¿Qué verduras ayudan a estimular los estrógenos en las mujeres?

Gracias a su composición fitoquímica, pueden estimular su producción o imitar su función natural

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(Imagen Ilustrativa Infobae)
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La salud hormonal de la mujer está estrechamente ligada a los niveles de estrógeno, una hormona clave en procesos como el desarrollo sexual, la fertilidad, la densidad ósea y la regulación del ciclo menstrual.

Si bien factores como la edad, el estrés o ciertas condiciones médicas pueden afectar la producción de estrógenos, la alimentación representa una vía natural y efectiva para apoyar el equilibrio hormonal.

Entre los alimentos que pueden potenciar la función estrogénica del cuerpo, algunas verduras ocupan un lugar destacado por su contenido en fitoestrógenos, compuestos vegetales que imitan la acción del estrógeno humano.

Las ideales

  • Una de las principales es la soya y sus derivados (tofu, edamames, tempeh), aunque en términos estrictos se trata de una leguminosa, muchas veces es clasificada como verdura en dietas prácticas. Es rica en isoflavonas, un tipo de fitoestrógeno que ha sido ampliamente estudiado por su capacidad para aliviar los síntomas de la menopausia, mejorar la salud ósea y apoyar el sistema cardiovascular en mujeres, además de provocar un efecto regulador en mujeres con bajos niveles de estrógeno.
  • Otra verdura con alto potencial estrogénico es el hinojo. Esta planta aromática contiene anetol, un compuesto que ha demostrado efectos estrogénicos leves, especialmente útiles en el tratamiento de trastornos menstruales y síntomas perimenopáusicos y cuyos extractos pueden contribuir al alivio de los sofocos, irritabilidad y sequedad vaginal.
  • Las zanahorias, por su parte, aportan betacarotenos y otros carotenoides que ayudan a modular la producción hormonal. Aunque no contienen fitoestrógenos directos, su acción antioxidante apoya la función endocrina general. Una dieta rica en carotenoides puede mejorar la función ovárica y reducir el riesgo de desequilibrios hormonales.
  • La remolacha o betabel también es relevante gracias a su contenido en nitratos naturales y antioxidantes, que mejoran la circulación y la oxigenación de los tejidos, lo cual tiene un impacto positivo en la función endocrina y reproductiva.
  • Finalmente, el apio y el perejil contienen pequeñas cantidades de compuestos estrogénicos naturales como el luteolín y el apiol, que pueden complementar la dieta estrogénica de manera sutil pero efectiva.

Consumir estas verduras en el marco de una alimentación balanceada no solo favorece el equilibrio hormonal femenino, sino que también mejora la digestión, fortalece el sistema inmunológico y previene enfermedades crónicas. Su integración regular es especialmente recomendable durante la menopausia, la adolescencia o ante alteraciones del ciclo menstrual.