¿El aumento del salario mínimo es suficiente en México?

Brechas salariales en México: Mujeres e indígenas, los más afectados

Guardar
La lucha laboral global del
La lucha laboral global del 1° de mayo tiene su origen en Chicago, en 1886. (Foto: Infobae Perú / Andina)

Hoy se conmemora el esfuerzo, dedicación y pasión que cada persona pone en su trabajo, en honor a los empleados de Chicago, en Estados Unidos, que fueron reprimidos y ejecutados por exigir una jornada laboral de ocho horas durante una manifestación el 1° de mayo de 1886.

El movimiento nació en un contexto de intensas demandas laborales. En aquella época, las jornadas de trabajo eran de hasta 16 horas diarias, lo que generó descontento entre los trabajadores. En respuesta, sindicatos y organizaciones laborales se manifestaron para exigir mejores condiciones. La reducción de horas de trabajo es el resultado de estas luchas laborales, que hoy en día se considera un derecho en muchos lugares del mundo.

Este evento, que tuvo un impacto global, sigue siendo un símbolo de la lucha por la justicia laboral en el siglo veintiuno. Algunas organizaciones laborales, sindicatos, asociaciones y trabajadores recuerdan esta fecha como un día para la defensa de los derechos y como una jornada de lucha para expresar demandas para tener condiciones dignas y seguras en el trabajo.

Derechos laborales en México

Reformas recientes, como la Ley
Reformas recientes, como la Ley Silla, buscan mejorar condiciones laborales en el país. (Freepik)

En la Constitución Política de México, se establece el Artículo 123, donde se encuentra la Ley Federal del Trabajo, que resguarda los derechos laborales de los mexicanos. Estos derechos incluyen el derecho a: salario justo, jornada laboral, descanso, vacaciones, seguridad, capacitación, vivienda, salubridad en espacios de trabajo, a la no discriminación y a la vivienda.

La Ley Federal del Trabajo está distribuida en 16 capítulos, donde más de mil artículos protegen a los trabajadores y también funge como guía para los empleadores o empresas, explicándoles los criterios con los que deben contar. En los últimos años, se ha reformado esta ley. En 2019 se reconoció el teletrabajo o home office; en 2023 hubo un aumento a las vacaciones, y el año pasado se introdujo la Ley Silla, que garantiza el derecho de los trabajadores a descansar sentados durante su jornada laboral. Para 2025, se está trabajando en la protección de trabajadores de plataformas digitales que ofrecen servicios de transporte.

Impacto del salario mínimo en la vida de los trabajadores

El salario mínimo en México
El salario mínimo en México creció un 137 %, pero no alcanza para evitar la pobreza. REUTERS/Jose Luis Gonzalez

En México, se han incrementado los salarios mínimos, pero aún existen grandes diferencias que obligan a revisar la política en relación con este tema, así como a mantener el esfuerzo para aumentar la mejora salarial. “Todavía más de la tercera parte de los mexicanos no gana ni para adquirir la canasta básica alimentaria”, afirma el coordinador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo en la UNAM, Enrique Provencio Durazo.

El salario mínimo en la República mexicana ha aumentado un 137 %, pasando de $89.44 pesos en 2018 a $193.44 pesos en 2024, con un incremento mayor en la frontera norte. Sin embargo, este avance no es suficiente para evitar la pobreza.

Desde 2014, diferentes iniciativas, incluidas propuestas de académicos de la UNAM, contribuyeron a las reformas legales que permitieron el alza salarial en 2019. El aumento del salario mínimo ha impulsado el crecimiento general de los salarios y ha mejorado el poder adquisitivo en términos reales. Sin embargo, más de un tercio de la población sigue sin obtener ingresos suficientes para adquirir la canasta básica.

Enrique Provencio Durazo explicó que las brechas salariales persisten, donde las mujeres ganan, en promedio, un 20 % menos que los hombres. Además, en los estados más pobres las remuneraciones son un 60 % menores que en los más ricos, y los municipios indígenas perciben menos de la mitad que los no indígenas, mientras que los trabajadores informales tienen un 50 % menos de ingresos que aquellos con empleos formales.