El hábito de cocina que podría estar dañando tus sartenes sin que te des cuenta

Los sartenes son uno de los utensilios más usados en la cocina, pero también de los que más rápido se deterioran si no se cuidan correctamente.

Aunque muchos creen que su desgaste se debe únicamente al uso frecuente, la realidad es que hay un hábito muy común que podría estar destruyéndolos lentamente: lavarlos justo después de usarlos, cuando aún están calientes.

Sí, aunque suene contradictorio con la idea de “lavar de inmediato”, este gesto —que parece inofensivo— puede acortar la vida útil de tus sartenes y afectar su recubrimiento.

Cuando un sartén, especialmente uno de teflón, antiadherente o incluso de aluminio, se expone al choque térmico de pasar del fuego al agua fría, el material sufre una contracción brusca. Esto puede provocar:

• Deformación de la base, haciendo que el sartén ya no se asiente bien sobre la estufa.
• Desprendimiento del recubrimiento antiadherente, lo cual no solo reduce su funcionalidad, sino que puede liberar partículas no deseadas.
• Aparición de manchas difíciles de quitar, causadas por residuos de grasa que no se eliminan correctamente si el agua no penetra de forma homogénea.

Para evitar este error común, lo ideal es seguir estos pasos:

1. Retira el sartén del fuego y déjalo enfriar de forma natural durante al menos 10-15 minutos.
2. Cuando ya esté tibio, usa una esponja suave y jabón neutro.
3. Evita los estropajos metálicos o abrasivos, sobre todo si tu sartén tiene teflón o recubrimientos especiales.
4. Si hay restos adheridos, deja remojar con agua tibia y bicarbonato por unos minutos antes de frotar.

Este tipo de limpieza conserva la capa protectora y evita daños estructurales.

• Usar utensilios de metal que rayen el recubrimiento.
• Apilar los sartenes sin protección entre ellos.
• Cocinar a fuego muy alto cuando el sartén no está diseñado para eso.
• Lavar en lavavajillas sartenes que no lo permiten.

Cuidar tus sartenes no requiere esfuerzos costosos ni productos especiales, sino pequeños cambios en tu rutina.

Evitar lavarlos en caliente puede prolongar su vida útil, conservar sus propiedades antiadherentes y evitar que terminen en la basura antes de tiempo. Porque, a veces, el cuidado comienza justo después de apagar la estufa.