España es un país de “madres agotadas al borde del colapso”: 3 de cada 4 mujeres ven afectada su salud física y mental por el peso invisible de la maternidad

La falta de conciliación y de corresponsabilidad en las tareas del hogar provocan ansiedad, agotamiento o insomnio, entre otros

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3 de cada 4 mujeres
3 de cada 4 mujeres aseguran que su salud física y mental se ha visto afectada por el peso invisible de la maternidad. (Freepik)

Carga mental, falta de conciliación y de tiempo, apoyo escaso, soledad, culpa por no ser “una madre ideal”, ansiedad... Para la mayoría de mujeres, la maternidad acarrea un peso invisible sobre el que no se habla debido al tabú que existe con respecto al lado negativo de todo lo que engloba la crianza. Esta saturación provoca que 3 de cada 4 mujeres en España vean afectadas su salud física y mental, según señala el reciente análisis de la Asociación Yo No Renuncio, del Club de Malasmadres.

A partir de la encuesta realizada a 19.236 mujeres con hijos e hijas en España, el estudio El peso invisible de la maternidad aborda las causas de este agotamiento, como la falta de conciliación en un sistema que empuja a las madres a tener que elegir entre su trabajo y la crianza; los juicios que todavía están vigentes en el mundo laboral con respecto a la maternidad, y la escasez de corresponsabilidad en cuanto a las tareas del hogar y el cuidado de los hijos. También se centra en los efectos que esto tiene en las madres, tanto a nivel físico y psicológico como incluso sexual.

“Somos una generación de madres agotadas al borde del colapso”, afirma Laura Baena, fundadora del Club de Malasmadres y presidencia de la Asociación Yo No Renuncio. “Unas madres que renuncian a su carrera profesional, a su tiempo propio, a su salud física y emocional, que no están contando realmente cómo se sienten porque ni siquiera tienen tiempo para contarlo”.

Un niño estudia y hace
Un niño estudia y hace los deberes en casa con la ayuda de su madre. (Eduardo Parra/Europa Press)

Según se detalla en el estudio, “un 22 % ha experimentado episodios importantes de ansiedad, depresión o problemas físicos derivados de la falta de conciliación, mientras que un 51 % presenta síntomas moderados, como malestar frecuente, falta de energía o dificultades para descansar”.

Y todo esto se debe a que nos encontramos inmersos en un “sistema laboral que te empuja a renunciar y que te aparta”: “La conciliación sigue siendo una utopía en la mayoría de los hogares españoles y para la mayoría de las madres”. Este problema no es individual, sino “social y político” y, por tanto, se tienen que establecer estrategias para solucionarlo desde el propio sistema.

Tener que elegir entre la crianza y el trabajo

Según los resultados de la encuesta realizada por la Asociación Yo No Renuncio, el 82 % de las mujeres ha renunciado laboralmente al convertirse en madres. Esto no solo implica dejar su trabajo, sino reducir su jornada, coger excedencias, cambiar a otro puesto de trabajo, rechazar uno de más responsabilidad... “Todo esto se traduce en una pérdida económica y de la trayectoria laboral”, explica Baena.

Las madres solteras sufren más riesgo de pobreza: “No podemos vivir con una jornada reducida, necesitamos recursos”.

Ana Asensio, psicóloga general sanitaria y doctora en Neurociencia por la Universidad Complutense de Madrid, señala en la mesa redonda de la presentación del estudio —en la que también han participado el sociólogo y sexólogo Erick Pescador Albiach y la periodista, sexóloga y terapeuta sexual y de pareja Sonia Encinas— que esto supone un gran “dolor”, puesto que no es posible conciliar la crianza y “la pasión”; y ambas “decisiones” —que no lo son realmente porque el sistema no acompaña y empuja a elegir, por lo que es más una obligación— generan culpa.

A esto se suma que el 54 % de las mujeres encuestadas afirman haberse sentido juzgadas en el entorno laboral después de convertirse en madres, un estigma que, aunque parecía superado, sigue vigente todavía en muchas empresas.

Agotamiento físico, carga mental y efectos en la intimidad en pareja

La crianza en sí no es lo único que genera ese peso invisible sobre las mujeres españolas; a los cuidados de los hijos se suman las tareas del hogar. Según el estudio del Club de Malasmadres, el 86 % de las encuestadas señalan que asumen ellas solas estas tareas domésticas —solo el 1 % responde que es su pareja quien se encarga principalmente y el 13 % que hay una corresponsabilidad— y que el 71 % esperaban un entorno más equitativo en este sentido, una expectativa que no se ha cumplido.

El 22 % de las
El 22 % de las mujeres encuestadas por la asociación Yo No Renuncio señalan que su salud física y mental se ha visto afectada de manera grave por intentar compaginar trabajo y cuidado. (Freepik)

Esto provoca un aumento del agotamiento físico, de los efectos a nivel psicológico —por ejemplo, en cuanto a ansiedad— y de los problemas en la relación de pareja. De hecho, el 41 % de las mujeres ha pensado en separarse por la sobrecarga mental que asumen ellas solas y la falta de corresponsabilidad; el 62 % de las entrevistadas que ya están separadas o divorciadas marcan esta opción como uno de los motivos por los que se produjo.

La saturación y agotamiento, la escasez del tiempo y/o la falta de ganas por no encontrar en la pareja un apoyo repercute también en las relaciones sexuales. De hecho, 9 de cada 10 mujeres indican que la intimidad con su pareja ha disminuido desde que son madres (un 73 % señalan que ha disminuido mucho).

Desde la Asociación Yo No Renuncio señalan que lo que necesitan las madres para revertir esta carga invisible pasa por un trabajo a nivel institucional y por parte de la pareja. Así, estas mujeres reclaman “una conciliación laboral real y flexible, una corresponsabilidad en el hogar y en el cuidado de hijos e hijas, un apoyo emocional y redes de apoyo, reconocimiento y remuneración por cuidados, tiempo personal y autocuidado, así como apoyo institucional y social”.