Estas son las frases más dañinas que los padres pueden llegar a decir a sus hijos, según la psicología

Aunque algunas de ellas pueden parecer inofensivas, pueden tener un gran impacto en la mente de los pequeños

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Los menores pueden ser muy
Los menores pueden ser muy susceptibles a las palabras dichas por los adultos. (Imagen ilustrativa Infobae)

A pesar de que muchas personas pueden verlos como “adultos pequeños” lo cierto es que los niños son seres vulnerables cuya identidad se encuentra en formación y para ellos todo son nuevas experiencias que les ayudarán a moldear la forma en que ven el mundo y a ellos mismos.

Es por eso que el tipo de lenguaje y el tipo de frases que usemos para dirigirnos a ellos tendrá un impacto profundo en sus recuerdos, vivencias y personalidades.

Y aunque en el pasado existían muchas frases que era común que los padres dijeran a sus hijos, en la actualidad se sabe el gran daño que podían llegar a causar.

Es por eso que aquí te contamos cuáles son algunas sentencias que algunos padres aún estilan decir a sus hijos y que causan gran daño en su autoestima para que podamos ayudar a evitar que se continúen reproduciendo en la mente de los menores.

Los niños son seres vulnerables
Los niños son seres vulnerables que fácilmente tomarán como una verdad todo aquello que digan sus adultos cuidadores. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cuáles son las frases más dañinas que puedes decir a los niños, según la psicología

En psicología, se reconoce que ciertas frases pueden ser particularmente dañinas para los niños, ya que afectan negativamente su autoestima, desarrollo emocional y percepción del mundo. A continuación, algunas de las frases más perjudiciales y su impacto:

1. “No sirves para nada” o “Eres un inútil”: Genera baja autoestima, inseguridad y sentimiento de incapacidad. Puede provocar dificultades para confiar en sus habilidades y enfrentar desafíos.

2. “Ojalá no hubieras nacido” o “Eres un error”: Puede causar un profundo sentimiento de rechazo, tristeza y vacío emocional. Estas frases dañan gravemente el vínculo afectivo con los cuidadores.

3. “Por qué no eres como tu hermano/primo”: Comparaciones constantes generan envidia, resentimiento y sentimientos de inferioridad. El niño puede desarrollar problemas de autovaloración y competencia con otros.

4. “Deja de llorar, no es para tanto” o “Los niños fuertes no lloran”: Esta frase invalida sus emociones y contribuye a que reprima los sentimientos. Esto puede llevar a que, de adulto, tenga dificultades para gestionar sus emociones o expresarlas.

5. “Si no haces esto, no te quiero“: El niño interioriza la aprobación como algo condicional. Esto genera inseguridad emocional, miedo al rechazo y dependencia por la validación externa.

6. “Eres malo” o “Siempre haces todo mal”: Refuerza etiquetas negativas. Los niños pueden asumir que no tienen la capacidad de mejorar o que su valor como persona está dañado.

7. “Cállate, no sabes de lo que hablas”: Desacredita sus ideas y opiniones, dañando su confianza e inhibiendo su deseo de expresarse en el futuro.

8. “Si te portas mal, me voy”: Causa temor al abandono y genera inseguridad. El niño puede sentirse rechazado incluso por errores normales en su aprendizaje.

9. “Qué vergüenza me haces pasar”: Genera culpabilidad y percepción de ser una carga para los demás, afectando su autoestima y capacidad para expresarse libremente.

10. “Tú no puedes hacer eso”: Limita su sentido de competencia y confianza en sí mismo, cohibiéndolo a intentar nuevas cosas o enfrentar retos.

La violencia psicológica deja grandes
La violencia psicológica deja grandes huellas en los niños de quienes la viven.- (Imagen Ilustrativa Infobae)

Es fundamental que los cuidadores utilicen un lenguaje constructivo para dirigirse a los niños. Reemplazar críticas o amenazas con frases que fomenten el diálogo, la empatía y la orientación ayudará a reforzar el desarrollo emocional saludable del niño.