Cuál es la verdura que reduce el riesgo de cáncer de próstata y mama, pero que pocos consumen

Los expertos en salud y nutrición coinciden en que mantener una dieta equilibrada y nutritiva puede ser clave para reducir el riesgo de cáncer. Aunque ningún alimento tiene propiedades milagrosas capaces de prevenir esta enfermedad por sí solo, seguir un estilo de vida saludable y elegir cuidadosamente lo que llevamos al plato puede marcar la diferencia.

Según datos de la Sociedad Americana contra el Cáncer, un porcentaje significativo de estos casos podría prevenirse mediante cambios en la dieta, así como con hábitos saludables, como el ejercicio físico y evitar el tabaquismo. A pesar de esto, los alimentos específicos que podrían ayudar en esta tarea muchas veces pasan desapercibidos entre las recomendaciones generales.

Los especialistas subrayan que evitar o reducir el consumo de ciertos alimentos es primordial para la prevención. Las carnes rojas y procesadas, las bebidas azucaradas, el alcohol y los productos ultraprocesados son los principales elementos a limitar en una alimentación enfocada en disminuir riesgos de enfermedades crónicas, entre ellas el cáncer.

Por el contrario, los vegetales, frutas frescas, cereales integrales y legumbres forman parte de las recomendaciones alimenticias para mantener un cuerpo saludable. Entre estos alimentos, uno en particular destaca por su riqueza en compuestos que podrían tener un impacto positivo contra diferentes tipos de cáncer: el brócoli.

El brócoli pertenece a la familia de las crucíferas, que también incluye la coliflor, las coles de Bruselas y el repollo. Estas verduras son fuentes importantes de compuestos llamados isotiocianatos, sustancias que ayudan al cuerpo a eliminar toxinas y a reparar el daño celular, aspectos cruciales para prevenir enfermedades como el cáncer, explica Johanna Lampe, investigadora del Centro Oncológico Fred Hutchinson de Seattle.

En particular, el brócoli contiene sulforafano, un isotiocianato conocido por reforzar las defensas naturales del organismo contra el daño celular diario. Este compuesto está relacionado con la protección contra varios tipos de cáncer, incluidos el de próstata, mama, vejiga y colorrectal, según diversos estudios.

De acuerdo con los investigadores, consumir más de cuatro o cinco porciones de vegetales crucíferos a la semana puede asociarse con un riesgo menor de cáncer y otras enfermedades crónicas. Incluir el brócoli en guisos, salteados, ensaladas o sopas es una forma sencilla de aprovechar sus beneficios. Además, los brotes de brócoli, que contienen altas concentraciones de sulforafano, pueden ser un complemento nutritivo en la alimentación diaria.

A pesar de estas bondades, en muchos hogares el brócoli sigue siendo un alimento subestimado o poco consumido. Los especialistas recomiendan darle una oportunidad no solo por sus propiedades anticancerígenas, sino también por su capacidad para aportar fibra, vitaminas y minerales esenciales para la salud general.

Si bien el brócoli y otros alimentos ricos en nutrientes tienen un papel importante en la prevención de enfermedades, los expertos recalcan que no deben verse como soluciones únicas ni exclusivas. Una dieta saludable debe combinarse con un estilo de vida equilibrado: ejercicio regular, un sueño adecuado y el control del estrés. Además, la detección temprana y el cuidado médico adecuado continúan siendo herramientas esenciales en la lucha contra el cáncer.

La evidencia apunta a que sumar el brócoli y las verduras crucíferas al plato semanal puede ser una decisión sencilla con beneficios significativos para la salud en el largo plazo. Incorporar frutas, vegetales variados y otros alimentos saludables, mientras se reducen los hábitos dañinos, crea un balance que protege no solo contra el cáncer, sino contra otras enfermedades crónicas.