
William Shakespeare escribió: “El llanto hace menos profundo el dolor”. Y es que, las lágrimas son una respuesta desencadenada por ciertas emociones, pero siempre se han ligado con la idea de incapacidad. “No llores”, “sé fuerte”, o “aguanta”, han sido las frases que se han escuchado una y otra vez cuando a alguien se le ponían los ojos vidriosos. Sin embargo, ahora, la psicología contemporánea desmonta ese mito y señala al valor biológico, emocional y social de llorar.
La psicóloga Silvia Severino ha insistido en esta idea a través de sus vídeos divulgativos en redes sociales, donde ha defendido que llorar no solo no es un signo de debilidad, sino que constituye una manifestación de fortaleza emocional. “Llorar no es debilidad, es fortaleza psicológica”, ha afirmado. Según la especialista, incluso quienes lloran por cosas pequeñas muestran una sólida capacidad de autorregulación.
Severino ha subrayado que, aunque muchas personas creen que llorar implica fragilidad, la evidencia científica indica lo contrario. “Llorar ayuda a procesar emociones complejas y libera estrés acumulado. Es una muestra de regulación, inteligencia emocional y conexión real con tus sentimientos. Además, quienes lloran con frecuencia suelen ser más resilientes y se adaptan mejor al cambio”, ha señalado.

Claves biológicas y sociales del llanto
El llanto es una respuesta natural ante emociones intensas como la tristeza, la alegría, el alivio o la frustración. Cuando una persona llora, su sistema nervioso inicia un proceso de autorregulación que reduce el estrés y favorece la calma. Desde la perspectiva de la inteligencia emocional, llorar permite identificar, comprender y procesar emociones de manera saludable. Por el contrario, reprimir de forma sistemática las lágrimas puede favorecer la acumulación de ansiedad o estrés e incluso la aparición de síntomas psicosomáticos.
También cabe destacar el valor social del llanto. Llorar puede generar conexión, empatía y apoyo. Mostrar vulnerabilidad a través de las lágrimas facilita la construcción de relaciones más auténticas y profundas. “El llanto comunica confianza y humanidad, recordándonos que no estamos solos en nuestras emociones”, ha sostenido.
A nivel fisiológico, el llanto es terapéutico porque alivia tensiones, sirve para desahogarte y, luego, sentir mayor tranquilidad. Durante este proceso, el cerebro recibe un aumento del flujo sanguíneo, lo que incrementa el metabolismo cerebral y favorece la liberación de endorfinas.
Reprimir el llanto tiene consecuencias
Además, interrumpir este proceso natural puede tener efectos negativos en la salud física y mental. Estrés, agresividad y vulnerabilidad al desarrollo pueden surgir con el paso del tiempo. Este riesgo se acentúa durante la infancia y la adolescencia, etapas en las que el cerebro reorganiza estructuras clave para la gestión emocional. Reprimir el llanto de forma habitual en esos años puede aumentar la probabilidad de desarrollar trastornos de personalidad.
Beneficios de llorar cuando el cuerpo lo pide
Entre los principales efectos positivos del llanto se encuentran:
- Reducción del estrés: el llanto permite liberar tensiones y recuperar la calma.
- Incremento del metabolismo cerebral: el aumento del riego sanguíneo oxigena el cerebro y favorece la liberación de endorfinas.
- Generación de empatía: facilita la conexión emocional entre personas.
- Toma de conciencia emocional: permite identificar lo que sentimos y trabajarlo.
- Prevención de enfermedades: reprimir las lágrimas puede derivar en depresión y afectar la salud física.
Últimas Noticias
El monumento español que ha acaparado más miradas este 2025 tras alcanzar un récord histórico
Conmemora una fecha clave en su historia y bate cifras de visitantes en un año marcado por celebraciones internacionales

Andrés de Inglaterra lanza un mensaje a sus hijas mientras disfrutan de la Navidad en Buckingham: sus imágenes montando a caballo bajo la lluvia
El hermano de Carlos III ha sido calificado por la experta en lenguaje coporal Judi James de tener una actitud “casi teatral” para parecer “una figura empapada y solitaria sobre su caballo”

Cuatro aspectos clave en los que te tienes que fijar para comprar un buen jamón en Navidad, según un experto
El sello, la morfología y la textura son algunos detalles a tener en cuenta en la elección

Ni El Gordo alcanza para comprar un piso de 90 m² en Baleares o Madrid, mientras que en Extremadura da para tres
El primer premio es insuficiente en seis capitales de provincia para convertirse en propietario y en San Sebastián se necesitarían dos décimos ganadores para serlo
El ‘efecto compatriota’ o por qué compramos muchos más boletos en las administraciones donde tocó el Gordo de la Lotería de Navidad
Los estudios sobre la Lotería de Navidad revelan aumentos sostenidos en la de ventas en las provincias premiadas



