, migran y rearman en lugares con menor presión institucional.

El desplazamiento no implica una salida total de las zonas actuales, sino una ampliación de territorios de influencia, con nuevos frentes de violencia, logística y corrupción. Este reacomodo, de confirmarse, significaría una expansión sigilosa, pero sostenida.

Atomización criminal y mutación operativa

Puerto de Manzanillo, uno de
Puerto de Manzanillo, uno de los más codiciados por el narco. REUTERS/Daniel Becerril

Además del desplazamiento territorial previsto en regiones del sur y occidente, el reacomodo criminal también podría implicar una transformación interna en la estructura de los cárteles, según interpretaciones del fenómeno observadas por analistas. Si bien Ghaleb Krame no se refirió directamente a una fragmentación organizativa, su evaluación sí apunta a una diferenciación clara entre las capacidades operativas de las principales facciones del Cártel de Sinaloa.

Mientras La Chapiza aparece más expuesta, golpeada por arrestos y presiones judiciales, La Mayiza mantiene —en palabras del especialista— una “transición más directa” y mandos regionales más cohesionados, lo que permite una expansión “lenta pero estable”. Esta asimetría, unida al ingreso de otros grupos como el CJNG y el Cártel de Caborca, ha dado lugar a nuevas tensiones territoriales y redistribuciones de poder en distintos puntos del país.

El CDS y el CJNG
El CDS y el CJNG han sido golpeados tanto en EEUU como en México. (Anayeli Tapia/Infobae)

Aunque Krame no detalló economías ilícitas específicas ni dinámicas locales de violencia, los movimientos que describe pueden derivar en conflictos más localizados por el control de rutas, puntos logísticos y economías criminales como el narcomenudeo o la extorsión, especialmente en estados con debilidad institucional.

El caso de Sonora es un ejemplo de cómo el crimen organizado se adapta ante la presión operativa. De acuerdo con datos del National Drug Threat Assessment 2025, ese estado concentra el 65% del fentanilo decomisado en la frontera sur de Estados Unidos. Además, allí operan actualmente los cinco principales grupos criminales del país (Cártel de Sinaloa, CJNG, Cártel de Caborca, Cártel del Noreste y remanentes de los Beltrán Leyva), situación que ha derivado en una escalada de violencia estructural.

Tan solo en el primer trimestre de 2025, Sonora registró cerca de 700 desapariciones y 346 homicidios dolosos, según el recuento presentado por el especialista. Esta desproporción sugiere una mutación operativa en las formas de ejercer violencia, con menos asesinatos visibles y más desapariciones forzadas, lo que complica la respuesta institucional. La impunidad también agrava la situación: solo uno de cada cien delitos llega a juicio, indicó Krame.

El especialista también alertó sobre el riesgo emergente del carfentanilo, un opioide sintético aún más letal que el fentanilo, cuya presencia ya ha sido detectada en decomisos recientes en Estados Unidos. Si esta sustancia ingresa a México, estados con alta conectividad internacional como Quintana Roo y Colima podrían ser especialmente vulnerables a su distribución.

Tecnología y predicción del crimen

Para construir este escenario, Krame ha desarrollado simulaciones predictivas con inteligencia artificial, que cruzan variables diversas.

En este modelo, las tres entidades antes mencionadas aparecen sistemáticamente como entidades con alta probabilidad de reacomodo criminal en el corto plazo.

Aunque se trata de un modelo de prospectiva, el especialista afirma que las simulaciones han mostrado alta precisión en años anteriores. Las señales preliminares ya están visibles: células operando en Cancún, movimientos en Tepic y reportes de nuevos grupos en Manzanillo refuerzan el pronóstico.