¿Quién es El Panu? Último jefe de seguridad de Los Chapitos, facción del Cártel de Sinaloa

Óscar Noé Medina González, alias “El Panu”, es señalado por autoridades mexicanas y estadounidenses como uno de los principales operadores del Cártel de Sinaloa, específicamente vinculado a la facción liderada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, conocidos como Los Chapitos.

Su nombre ha cobrado notoriedad por su presunta participación en diversas actividades delictivas, incluyendo tráfico de drogas, portación de armas, lavado de dinero y coordinación logística para grupos armados.

Dentro de la organización criminal, se le atribuye el rol de jefe de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, uno de los hijos de “El Chapo”, y una de las figuras más visibles del ala de “Los Chapitos”.

Según investigaciones abiertas en México y Estados Unidos, Medina González habría sido responsable de coordinar dispositivos de protección y traslado para los líderes de la organización, así como de supervisar acciones armadas contra grupos rivales.

Además, se le vincula con la importación de precursores químicos desde Asia para la producción de fentanilo, droga sintética que el Cártel de Sinaloa distribuye en territorio estadounidense.

La Administración para el Control de Drogas (DEA) y el Departamento de Justicia de EE. UU. han señalado a “El Panu” como una pieza importante dentro del esquema operativo de “Los Chapitos”.

De acuerdo con investigaciones periodísticas y reportes oficiales, los orígenes de Medina González dentro del cártel se remontan a su relación con la familia Tapia, un antiguo clan que operaba bajo las órdenes de Joaquín Guzmán Loera y que también habría brindado servicios de seguridad a Ismael “El Mayo” Zambada.

Aunque su presencia en el grupo data de los años en que ambos líderes del Cártel de Sinaloa operaban en conjunto, se desconoce en qué momento exacto “El Panu” se alineó exclusivamente con la facción de los Guzmán Salazar.

Diversos documentos oficiales y narcocorridos interpretados por Código FN, Tito Double P y Ariel Camacho y los Plebes del Rancho lo señalan como un operador de extrema confianza de Iván Archivaldo Guzmán, fungiendo como su jefe de seguridad y comandante del aparato encargado de proteger cargamentos, líderes y operaciones estratégicas del cártel.

A pesar de mantener un perfil público relativamente bajo, Medina González ha sido incluido en la lista negra de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

Además, en abril de 2023, fue acusado formalmente por el Distrito Sur de Nueva York, en una imputación que lo señala como parte de la red de tráfico de fentanilo más activa y letal del mundo, operada por “Los Chapitos”.

El Departamento de Estado lo describe como el principal lugarteniente de Iván Archivaldo Guzmán y uno de los encargados de mantener la reputación y el control territorial del cártel a través de actos violentos y corrupción. Entre las acusaciones más graves en su contra se encuentra su presunta participación en la tortura y asesinato de miembros de cárteles rivales y agentes federales.

Uno de los episodios más violentos en los que se le vincula ocurrió durante el llamado “Culiacanazo” en octubre de 2019, cuando fuerzas federales intentaron detener a Ovidio Guzmán.

Medina González habría dirigido personalmente a células armadas en Culiacán, asignándoles puntos estratégicos, incluyendo el aeropuerto, con órdenes de actuar en caso de movimientos militares, incluso utilizando lanzagranadas.

También se le atribuye la coordinación de una alianza con los “Artistas Asesinos” en Ciudad Juárez, con el objetivo de desestabilizar al Cártel de Juárez, acción que resultó en múltiples homicidios, incendios y actos de violencia.