¿El sarampión es peligroso para quienes no han tenido varicela? Esto se sabe

Tras los recientes aumentos de casos confirmados, las autoridades sanitarias han instado a la población a priorizar la vacunación como el principal método de prevención y reducción de riesgos

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Estas son las diferencias entre
Estas son las diferencias entre ambas enfermedades. Diseño: (Jesús Tovar Sosa/Infobae)

De acuerdo con información publicada por medios especializados, el sarampión y la varicela son enfermedades virales altamente contagiosas que comparten ciertas similitudes, como su prevalencia en la infancia y la aparición de erupciones cutáneas. Sin embargo, estas patologías son causadas por virus completamente diferentes y presentan características clínicas y riesgos específicos.

Una de las dudas frecuentes entre la población es si no haber padecido varicela puede agravar el curso del sarampión. Según los expertos, no existe una relación directa entre ambas enfermedades en este sentido, pero sí es crucial entender sus diferencias, complicaciones y la importancia de la vacunación para prevenirlas.

Diferencias clave entre el sarampión y la varicela

El sarampión es provocado por un morbillivirus, mientras que la varicela es causada por el virus varicela-zóster, un tipo de herpesvirus. Aunque ambas enfermedades comparten un alto nivel de contagio y la capacidad de propagarse rápidamente, sus síntomas iniciales y evolución clínica son distintos.

Según los reportes, el sarampión comienza con fiebre alta, tos seca, congestión nasal y conjuntivitis, síntomas que suelen aparecer entre 10 y 14 días después de la exposición al virus. Además, una señal característica son las manchas de Koplik, pequeñas lesiones blancas rodeadas de un halo rojizo que aparecen en la mucosa bucal antes de que surja la erupción cutánea.

Por otro lado, la varicela tiene un periodo de incubación más largo, de hasta 21 días, y puede o no estar acompañada de fiebre. Su síntoma más distintivo es un sarpullido que evoluciona de pequeñas protuberancias rosadas a ampollas llenas de líquido, que posteriormente se rompen y forman costras. Este proceso suele ir acompañado de un intenso picor, lo que aumenta el riesgo de infecciones secundarias si las lesiones son rascadas.

Aunque pueden presentar síntomas similares,
Aunque pueden presentar síntomas similares, ambas enfermedades distan una de la otra. Foto: (AdobeStock)

Complicaciones asociadas a cada enfermedad

Aunque en la mayoría de los casos tanto el sarampión como la varicela se resuelven sin mayores complicaciones, ambas enfermedades pueden ser graves en ciertos grupos de riesgo. Según los especialistas, el sarampión puede derivar en neumonía, encefalitis, ceguera, desnutrición e incluso la muerte, especialmente en niños pequeños, personas no vacunadas, adultos y pacientes inmunocomprometidos. En mujeres embarazadas, el sarampión puede causar abortos espontáneos o partos prematuros.

En el caso de la varicela, las complicaciones más comunes incluyen infecciones bacterianas de la piel, otitis (inflamación del oído), sinusitis y neumonía. Además, en niños que toman aspirina durante el curso de la enfermedad, existe el riesgo de desarrollar el síndrome de Reye, una condición poco frecuente pero grave que puede causar daño cerebral. Los grupos más vulnerables a complicaciones graves por varicela son los adultos, los lactantes menores de un año, las mujeres embarazadas y las personas con sistemas inmunológicos debilitados.

La importancia de la vacunación

Según los datos proporcionados, la vacunación es la herramienta más eficaz para prevenir tanto el sarampión como la varicela. La vacuna triple viral (SRP), que protege contra el sarampión, la rubéola y las paperas, se administra en dos dosis: la primera al año de vida y la segunda entre los cuatro y seis años.

Por su parte, la vacuna contra la varicela también se aplica en dos dosis, la primera a los 15 meses y la segunda entre los cuatro y seis años. Ambas vacunas han demostrado una eficacia superior al 90% en la prevención de estas enfermedades.

Autoridades destacaron a la población
Autoridades destacaron a la población mexicana la importancia de vacunarse contra el sarampión. Foto: (iStock)

Gracias a la inclusión de estas vacunas en los calendarios de inmunización infantil, la incidencia de sarampión y varicela ha disminuido significativamente en muchas regiones. Sin embargo, los expertos advierten que la falta de vacunación puede llevar a brotes más elevados, especialmente en comunidades con bajas tasas de cobertura.

Además de la vacunación, es fundamental estar atentos a los síntomas iniciales de estas enfermedades y buscar atención médica oportuna. En el caso de la varicela, se recomienda evitar el uso de aspirina para prevenir el síndrome de Reye y tomar medidas para aliviar el picor, como el uso de lociones calmantes o medicamentos antihistamínicos recetados por un médico. En cuanto al sarampión, el monitoreo de posibles complicaciones respiratorias o neurológicas es clave para evitar desenlaces graves.