“Fart Walks”, el sencillo truco digestivo que equilibra la glucosa y mejorar la digestión sin pastillas ni gimnasio

Un paseo breve tras cada comida puede descomprimir el estómago, estabilizar la glucosa y potenciar la respuesta a la insulina; una especialista revela por qué este hábito tan simple transforma tu salud

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Los especialistas confirman los beneficios
Los especialistas confirman los beneficios metabólicos de los paseos tras comer alimentos ricos en carbohidratos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Entre las prácticas más curiosas y efectivas que han surgido en los últimos años para mejorar el bienestar digestivo se encuentra el concepto de las “Fart Walks”. Esta sencilla rutina captó la atención por su enfoque natural y accesible, sin necesidad de medicamentos, dietas estrictas ni ejercicios rigurosos.

Lejos de ser una broma, este hábito después de cenar se está ganando un lugar en el mundo del autocuidado gracias a sus beneficios comprobables. La rutina la popularizó Mairlyn Smith, autora del libro Peace, Love and Fibre (2019), quien describe esta estrategia como una caminata ligera después de comer que permite liberar gases de manera discreta y cómoda.

Según explicó al medio Food & Wine, “el objetivo de una caminata de gases es estimular el tracto digestivo después de comer para que puedas expulsar gases y tener un buen descanso de la noche, pero también tiene maravillosos beneficios para tu salud en general, ya que favorece la regulación del azúcar en sangre y puede reducir el riesgo de diabetes tipo 2”.

Al caminar unos minutos después de las comidas, se activa el sistema digestivo, se alivia la hinchazón abdominal y se mejora la sensibilidad a la insulina, lo que resulta en un impacto positivo tanto en la energía como en la calidad del sueño. Así, los “paseos de pedos demuestran que pequeños cambios pueden generar grandes transformaciones en la salud cotidiana.na

Movimiento ligero después de ingerir
Movimiento ligero después de ingerir alimentos alivia los gases y mejora la digestión.

¿Cómo hacer caminatas para liberar los gases intestinales?

Smith aclara que no existe una técnica única ni estricta para realizar caminatas de esta forma; lo importante es moverse a un ritmo cómodo y sin prisa poco después de terminar de comer.

Lo ideal, según la autora, es comenzar el paseo dentro de los 30 minutos posteriores al último bocado, ya que en ese momento es cuando los niveles de azúcar tienden a elevarse. La caminata no requiere más de 10 a 15 minutos, tiempo suficiente para activar la digestión y ayudar al cuerpo a liberar gases atrapados de manera natural, según explicó Ali Chappell, PhD, RD, especialista en endocrinología reproductiva y fundadora de Lilli Health.

El beneficio de este tipo de movimiento va más allá de la simple comodidad. Maddie Gallivan, dietista registrada del Reino Unido, comentó en entrevista para Healthline que “cualquier tipo de movimiento suave es excelente para activar el sistema digestivo. Ya sea caminar o practicar yoga, se ha demostrado que ambos promueven la motilidad gástrica”.

Este proceso, que consiste en las contracciones musculares del estómago que impulsan los alimentos hacia los intestinos, puede marcar una diferencia significativa en personas con padecimientos como el síndrome del intestino irritable (SII). Gallivan añadió que estas caminatas podrían ayudar a aliviar síntomas comunes como la hinchazón y el estreñimiento, convirtiéndolas en una herramienta accesible para mejorar la salud digestiva diaria.

La Asociación Americana de Diabetes
La Asociación Americana de Diabetes respalda caminar como herramienta para controlar la glucosa.

Equilibra la glucosa caminando

De acuerdo con la Asociación Americana de Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés) señala que caminar es una de las formas más sencillas de actividad física, y la mayoría de las personas con diabetes pueden incorporarla fácilmente en su rutina.

Entre los múltiples beneficios que enumera la ADA están la disminución del azúcar en sangre, el aumento de la sensibilidad a la insulina, la mejora del metabolismo y del sistema cardiovascular, así como efectos positivos sobre la presión arterial, el colesterol, el equilibrio, el peso corporal y el estado de ánimo.

El mecanismo detrás de esta mejora tiene que ver con cómo el cuerpo procesa los alimentos. La Dra. Meghan Garcia-Webb, médica con tres certificaciones y fundadora de Weight Medicine MD, explica que “el azúcar en sangre es la forma en que la energía de los alimentos llega a los tejidos. Por lo tanto, cuando comemos, nuestro cuerpo descompone los alimentos en componentes utilizables, y una parte significativa se convierte en glucosa”.

Después de una comida rica en carbohidratos, como arroz, papas o frutas, los niveles de glucosa suelen elevarse. Es aquí donde caminar se vuelve crucial. “Cuando caminas después de una comida, tus músculos esencialmente extraen esa glucosa del torrente sanguíneo y la utilizan como energía”, explica Vandana Sheth, RDN, nutricionista dietista registrada y especialista en diabetes.

Este proceso no solo ayuda a estabilizar los niveles de azúcar, sino que reduce el esfuerzo que el cuerpo necesita para producir insulina, lo que puede disminuir el riesgo de desarrollar resistencia a esta hormona. Así, las fart walks se consolidan como una estrategia natural para cuidar la salud metabólica y digestiva de forma conjunta.