Qué tan saludable es comer helado a diario durante la temporada de calor

A lo largo de la época de calor el cuerpo puede pedirnos alimentos refrescantes, sin embargo, no todos son buenos para la salud

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Degustación de nieves y helados
Degustación de nieves y helados en sabores únicos como chocolate, fresa, y limón para disfrutar - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Se suele consumir más helado en tiempos de calor porque ayuda a refrescarse y a regular la temperatura corporal. El helado, al ser un producto frío, genera una sensación inmediata de alivio ante el calor, lo que lo convierte en una opción atractiva durante los días más cálidos.

Otro factor que influye es la asociación cultural entre el helado y el verano en muchas sociedades. Durante las estaciones calurosas, su consumo es promovido como parte de las actividades recreativas al aire libre, ya que se considera un postre o snack ligero que puede disfrutarse en familia o con amigos.

Sin embargo, a pesar de que es un postre muy popular de consumir en épocas y en ocasiones puede aportar algunos beneficios como refrescarte o subir tu estado de ánimo, de acuerdo con información de la Asociación Americana del Corazón (AHA por sus siglas en inglés) la mayoría de versiones de este postre pueden afectar a tu salud si se consume con mucha frecuencia.

Las consecuencias de consumir helado diariamente

Aunque existen versiones saludables la
Aunque existen versiones saludables la mayoría de recetas de helados suelen tener cantidades elevadas de azúcar.

Uno de los primeros perjuicios que puede causar el consumo diario de helado es su impacto en la salud dental. Según la Asociación Dental Estadounidense (ADA), el alto contenido de azúcar en el helado puede causar caries y erosión del esmalte dental. Los ingredientes dulces del helado, al quedar atrapados entre los dientes y las encías, proporcionan un ambiente propicio para las bacterias que causan las caries.

Además, este postre posee un alto índice glucémico debido a su contenido de azúcar refinada. Según la Fundación para la Investigación de la Diabetes Juvenil (JDRF) de los EEUU, consumir alimentos con elevado índice glucémico regularmente puede provocar picos de glucosa en la sangre. Estos picos pueden ser especialmente perjudiciales para personas con diabetes o con predisposición a la enfermedad, haciendo que los niveles de azúcar en sangre sean difíciles de controlar.

El helado es rico en grasas saturadas, lo cual puede afectar negativamente los niveles de colesterol. Según la AHA, las grasas saturadas aumentan los niveles de colesterol ‘malo’ (LDL) en la sangre. Este aumento puede incrementar el riesgo de enfermedades del corazón y derrames cerebrales. El helado contiene entre un 5% y un 15% de grasa y entre un 3% y un 5% de proteínas, lo que contribuye a estos efectos negativos sobre la salud cardiovascular.

Para aquellos que buscan consumir helados de manera saludable, siempre está la opción de prepararlos en casa, controlando los ingredientes añadidos y evitando azúcares y grasas poco saludables.

Postres nutritivos que puedes consumir durante el calor

Una paleta de hielo artesanal
Una paleta de hielo artesanal con trozos de gomita, fresas y moras, perfecta para los días calurosos. Refrescante y divertida, ideal para chicos y grandes. – (Imagen Ilustrativa Infobae)

No todo lo relacionado al consumo de helado es negativo, pues el impacto psicológico y social del consumo diario de helado también es relevante y comer helado puede ser una fuente de placer y satisfacción, lo que puede beneficiar la salud mental, según un artículo de Harvard Health Publishing.

Sin embargo, no los helados no son la única opción que puedes disfrutar durante la temporada de calor, también puedes incluir postres nutritivos como los siguientes.

Paletas de frutas naturales: preparadas con jugos o trozos de frutas frescas como mango, kiwi, fresa o sandía. Solo requieren congelarlas en moldes y pueden endulzarse de manera natural usando miel o sin azúcar añadida.

Yogur helado con frutas: mezclar yogur natural bajo en grasa con frutas picadas como arándanos, fresas o plátano, y congelar por un par de horas. Es una alternativa ligera y rica en nutrientes.

Smoothies fríos: combinar frutas frescas como piña, melón o frutos rojos con leche vegetal, yogur o agua. Puedes añadir hielo para una textura más refrescante.

Ensaladas de frutas: una mezcla de frutas frescas como melón, sandía, uvas y mango, servida fría. Puedes agregar zumo de limón y un poco de menta para realzar el sabor.

Gelatina natural: hecha con jugos naturales de frutas y sin azúcares procesados puede ser una opción refrescante y ligera para los días calurosos.