Cómo tomar moringa para mejorar la salud intestinal y desinflamar el vientre

La moringa es un árbol originario del norte de la India, conocido científicamente como Moringa oleifera y es una ampliamente valorado por sus propiedades nutritivas y medicinales, además de ser utilizado en la agricultura y la industria.

Todas las partes del árbol (hojas, semillas, vainas, flores, raíces y corteza) son aprovechables y con ellas se elaboran suplementos que brindan numerosos beneficios y que suelen ser usados con diferentes objetivos de salud. En este caso hablaremos de sus propiedades especificas para mejorar la salud intestinal.

Y es que las hojas de la moringa son ricas en vitaminas A, C y E, así como en minerales como calcio, hierro y potasio pero además contienen antioxidantes y compuestos con propiedades antiinflamatorias. Por esto, la moringa es utilizada en la medicina tradicional para tratar diversas afecciones, desde problemas digestivos hasta enfermedades inflamatorias.

Como mencionamos, la moringa ofrece varios beneficios para la salud intestinal debido a sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y su contenido de fibra. Entre los principales destacan:

1. Efecto antiinflamatorio: Los compuestos presentes en la moringa, como flavonoides y polifenoles, ayudan a reducir la inflamación en el tracto gastrointestinal, lo que puede ser útil en condiciones como gastritis o colitis. Además este beneficio puede ayudara a tener un abdomen visiblemente menos inflamado.
2. Mejora de la digestión: Su contenido de fibra promueve una digestión saludable, favorece el tránsito intestinal y previene el estreñimiento. Este beneficios también ayuda a conseguir un vientre menos abultado.
3. Protección del revestimiento intestinal: Los antioxidantes, como la quercetina y el ácido clorogénico, protegen las células del intestino contra el daño oxidativo, ayudando a conservar la salud de la mucosa intestinal.
4. Regulación de la microbiota intestinal: Los compuestos de la moringa pueden actuar como prebióticos, favoreciendo el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino que son esenciales para la digestión y el sistema inmunológico.
5. Propiedades antimicrobianas: Los extractos de moringa tienen efectos antimicrobianos que pueden ayudar a combatir patógenos perjudiciales en el sistema digestivo, previniendo infecciones intestinales.

Para mejorar la salud intestinal, la moringa puede consumirse en diferentes formas, siempre en cantidades moderadas y siguiendo las recomendaciones de un profesional de salud. Algunas opciones son:

1. Té de moringa: Preparar una infusión con hojas secas de moringa. Hervir agua, añadir una cucharadita de hojas y dejar reposar 5-10 minutos. Beber 1 o 2 tazas al día para fomentar una buena digestión.
2. Polvo de moringa: Consumir 1/2 a 1 cucharadita diaria, mezclada en agua, jugos, batidos o espolvoreada en alimentos. Su fibra y componentes antioxidantes ayudan al tránsito intestinal.
3. Cápsulas de moringa: Una opción práctica, siguiendo la dosis indicada en el producto o por un médico. Esta forma puede ser útil para un consumo más controlado.
4. Hojas frescas o en polvo como ingrediente: Incorporar hojas frescas o el polvo a ensaladas, sopas u otros platillos para aprovechar sus nutrientes y su fibra.
5. Aceite de semillas de moringa: Aunque menos común, el aceite extraído puede ofrecer beneficios indirectos al sistema digestivo, si se utiliza en la preparación de alimentos.

Es importante empezar con dosis pequeñas, ya que el consumo excesivo puede causar molestias como diarrea debido a su efecto laxante. Recuerda no consumir más de la dosis aconsejadas.

Personas con condiciones médicas específicas o mujeres embarazadas deben consultar a un profesional antes de consumir moringa regularmente.