Amara Aladel, médica: “Tu rodilla no está vieja, está inflamada y débil, pero puedes hacer esto para mejorarlo”

La doctora, especializada en Medicina Familiar y Comunitaria, responde a las dudas más comunes sobre artrosis de rodilla y presenta ejercicios, consejos y recomendaciones respaldadas por la ciencia para quienes buscan opciones no quirúrgicas que ayuden a reducir el dolor y recuperar movimiento

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Amara Aladel, médica: “Tu rodilla
Amara Aladel, médica: “Tu rodilla no está vieja, está inflamada y débil, pero puedes hacer esto para mejorarlo” (Montaje Infobae)

En las salas de urgencias, la artrosis de rodilla aparece con más frecuencia de la que muchos imaginan. Aunque a menudo se oye hablar de “desgaste”, el diagnóstico encierra más detalles y matices. Así lo transmite Amara Aladel, médica especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, quien aporta su experiencia en consulta: “Tu rodilla no está vieja, está inflamada y débil, pero puedes hacer algo para mejorarlo ya. Te lo cuento”.

Antes de proponer soluciones, la doctora recuerda la importancia de no dejar de lado la consulta profesional: “Este vídeo no sustituye a una consulta médica. Simplemente, voy a contarte lo que dice la ciencia al respecto. Cada caso es único y estos son solo unas recomendaciones generales que tú decides si seguir o no. Vamos”.

Detrás de ese “desgaste” se esconde un proceso crónico, progresivo y complejo que afecta a la articulación femorotibial. La estructura de la rodilla, con sus tres compartimentos recubiertos por cartílago articular, presenta dolor, rigidez y dificultades de movimiento cuando la artrosis va haciendo mella en sus tejidos. Aladel describe de forma gráfica la secuencia: “Tu artrosis de rodilla no es solo un desgaste, es una tormenta silenciosa. El cartílago de la rodilla se rompe, el hueso de debajo se endurece, la articulación se inflama, los músculos de alrededor se apagan. El resultado: un dolor que va y viene, rigidez al levantarte poco a poco, te cuesta subir escaleras o levantarte del sofá”. Las causas pueden ser variadas. La especialista lo concreta así: “¿Y qué lo causa? La edad, rodillas en varo o valgo, a veces la obesidad y, sobre todo, el músculo débil. El cuádriceps es el freno de tu rodilla y si no frena, duele”.

La natación preserva las articulaciones,
La natación preserva las articulaciones, por lo que es una actividad deportiva recomendada en casos de artrosis (Hauke-Christian Dittrich/dpa)

Cómo aliviar la artrosis sin pasar por quirófano

Cuando las molestias avanzan, encontrar alternativas para aliviar el dolor y ganar movilidad se convierte en el centro de todas las consultas. Entre las opciones no quirúrgicas, la fisioterapia suele ser la primera parada: frío, calor, electroterapia y masajes se combinan con rutinas de ejercicios que buscan devolver flexibilidad y fuerza. No siempre se impone una intervención. Según la doctora Aladel, la clave está en el trabajo diario: “Lo primero es activar ese cuádriceps dormido. Haz esto que te explico cada día, incluso si te duele un poco al principio. Eso sí, sin forzar. Lo primero es activar ese cuádriceps dormido: sentarte y levantarte de una silla de forma lenta”. Añade además una sugerencia menos habitual en consulta: “No es solo postureo: calma la inflamación y mejora el control de tu cuerpo”, refiriéndose a la práctica de taichí o yoga suave.

Los especialistas en fisioterapia insisten en apuntalar no solo el cuádriceps, sino también los isquiotibiales y otros músculos que rodean la rodilla. Ejercicios controlados, balance, movilidad y prácticas aeróbicas de bajo impacto, como nadar o pedalear, forman parte de los recursos más valorados para evitar recargar la articulación.

Los suplementos y los remedios naturales también aparecen en las preguntas. Aladel aclara dudas con un repaso a las evidencias actuales: “¿Y suplementos? Pues la ciencia dice que el jengibre y la curcumina pueden ayudar en el dolor leve. Y como siempre, la vitamina D va a ser tu gran aliada. Exponte al sol. Y aunque el colágeno tipo dos y la glucosamina no son milagrosos, en algunas personas mejoran los síntomas”. Así, el abordaje de la artrosis de rodilla continúa evolucionando, siempre con la rehabilitación, el fortalecimiento y el control de la inflamación en el punto de mira, y con nuevas soluciones sanitarias abriéndose paso poco a poco.