Silvia Severino, psicóloga: “Es importante que conozcas la historia de tu madre para poder entenderla y no tomártelo todo como un ataque”

La relación con la madre no siempre es perfecta, pero entender su historia y reconocer sus límites permite a las hijas liberarse de la carga de buscar aprobación constante

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Se trata de aprender a
Se trata de aprender a relacionarte de manera más sana, desde la responsabilidad y el respeto mutuo. (Crédito: Freepik)

La relación entre madres e hijos es una de las más influyentes en la vida de las personas. Desde la infancia, el afecto y comunicación con la madre pueden marcar la forma en que los hijos desarrollan su autoestima, manejan emociones y establecen relaciones con las personas a su alrededor.

A pesar de que se trata de una relación que a menudo se romantiza, no siempre es perfecta, y tampoco sin conflictos, y muchas veces las expectativas y experiencias de la madre impactan profundamente en la vida emocional de sus hijos.

En este contexto, Silvia Serverino, psicóloga y creadora de contenido para redes sociales, ha publicado un video en TikTok que ha captado la atención de muchos jóvenes. En él, ofrece recomendaciones para que las hijas aprendan a cuidar su bienestar emocional, incluso cuando la relación con la madre sea complicada.

Un modelo que se aprende con la edad

“Muchas hijas crecemos buscando la aprobación de mamá a través del silencio o intentando portarnos muy bien. Perfecto, para no molestar y recibir amor”, explica la especialista. Según ella, este patrón puede generar frustración y dependencia emocional a largo plazo, porque la hija termina viviendo para cumplir expectativas ajenas en lugar de cuidar sus propias necesidades.

La psicóloga recomienda entender la historia de la madre: “Es importante conocer cómo fue criada, cómo vivió, desde dónde aprendió a amar. No para justificarla, sino para que no vivas cada gesto como algo en contra de ti”. Según ella, este proceso permite que la madre conserve su historia y la hija pueda responsabilizarse de la suya propia.

“Cuando ordenas esa historia, mamá se queda con lo suyo y tú empiezas a hacerte responsable de lo tuyo. Eso implica soltar expectativas, dejar de buscar a la mamá que no estuvo y aprender a vincularte con la que sí es, poniendo límites, cuidando tu energía y respetando tus tiempos”, añade.

La importancia de comprender la historia de la madre

La especialista enfatiza que comprender el pasado de la madre no significa resignarse: “Entender no es resignarse, es elegir desde la conciencia. Es aprender a relacionarte de manera más sana, desde la responsabilidad y el respeto mutuo”, explica la especialista.

La relación con la madre no siempre es perfecta, pero entender su historia y reconocer sus límites permite a las hijas liberarse de la carga de buscar aprobación constante. Aprender a poner límites, cuidar la propia energía y respetar los tiempos personales no significa alejarse, sino construir un vínculo más consciente y saludable.

Sus hijos tuvieron una conversación que no tenía nada que ver con la política o la independencia. Discutieron sobre temas diferentes, nada que ver con asuntos políticos.

¿Cómo mejorar la relación con la madre?

Therapy Side es una página web especializada en contenido de salud mental y consejos sobre cómo cuidarla. En un reciente artículo, destacan algunos consejos clave a tener en cuenta para mejorar la relación con nuestras madres:

Autoevaluación

Los expertos explican que antes de abordar la relación con la madre, conviene hacer una introspección personal, y plantearnos varias preguntas que nos van a guiar para saber cómo afrontar la comunicación con los que están a nuestro alrededor:

  • ¿Cuáles son los principales conflictos o desacuerdos?
  • ¿Qué sentimientos guardas respecto a estos conflictos?
  • ¿Cómo ha afectado esta relación otras áreas de tu vida?

Comunicación abierta

Una vez que hayamos comprendido nuestros sentimientos, el próximo paso es la comunicación. Saber expresar nuestros sentimientos con sinceridad y mostrar empatía con la otra persona ayuda a generar un diálogo constructivo en el que se establece la reconciliación.

Marcar límites saludables

Por último, cabe destacar que, a veces, la relación requiere una redefinición de los límites. Estos se pueden expresar los temas de conversación, el tiempo que madre e hija comparten juntas, o incluso las expectativas mutuas.