Por qué no se debe comer carne durante los viernes de Cuaresma

El Miércoles de Ceniza representó el inicio del un periodo significativo para la religión católica

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La Cuaresma ha iniciado oficialmente para la religión católica tras la celebración del Miércoles de Ceniza, una fecha que simboliza la preparación de 40 días antes de la Semana Santa, en la que se conmemora la crucifixión de Jesús de Nazareth, por lo que durante este periodo se realizan ciertos actos simbólicos.

En la religión católica, los viernes de la Cuaresma tienen un importante significado, al ser el día en que se dio la crucifixión del “Hijo de Dios”, por lo que es durante los días de esta temporada cuando los sacrificios que realizan las personas son mayores.

Los viernes de Cuaresma son días de observancia especial para los cristianos, especialmente para los católicos, como parte de un periodo de 40 días dedicado a la reflexión, la penitencia y el sacrificio en preparación para la Semana Santa, que conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. La práctica de no comer carne en estos días tiene fundamentos religiosos y simbólicos que se basan en una tradición de la Iglesia católica.

La carne representa históricamente un alimento asociado con el lujo, la festividad y la abundancia, por lo que renunciar a comerla durante los viernes de Cuaresma es un acto de penitencia y sacrificio. Este sacrificio busca recordar a los creyentes los sufrimientos de Jesucristo y fomentar una actitud de humildad, autocontrol y reflexión espiritual. Al evitar la carne, los fieles demuestran su disposición al arrepentimiento y a vivir de manera más sencilla durante este periodo.

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Luis Josue Sanchez carries a wooden cross while representing Jesus Christ in a re-enactment of the crucifixion of Jesus Christ as part of the Holy Week celebration in Tepotzotlan, Mexico State, Mexico March 29, 2024. REUTERS/Henry Romero

Además, la Iglesia católica establece el ayuno y la abstinencia como una forma de vincularse espiritualmente con el sacrificio de Jesús en la cruz. Según la tradición, el viernes, día en que se conmemora la crucifixión, tiene un carácter particularmente solemne, por lo que la abstinencia de carne se convierte en una práctica simbólica de respeto y devoción.

En su lugar, las personas suelen consumir pescado o alimentos de origen vegetal, lo que también tiene relevancia simbólica. En el cristianismo primitivo, el pescado estaba asociado con Jesús, ya que el acrónimo griego “Ichthys” (pez) representaba las palabras: “Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador”. Esto convirtió al pescado en una opción tradicional para las comidas en días de abstinencia.

Aunque esta práctica es observada principalmente por los católicos, no es obligatoria para todos. Están exentas personas enfermas, niños pequeños y ancianos. No obstante, sigue siendo una costumbre arraigada en muchos países, donde se adaptó a la tradición culinaria local, dando lugar a platos tradicionales a base de mariscos, pescados, legumbres y verduras durante la Cuaresma.