Cómo prevenir el hígado graso: de moderar el alcohol a practicar ejercicio regular

Esta condición está muy asociada a problemas de obesidad o de diabetes tipo 2

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La dieta juega un papel
La dieta juega un papel fundamental en la prevención del hígado graso (Freepik)

El hígado graso, también conocido como esteatosis hepática, es una dolencia cada vez más común que afecta a personas que no necesariamente presentan síntomas evidentes. Esta condición ocurre cuando se acumula grasa en el hígado, y puede dividirse en dos tipos principales: el hígado graso no alcohólico y el relacionado con el consumo excesivo de alcohol.

La forma no alcohólica (EHGNA, por sus siglas en español) es especialmente relevante en sociedades como la nuestra, pues suele asociarse con sobrepeso u obesidad, resistencia a la insulina, diabetes tipo 2 y niveles altos de lípidos en sangre. En muchos casos, el hígado graso no provoca molestias, y puede pasar completamente desapercibido; cuando sí hay síntomas, suelen ser fatiga o dolor leve en la parte superior derecha del abdomen. Si se complica, puede progresar a una forma inflamatoria conocida como esteatohepatitis (“NASH”), que con el tiempo podría derivar en cirrosis o incluso cáncer hepático.

Frente a esta amenaza silenciosa, la prevención del hígado graso se convierte en una herramienta clave. Según MedlinePlus, los pasos más efectivos giran en torno a cambios del estilo de vida para controlar los factores de riesgo.

Mantener un peso saludable

El sobrepeso y la obesidad son algunos de los principales impulsores del hígado graso. Por ello, es fundamental trabajar para alcanzar o conservar un peso adecuado mediante una alimentación equilibrada y una actividad física regular. Las guías recomiendan perder peso de forma gradual si es necesario, ya que esto puede reducir la acumulación de grasa hepática, la inflamación y el riesgo de cicatrización (fibrosis).

Dieta sana

MedlinePlus sugiere una dieta baja en sal y rica en verduras, frutas y cereales integrales. Además, las recomendaciones dietéticas del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK) apuntan a limitar la ingesta de grasas densas en calorías, reducir los azúcares refinados y controlar el tamaño de las porciones. En general, este tipo de alimentación no solo ayuda a prevenir el hígado graso, sino también otras enfermedades metabólicas.

Ejercicio regular

La actividad física es otra herramienta clave, ya que MedlinePlus aconseja incorporar ejercicio habitual para mantener la salud hepática. La combinación de dieta saludable con ejercicio ayuda a mejorar la resistencia a la insulina y a reducir la grasa acumulada en el hígado.

Moderar el consumo de alcohol

Aunque se habla principalmente de la forma no alcohólica de hígado graso, MedlinePlus también señala que limitar el consumo de alcohol es esencial para prevenir la acumulación de grasa en el hígado. Un consumo excesivo puede provocar la versión alcohólica de la enfermedad, con daños hepáticos progresivos.

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Uso adecuado de medicamentos

Otro punto que subraya la guía es la necesidad de hacer un uso responsable de los fármacos. Según MedlinePlus, hay que seguir las indicaciones médicas, incluyendo el manejo de suplementos o hierbas, ya que algunos medicamentos mal tomados pueden agravar la salud hepática.

Vacunación y control de otras enfermedades

Mantener bajo control otras enfermedades metabólicas como la diabetes o la hipertensión también es clave. Además, MedlinePlus recomienda vacunarse contra la hepatitis A y B, ya que estas infecciones podrían complicar aún más la salud del hígado.