Las señales de que tienes resistencia a la insulina y puedes desarrollar diabetes, pero que casi nadie conoce

Aprender a identificar estos signos puede ayudar a prevenir el desarrollo de esta enfermedad

Guardar
La insulina es la hormona
La insulina es la hormona que previene la acumulación de la glucosa en la sangre. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La resistencia a la insulina es una condición en la que las células del cuerpo, especialmente en músculos, hígado y tejido graso, tienen una respuesta disminuida a la insulina, una hormona producida por el páncreas que regula los niveles de glucosa (azúcar) en sangre.

Y aunque existen algunos síntomas asociados a esta condición, tales como el incremento en la sed o el ir muchas veces al baño, existen otras que pueden ser poco asociadas a este desajuste por lo que pueden pasar desapercibidos.

Es por ello que es importante conocer los signos que pueden indicar una posible resistencia a la insulina, ya que identificarlo a tiempo puede ayudar a prevenir el desarrollo de la diabetes. Es por eso que aquí te contamos cuáles son aquellas señales poco conocidas que pueden indicar una posible resistencia a la insulina.

El mal funcionamiento de la
El mal funcionamiento de la insulina de manera crónica puede favorecer la aparición de la diabetes- (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cuáles son señales de que tienes resistencia a la insulina, pero que suelen ser poco conocidas

Como mencionamos, existen signos y síntomas de resistencia a la insulina que pueden pasar desapercibidos o no ser comúnmente relacionados con esta condición, pero que podrían ser indicadores tempranos del riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Entre estos se encuentran los siguientes:

1. Oscurecimiento de la piel (acantosis nigricans):Parches oscuros, gruesos y aterciopelados en áreas como el cuello, las axilas, las ingles o detrás de las rodillas. Es uno de los signos más asociados a la resistencia a la insulina.

2. Aumento de peso en el abdomen: La acumulación de grasa en la zona abdominal (grasa visceral) puede estar vinculada a la resistencia a la insulina, incluso si el resto del cuerpo tiene normopeso.

3. Fatiga constante: Cansancio grave o una sensación de agotamiento continuo debido a que las células del cuerpo no reciben suficiente glucosa para generar energía.

4. Hambre excesiva después de comer (hiperfagia): Sensación frecuente de hambre, incluso después de haber consumido una comida completa. La resistencia a la insulina impide que la glucosa entre a las células, causando una necesidad constante de energía.

5. Dificultad para concentrarse (neblina mental): Problemas de memoria, falta de claridad mental o dificultad para concentrarse, relacionados con un desbalance en los niveles de glucosa en el cerebro.

6. Sequedad o cambios en la piel: La piel puede volverse más seca o mostrar una cicatrización lenta de heridas debido a alteraciones en la microcirculación y la regulación de glucosa.

7. Hiperpigmentación de las articulaciones o pliegues: Aparición de zonas más oscuras en los nudillos, codos o rodillas sin causa aparente, asociada a niveles altos de insulina en sangre.

8. Aumento en la presencia de quistes ováricos: En mujeres, la resistencia a la insulina puede contribuir al síndrome de ovario poliquístico (SOP), caracterizado por quistes ováricos, ciclos menstruales irregulares y exceso de vello facial o corporal.

9. Hipertensión arterial: Los altos niveles de insulina pueden contribuir al aumento de la presión arterial, incluso sin tener otros síntomas evidentes de diabetes.

10. Problemas para bajar de peso: La resistencia a la insulina dificulta que el cuerpo use la grasa como fuente de energía, lo que puede hacer que bajar de peso sea más complicado.

Una fatiga constante e inexplicable
Una fatiga constante e inexplicable podría indicar un problema con la insulina para el uso de correcto de la glucosa. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Es importante mencionar que si experimentas alguno de estos síntomas de manera constante y sin causa aparente es importante consultar a un médico.

También puede ser recomendable realizar pruebas como la insulina en ayunas, la prueba de tolerancia a la glucosa o la medición de la hemoglobina glucosilada para detectar problemas de insulina y prevenir complicaciones futuras.