Este es el mejor método para guardar las fresas y evitar que se pudran, pero que es poco conocido

Las fresas, conocidas por su sabor dulce y su característico color rojo, son una de las frutas más populares, pero también una de las más delicadas.

Su alto contenido de agua las hace especialmente vulnerables al deterioro, lo que puede llevar a que se ablanden o desarrollen moho en pocos días, por lo que extender su vida útil puede ser un tema complicado.

Y aunque muchos recurren al típico almacenamiento en el refrigerador, lo cierto es que existe un método poco conocido que permite conservarlas frescas por más tiempo, evitando los problemas asociados al almacenamiento en la nevera o en el frutero, prácticas que no siempre son las más adecuadas.

Y es que el frío excesivo puede afectar su textura, ablandándolas, o incluso acelerar la aparición de moho si no se almacenan correctamente, mientras que dejarlas en el frutero, donde están expuestas al calor y la luz, tampoco es ideal, ya que estas condiciones favorecen su deterioro.

Ante esta problemática, existe un método sencillo y efectivo para prolongar su frescura, pero que pocos conocen y del cual te contamos a continuación.

Por si quizá no lo conocías, el mejor truco de al almacenaje consiste en utilizar un recipiente con papel absorbente. Para esto, las fresas deben colocarse sin lavar y completamente secas sobre una capa de papel dentro de un tupper o un envase de vidrio.

Es importante distribuirlas en una sola capa para evitar que se aplasten entre sí. Además, el recipiente debe cerrarse dejando una pequeña abertura o utilizando tapas con ventilación. Una vez preparadas de esta manera, las fresas deben almacenarse en un lugar fresco, seco y oscuro, lo que ayuda a mantener su frescura durante más tiempo.

Es importante mencionar que conservar las fresas adecuadamente no solo permite disfrutar de su sabor por más tiempo, sino también aprovechar sus propiedades nutricionales por lo que este método de almacenamiento, aunque poco conocido, resulta práctico y efectivo para quienes desean evitar el desperdicio de esta fruta tan apreciada.

Además del almacenaje antes mencionado, para prolongar la frescura de las fresas y evitar que se deterioren rápidamente, se recomienda seguir estos pasos:

1. No lavarlas antes de guardarlas: Lava las fresas únicamente antes de consumirlas. La humedad adicional acelera el crecimiento de moho y el deterioro.

2. Retirar fresas dañadas o mohosas: Revisa las fresas antes de guardarlas y retira cualquier fruta dañada o con moho para evitar que el resto se contamine.

4. Conservación en el refrigerador: Guarda las fresas en la parte menos fría del refrigerador (zona de frutas y verduras). La temperatura ideal para almacenarlas es entre 0°C y 2°C. No las guardes junto a frutas que emitan mucho etileno, como manzanas o plátanos, ya que esto puede acelerar su maduración.

5. Método de vinagre diluido (opcional): Lava las fresas rápidamente en una mezcla de 1 parte de vinagre blanco y 3 partes de agua, luego enjuágalas bien con agua fría y sécalas completamente antes de guardarlas. Este método ayuda a eliminar bacterias y retrasar el crecimiento de moho.

6. Congelación para mayor duración: Si deseas conservarlas por más tiempo, congélalas. Lava y seca las fresas, retira sus tallos y colócalas de forma separada en una bandeja hasta que se congelen. Luego transfiérelas a bolsas selladas o recipientes aptos para congelador.

Siguiendo estos consejos, las fresas frescas pueden durar de 5 a 7 días en el refrigerador y varios meses si se congelan correctamente.