Ignacio de la Calzada, abogado, sobre los juicios por acoso laboral: “Las grabaciones son sumamente importantes y perfectamente válidas”

El letrado llama “cobarde” a quienes deciden no testificar por temor a perder su trabajo y sostiene que su conducta contribuye a la persistencia de estas situaciones

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El miedo a denunciar genera
El miedo a denunciar genera un desafío extra para quienes sufren acoso (@laboral_tips)

En los juicios por acoso laboral -conocidos como mobbing- la dificultad para demostrar los hechos representa un obstáculo frecuente para las víctimas ante la justicia. La ausencia de pruebas directas, el miedo a denunciar y el hermetismo en el entorno de trabajo generan un desafío extra para quienes buscan reconocimiento judicial ante estas conductas. El abogado Ignacio de la Calzada expone cuáles son los elementos probatorios más efectivos en estos procesos y aclara dudas frecuentes sobre la validez de grabaciones y testigos en los tribunales.

El abogado, conocido por su labor en derecho laboral, afirma que el mayor desafío en los juicios por acoso laboral radica en la prueba. Explica que la falta de registros y la escasez de testigos dispuestos a declarar suelen dificultar demostrar el mobbing ante un tribunal. Según el abogado, la herramienta probatoria “más útil” en estos juicios es el testigo presencial que no tenga un interés personal en el litigio. “La prueba testifical, sin duda alguna, es a la que al juez más información le puede dar sobre lo que ha vivido un trabajador”, resalta.

En sus declaraciones, De la Calzada subraya que las grabaciones obtenidas en el lugar de trabajo también gozan de plena validez legal. Precisa que los empleados pueden emplear cualquier dispositivo digital, desde móviles hasta relojes, para registrar situaciones que representen acoso, incluyendo insultos o tratos inadecuados. Explica que no se requiere informar al interlocutor sobre la grabación: “No tienes que informar a la persona que estás grabando que le estás grabando. No requieres autorización. Es totalmente válido”.

La recopilación de mensajes intercambiados por aplicaciones como WhatsApp o correos electrónicos forma parte del abanico de pruebas para documentar episodios de mobbing. El abogado advierte que el acoso laboral no se restringe a los insultos. Enumera otras conductas como la sustracción de funciones, la exclusión de reuniones o la sobrecarga de tareas. Recomienda solicitar explicaciones formales cuando se sufra alguna de estas situaciones y conservar la correspondencia como respaldo.

El miedo a declarar por posibles represalias

El 35% de los trabajadores están trabajando en puestos que requieren menos formación que la que tienen

Al profundizar en el valor de las pruebas testificales, el letrado explica que la credibilidad del testigo resulta fundamental. Los jueces valoran positivamente los testimonios de quienes carecen de interés en el resultado del juicio y no han presentado demandas similares contra la empresa. “El juez puede valorarlo como le dé la gana, evidentemente, pero la credibilidad, pues baja un poquito, porque al final, ese trabajador que está declarando, lo que va a buscar después en su juicio es lo mismo, así que en parte le interesa”, describe el abogado, advirtiendo sobre la importancia de la objetividad de los testigos.

El abogado pone especial énfasis en el temor generalizado que existe entre los trabajadores a declarar en los procesos de mobbing por miedo a represalias. Denomina “cobarde” a quienes deciden no testificar por temor a perder su fuente laboral y sostiene que su conducta contribuye a la persistencia de situaciones de acoso en los lugares de trabajo. “Si no va, por desgracia, y lo siento, aunque sea la mano que te da de comer, eres muy cobarde porque el día de mañana te puede pasar a ti. Y a todo el mundo nos gustaría que nos ayudaran”, sostiene.

Frente al riesgo de represalias hacia los testigos que deciden declarar en juicio, Ignacio de la Calzada explica que la ley otorga protección especial a quienes acuden a tribunales. Si después del juicio se produjera una acción discriminatoria o un despido, según el abogado, la legislación ampara al trabajador, quien podría reclamar una indemnización y la nulidad del despido. “No tiene que haber ningún miedo real sobre esto”, aclara.

La acumulación de pruebas resulta imprescindible para el éxito de una demanda por acoso laboral. Ignacio de la Calzada concluye que solo con pruebas sólidas es posible acreditar la existencia de mobbing y alerta sobre la inutilidad de las denuncias sin respaldo documental. “Siempre reúne pruebas, que es lo único que te va a servir para probar el acoso. Si lo sufres y no tienes pruebas, no vale de nada. Y que no te engañen”, reitera.